viernes, 27 de enero de 2012

Saga Especial (23 - 30 años): La feria de Cepillin - Las tribulaciones de David

Siguiendo con ls aventuras psicologicas (Inspiradas en el famoso libro ruso "Crimen y castigo"), mi buen amigo el señor M me conto esta secuela del capitulo anterior: "La feria de Cepillin" (Nombre que me hace gracia porque todo esta inspirado en una cancion infantil... y la historia no tiene nada de infantil). Despues de que planteara la duda de si Emma muere o no, es ahora su novio y su hermano quien deciden averiguar si de verdad Emma les llamo pidiendo ayuda. Aqui les dejo la historia.

"David... Carlos... Ne...necesito ayuda... Tengo serios problemas... Por favor... (Llora) Necesito ayuda, la que sea... Por favor..."

David miraba su telefono movil. La voz de Emma salia por el microfono del movil y hacia que David sintiera como si un cubito de hielo se dezlizara por su garganta. Carlos, quien no despegaba la vista de la carretera, echaba muchas miradas nerviosas a su acompañante. David se guardo el telefono y se puso a meditar.
  • Deberiamos darnos prisa - dijo David.
  • ¿Crees que esta en problemas? Desearia que fuera mentira. - dijo Carlos.
David volvio a apoyar la cabeza en el frio cristal del coche. Ver pasar monticulos de tierra no le ayudaba. Carlos acelero hasta que le pidio que abriera la guantera y comprobara la ubicacion en el GPS. David lo hizo lo mas rapido que pudo.
El GPS marcaba 100 metros de donde se encontraban. Carlos acelero aun mas. David volvio a sacar su movil y volvio a escuchar el mensaje. La voz de Emma denotaba miedo, dolor...y desesperacion. David se clavo los nudillos en la rodilla. Deseaba que ella estuviera bien.

El coche se detuvo enfrente de una gran verja de metal. David y Carlos bajaron del coche. Se encontraban delante de una gran feria. Lo mas curioso... era que parecia abandonada. Un gran silencio inundaba los oidos de ambos chicos. Carlos desenfundo su arma reglamentaria y le coloco un silenciador. David se quito la chaqueta y la dejo encima del coche. Carlos se dispuso a llamar a refuerzos policiales pero tal fue su sorpresa que su radio no funcionaba. David quizo escuchar el mensaje de Emma otra vez pero el movil no funcionaba. Que raro...

Ambos chicos entraron en la feria. David sintio que quiza la feria no estuviera abandonada del todo. Sentia que el ambiente estaba cargado. Como si hubieran dado una funcion antes de que ellos llegaran. David y Carlos avanzaron unos pasos. La feria daba grandes señales de que habia sido abandonada. Todos los puestos de tiro, comida y compra-venta de articulos estaban vacios. Carlos se agacho y palpo el suelo. David se agacho a su lado y vieron marcas de pisadas. Carlos se embarro los dedos y froto la tierra que tenia en la punta de sus dedos. Carlos y David siguieron.

Un mal presentimiento se cernia sobre ellos. David sudaba, preocupado. Llevaban ya varios minutos y no habia rastro de Emma. Carlos parecia mas nervioso. Apuntaba a cualquier cosa en cualquier momento. La oscuridad se cernia sobre ellos. Cada paso que daban, parecia que les infundia mas miedo. David empezo a ver efectos opticos. Miraba algo, lo volvia a mirar y se decepcionaba porque no era nada. Carlos parecia experimentar lo mismo, ya que veia algo y corria hacia el, para luego volver totalmente decepcionado.
  • Quiza no paso a mayores y estamos perdiendo el tiempo. - dijo David.
  • ¿Crees que perdemos el tiempo buscando a Emma? - dijo Carlos.
David empezo a sentirse mal. Pese a que no sentia ni una corriente de aire, empezo a tiritar. Carlos lo entendio y le quizo dar su chaqueta pero David dijo que no. Ahora, aparte del frio que sentia, sentia nauseas. Se sentia debil, mareado... cansado...

De pronto...

Alguien aparecio de pronto y empezo a correr en direccion hacia ellos. Carlos levanto el arma y le dijo que se detuviera pero no parecia que fuera asi. Aquel hombre se acerco hacia Carlos, quien pese a disparar parecia que no le hacia nada. El hombre tumbo a Carlos y se avalanzo sobre David. Fue inutil. El hombre tenia mucha fuerza. David levanto ambos brazos e intento forcejear con aquel hombre. Desprendia un olor a podrido. David cayo al suelo. El hombre levanto la cabeza y...

David abrio los ojos. Estaba tumbado en el piso. Carlos lo miraba atentamente, como si le buscara algun mal en el rostro. El chico se levanto, lentamente. Se sentia peor que antes. Carlos le ofrecio un brazo para que pudiera avanzar. David no lo rechazo.
  • No creo que pueda seguir. - dijo David.
  • Venga, vamos. No ha sido nada. - dijo Carlos.
  • ¿Nada? ¿Es que no te diste cuenta? - dijo David
  • Si, ya lo se. Pero el caso es que ya falta poco. - dijo Carlos.
David cerro los ojos. Se desplomo en el suelo. Empezo a temblar.
  • ¡David! ¡David! - dijo alguien.
  • Ursula...  no me mates, Ursula... Hare lo que quieras... por favor... no me mates... Dejame vivir...
  • ¡David!
  • Todo... todo lo que quieras... Pero por favor... no me mates... Te lo suplico...
  • ¡David!
  • ¡POR FAVOR! ¡DEJAME VIVIR! ¡NO ME MATES!
David abrio los ojos.

Un hombre bajo la cabeza y le propino tal grito, que David se quedo sordo. Era un grito extraño... Parecido a el sonido de una bestia terrible... Un sonido muerto... de algo muerto...

David caminaba por una pequeña colina, alegre. Tocaba una puerta y entraba a una casa majestuosa. Subia al segundo piso y entraba a una habitacion. Una chica pelirroja le esperaba. Estaba semidesnuda.

David volvia a caminar por otra colina. Con el cuerpo ensangrentado, David caminaba hasta que se desplomaba en el duro suelo.

David veia la carpa de una feria.

"En la feria de Cepillin... me encontre una bateria..."

"Bateria... esa era la palabra... que completa esto...- se dijo a si mismo David."

David abrio los ojos.

Estaba en una carpa, pero ovbiamente estaba a varios metros por encima del suelo. Ambas manos estaban atadas a una cadena. David sintio que alguien estaba detraz de el. Girando el cuello se dio cuenta de que era Carlos. Sangraba escandalosamente. Parecia que agonizaba.

David sintio miedo... mucho miedo... aquel perfume de aquella chica pelirroja... aquella fragancia que lo relaciono con la muerte... Volvia a sus fosas nasales esta vez... Sus pupilas se dilataron, su pulso se acelero... David sintio miedo, mucho miedo...

Una corriente electrica atraveso su cuerpo, haciendolo temblar de manera grotesca. Dolor... mucho dolor... Moriria electrocutado...

Mas dolor... David sabia que estaba a punto de morir... "Es por tu propio bien, David."

David abrio los ojos.

...
  • Que bien que nos dieran el alta, ¿verdad?
  • ¡Emma! - grito David, entrando en la habitacion. Un chico moreno de ojos claros hablaba con su novia.
  • Menudo viajecito nos hemos dado ¿no, David? - dijo Carlos y abrazo a su hermana.
  • ¿Estais bien los 2? - dijo Emma.
  • David creo que esta un poco mal. Creo que comio demasiado esta noche y por eso tenia nauseas. Como hacia un poco de sol y no puse al aire acondicionado, se sintio mareado. Se quedo dormido y parece que hasta en eso lo paso mal. Asi que se entretuvo haciendo un crucigrama. Aun no me creo que no supieras esa, la numero 17 ¿De verdad no sabias que era Bateria? - dijo Carlos. - Venga, vamonos... No creo que quieran llegar tarde, ¿verdad?
...

Alguien miraba como aquellos dos chicos eran electrocutados. Esa persona se dispuso a salir de alli pero no sin antes pulsar un boton, activando la corriente a la maxima potencia.

sábado, 21 de enero de 2012

Saga Especial (23 - 30 años): La feria de Cepillin - La desesperacion de Emma

Nuevamente, mi buen amigo el señor M me vuelve a sorprender con una historia, esta vez una con alto contenido psicológico. He de admitir que me pareció un poco confusa la historia... porque a fin de cuentas... ¿Que es real? ¿Emma se encuentra en la feria y sueña que esta en el hospital...? o... ¿Esta en el hospital y sueña que esta en la feria...? Eso lo dejo a criterios vuestro. Disfrutadlo.

Una feria se erguía delante de Emma. La chica miro a ambos lados y se dio cuenta de que estaba sola. La feria tenia u aire de abandonada, aunque todo parecia nuevo. A la luz de la luna, el camino de entrada lucia sombrío y Emma parpadeo varias veces para poder ver si alguien había delante de ella. La chica entro y empezó a caminar. De primeras, ya empezaba a arrepentirse. Las luces habían desaparecido y todo yacía a oscuras. Emma avanzo por una larga calle, llena de carritos de comida de la feria. La chica se detuvo delante de una y miro que tenia la puertilla abierta. La chica, temblorosa, miro. Estaba vacio, sin nada en su interior. Emma levanto la cabeza y se dio cuenta de que el viento hacia ondear las carpas de la feria y su propio cabello.
Emma se dio la vuelta de golpe. Entrecerró los ojos… pero no vio nada.
  • Que cómodas son estas almohadas, ¿verdad?  —  dijo un chico moreno de ojos claros, recostado en una cama de hospital.
  • La verdad es que si… Me pregunto de que estarán echas…  —  dijo Emma
Emma se acerco hacia un puesto de tiro y miro dentro. Estaba totalmente vacio.
Emma fijo la vista en el piso. Mas sangre… Emma sintio como si una descarga electrica le cruzara todo el cuerpo, desde la coronilla hasta la punta de los dedos de los pies.
Emma miro y miro y no vio nada. Miraba toda las estanterias de aquel puesto de tiro, buscando de donde provenia la sangre. Fue inutil. Armandose de valor, se dispuso a averiguar de donde venia. De un pequeño salto… entro en el puesto de tiro.
Las zapatillas hicieron contacto con la sangre seca. Parecía que esta sobresalía del suelo… Emma se agacho y empezó a buscar algo con que defenderse… tenia un mal presentimiento. Pero por mas que buscara algo, no encontraba nada. Excepto…
Una escopeta de aire comprimido brillaba por el metal que había en su gatillo…
Emma sonrió, puesto que le hacia gracia aquello. Cargo la escopeta con corchos de metal que había al lado de esta, se guardo las demas en el bolsillo y se dispuso a salir de allí.
Cuando Emma volvió a pegar un salto para salir de aquel puesto de tiro, detrás de ella había una puerta. Por debajo de esta puerta empezaba a salir un pequeño flujo de sangre fresca…
Emma camino vario metros, deteniéndose en los carrito de comida y examinándolos. Pero entonces, alguien paso corriendo detraz de ella. Emma, presa del panico, dudo antes de empezar la carrera. Pero armandose de valor, empezo a correr. La persona, sea quien sea, le llevaba varios metros. Emma acelero aun mas. Si podia alcanzarlo o alcanzarla... pero de pronto Emma sintio algo muy fino en su pierna, como si alguien hubiera puesto una cuerda, y la chica tropezo. Cayo violentamente al piso.
  • Enfermera, deseo leer un poco... ¿Podria cambiar el angulo de mi cabezera? - dijo un chico moreno de ojo claros. La enfermera se le acerco.
  • Yo... yo... yo deseo... comer... un poco... - dijo Emma.
Emma se levanto. La sangre le resbala por el labio. La chica se paso la lengua por el labio y sintio el calido y metalico sabor de su propia sangre. Emma, al ponerse en pie, sintio dolores agudos en su rodilla. La chica recogio la escopeta de aire comprimido y siguio avanzando. Una musica empezo a venirle a los oidos...

"En la feria de Cepillin me encontre un acordeon..."

"Esa cancion me suena... Creo que le escuche a Mario tararearla alguna vez ¿Porque suena ahora? Y... ¿De donde viene?"

Emma llego hasta un pequeño parque infantil dentro de la feria. Era de forma circular y rodeada por bancos de madera. Emma avanzo lentamente. Se dio cuenta de que un gran oso de peluche estaba encima de uno de los bancos. Emma, dudando, se le acerco. El oso estaba roto por el cuello y apoyaba la cabeza en el pecho. Un ojo le colgaba y estaba totalmente cubierto de sangre. Pero lo que de verdad aterro a Emma era que entre la gran mancha de sangre, habia unas parts que estaban limpias. Pero estas partes tenian forma de mano humana, muy pequeñas...

De pronto, algo se abalanzo sobre Emma. La chica grito, dejando caer la escopeta. Sintio como un brazo le ahorcaba. La chica golpeo a quien la ahorcaba con su codo y se dio la vuelta. Era una figura encapuchada. Pero casi no tuvo tiempo de ver nada mas. La figura se volvio a abalanzar y Emma forcejeo para no caer. Pero la figura tenia mas fuerza y desprendia un olor a podrido. Emma doblo la rodilla. Tenia mas fuerza. Sintio como el encapuchado se acercaba a ella. De pronto, este le propino un certero testarazo. Emma retrocedio, cegada por el cabezazo y aturdida por el terrible dolor que sentia. Cayo al piso... vio como esa figura se le acercaba lentamente...
  • ¿Se pondra bien, enfermera? - dijo un chico moreno de ojos claros.
  • Nunca habia visto temblar a alguien asi... Quiza sean pesadillas... Hablare con el doctor Salinas para que reduzaca las dosis de la paciente... - dijo la enfermera, mirando el nombre de la paciente. - ... Emma Reyes.
Emma abrio los ojos. Estaba tumbada en medio de todo un circo. Desde donde estaba podia ver los asientos, las tribunas. Un olor nauseabuando le llegaba y le inundaba los pulmones. La chica fijo su vista en el techo... Le parecio ver...

Escucho pasos. Emma giro el cuello y vio que el encapuchado se le acercaba. Instintivamente, Emma se puso en pie y se aparto de el. El encapuchado se quedo a medio camino. Se bajo la capucha. Emma, debido a las sombras que proyectaba las carpas, no le pudo ver el rostro.

(Suena la cancion "La feria de Cepillin" - Yola Polastry)

El encapuchado la apunto con algo y Emma retrocedio. De pronto, escucho un sollozo y vio que la persona que estaba enfrente de ella temblaba. Sin previo aviso, se degollo el cuello.

Emma grito, debido a dos cosas. La primera fue la terrible impresion de ver como una persona se degollaba el cuello. La segunda, fue que la sangre le salpico en toda la cara. Emma se limpio y vio como la persona yacia en el suelo, temblando.

Emma dio un paso.

De pronto, dos cuerdas rompieron el silencio y se enrollaron alrededor de las muñecas de Emma, haciendola gritar. De pronto, estas la levantaron hacia el techo, varios metros por encima. Emma gritaba pidiendo ayuda. Una luz se encencio de pronto. La luz era tan fuerte que Emma solo veia un color blanco. Le empezaba a quemar los ojos. Las cuerdas se tensaron aun mas y Emma grito, puesto que empezaban a desgarrarle las muñecas. De pronto... una gota de sangre le cayo en la cabeza. Emma levanto la vista.

Habia una gran red encima de ella. Pero lo terrible era que en esa red habia un sin numero de cadaveres. Mujeres, niños... y...

Emma abrio mucho los ojos...

El cadaver mas cercano... era el de un chico moreno de ojos claros...
  • Que bien que nos dieran el alta, ¿verdad? - dijo un chico moreno de ojos claros, levantandose de la cama de hospital.
Emma grito. Grito de una forma que una persona grita cuando esta a punto de morir. Grito, grito, grito pero era inutil. Estaba sola y nadie la escucharia gritar.

Mis mas grandes saludos al señor M, quien me vuelve a sorprender.