(Agradecimientos a Alexandra por las ¿chorradas? que me contó sobre el camino de Santiago)
Emma Reyes, sentada, se erguía hacia adelante, respirando profundamente. Vestida deportivamente, hacía abdominales sobre una colchoneta. A su lado, Emma Lopez repetía el ejercicio de Emma Reyes y se limpiaba el sudor y los cabellos pelirrojos que le impedían ver. Emma Silverman sufría un poco al imitar los ejercicios de Emma Reyes pero conseguía hacerlos. Emma Santana también sufría, mas que Emma Silverman. Las 5 Emmas se ejercitaban al mismo ritmo...
¿5?
Emma a secas, quien estaba al final de todas las Emmas, estaba echada en el piso, incapaz de imitar los ejercicios. Parecía fundida, físicamente hablando...
- Venga, chicas, una mas... - dijo Emma Reyes.
- ¿Pero ti te crees que tengo fuerzas para hacer uno mas? Me duele ya el culo... - dijo Emma a secas.
- Eso te pasa por estar gorda... - dijo Emma Lopez.
- Reyes, controla a la pelo periodo esa... - dijo Emma a secas, señalando el cabello pelirrojo de Lopez.
- ¿Es que no pueden estar ni un minuto sin pelearse? Que niñas, por dios... - dijo Emma Silverman.
Emma Reyes empezó a marcar el paso de los ejercicios.
- A todo esto, chicas... ¿Que van a hacer estas vacaciones? - dijo Emma Reyes.
- Pues yo me voy una semanita a Mallorca, a relajarme... - dijo Emma Silverman.
- Yo quiero ir a las Azores, a ver la fabrica de anticiclones... - dijo Emma Santana.
- ¿¡La que!? - dijo Emma Lopez.
- Lo dice el hombre del tiempo, todas vienen de allí... - dijo Emma Santana.
- Ya que estas allí, tomate una foto en el monumento a los 3 demócratas... - dijo Emma a secas.
- Demócratas dice... - dijo Emma Silverman.
- Y tu, Emma... ¿A donde vas? - dijo Emma Reyes.
Emma a secas hizo un esfuerzo para hacer un abdominal.
- Pues me voy con el señor Cronopio a Marbella... Desde que le toco ese dineral en la lotería, lo encuentro bien guapo... - dijo Emma a secas. - ¡Felicitenme, par de petardas! Creo que ya es hora de sentar cabeza...
- ¿Tu? Que buen chiste... - dijo Emma Lopez.
Mientras las Emmas seguían cotilleando, un teléfono empezó a sonar.
- Uuuu... - dijo Emma Reyes, poniéndose de pie y limpiándose con una toalla. - ¿Quien sera?
Emma Reyes cogió el teléfono.
- Anda, pequeña Emma, si eres tu... - dijo Emma Reyes. - ¿Que? ¿Que te pase con Emma a secas? Pero cariño... - dijo pero se corto. - Vale, vale... ¡Emma! Es para ti...
- ¿Y que querrá esta de niña de mi? Ay, que cosa mas rara... - dijo Emma a secas, de mala gana. Cogio el teléfono y puso un gesto falso. - ¡Señora presidenta! ¿Que desea usted?
- ¿Pero porque coño eres tan falsa, tía? - dijo Emma Lopez.
Emma a secas se quito el teléfono, tapando el micrófono.
- Por si no lo saben, estúpidas, ya se acaba el mandato de la nena. Ella dice que ya se canso de jugar a las presidentas y que va a ceder su puesto a la Emma que considere mas apta. - dijo, sonriendo de emoción. - ¡Y esa voy a ser yo!
- Que te lo has creído... - dijo Emma Lopez.
- Oh, ¿Y quien me va a detener? ¿¡TU!? - dijo Emma, riéndose. Se volvió a poner el teléfono cerca de la oreja. - Dígame, señora presidente... ¿¡COMO DICE!? ¿¡Que planea dejar el puesto de presidenta... para mi!? - dijo Emma a secas.
- ¡Eso es injusto! - dijo Emma Reyes.
Emma a secas empezó a celebrarlo y hacer gestos obscenos hacia las demás Emmas. Emma Reyes, por el contrario, puso u gesto de asco.
- Oye Emma, que la nena te quiere decir algo mas... - dijo Emma Santana.
Emma a secas, conteniendo su alegría, cogió el teléfono.
- Dígame, cariño, dígame... - dijo. - ¿Como? ¿Que si conozco el "camino de Santiago"? "Pos" claro que si, algo tan español, tan cristiano... ¿Que si lo he hecho? Pues... no... No he tenido el placer... - dijo Emma, sonriendo.
Su sonrisa se borro en un segundo.
- ¿!QUE¡? ¿Como dices? Que... que... para demostrarte que las Emmas somos patriotas y cristianas debemos hacer la ruta jacobea contigo... los... los meses de verano... ¡¡¡A pie!!! Todo el camino de Santiago... ¿¡Salimos mañana por la mañana!? Pero... pero... ¡NO! Ni se te ocurra dejarle el puesto al señor Cronopio... Mierda... Vale, ¡Vale! A tus ordenes...
Emma a secas colgó el teléfono.
- ¡Niña de los cojones! Me ha jodido el verano... - dijo Emma a secas, agachando la cabeza, frustrada.
- Pero Emma, piensa que es una oportunidad única de demostrar tu patriotismo... - dijo Emma Santana.
- ¡Y una mierda! Yo ya se lo patriota que soy... Caguen en todo... - dijo Emma a secas.
- Ja... ja... ja... ¡Jódete Emma! - dijo Emma Reyes.
- ¡Jódanse ustedes! La nena me ha dicho que... O vamos todas... o le deja el cargo al señor Cronopio.
- ¿A ese imbécil? - dijo Emma Lopez. - Que no joda...
- ¡Así que vayan preparándose, par de petardas, que se vienen conmigo! - dijo Emma a secas.
- ¿El camino de Santiago? ¿Y que coño se hace allí? - dijeron todas y cada una de las Emmas.