(...)
(Silencio corto)
PSICÓLOGA: (Con voz grave) Dígame, señorita Reyes... ¿Como fue el origen de su claustrofobia?
EMMA: (Con voz seria) Era el mes de Setiembre, hace ya muchos años. Creo que tenia unos 7 años. Mi padre le pidió a mi hermano que me cuidara mientras yo cazaba mariposas en los campos del Valle de Olivos. Mi hermano Carlos lo hizo a regañadientes, debido que el quería pasar una tarde con su novia de ese entonces. Yo le dije que se venga con nosotros. Total... yo iba a estar a mi bola y ellos... Bueno, a lo suyo. Yo solo quería ver a mi hermano sonreír... (Silencio corto) A veces no se como paso. Solo recuerdo estar viviendo un gran momento, uno donde era feliz. Me gustaba cazar mariposas con mi vieja red. Reía, saltaba, gritaba... Pero de pronto, sentí que el suelo desaparecía bajo mis pies. Por instinto, agite las manos intentando agarrarme a algo, pero solo conseguí que un pequeño matorral cayera junto a mi a ese foso en medio del campo. Casi sobre mi brazo, golpeándome de una manera que pensé que me lo había roto. El matorral cayo encima mio, casi tapándome la cabeza. Perdí el conocimiento.
PSICÓLOGA: Continué...
EMMA: Cuando desperté, la lluvia arreciaba con mucha intensidad. El agua empezaba a filtrarse en el hoyo donde me encontraba. Sentía pánico, sentí miedo... Con tan solo 7 años, pensé que me iba a morir. Por primera vez, sentí el miedo de morir... Llore, grite... Pero todo parecía que era en vano. Haciéndome mucho daño a mi misma, me puse en pie. Mirando hacia arriba, supe que era imposible salir de allí. Grite... grite tan fuerte como nunca lo haré en mi vida. La garganta se me quebraba. Las lagrimas no dejaban de aflorar. La aceptación de la derrota empezó a hacer mella en mi pequeño cerebro y me senté, empezando a cerrar los ojos... cuando el agua filtrada ya se encontraba en mi cuello.
PSICÓLOGA: Siga...
EMMA: Recuerdo haber tenido un sueño... Una luz y alguien tendiéndome su mano... Luego solo veía el rostro de mi hermano, empapado, con los ojos rojos... pero feliz. Luego recordé que ascendíamos por ese hoyo. Pero a partir de allí, no recordé nada mas.
(Silencio largo)
EMMA: (Con un tono mas animado) Pero bueno, eso paso ya hacia muchos años. Nada que deba preocuparme.
PSICÓLOGA: De hecho, creo que minimizar sus efectos a largo plazo puede ser un grave error.
EMMA: (Con voz seria) Era el mes de Setiembre, hace ya muchos años. Creo que tenia unos 7 años. Mi padre le pidió a mi hermano que me cuidara mientras yo cazaba mariposas en los campos del Valle de Olivos. Mi hermano Carlos lo hizo a regañadientes, debido que el quería pasar una tarde con su novia de ese entonces. Yo le dije que se venga con nosotros. Total... yo iba a estar a mi bola y ellos... Bueno, a lo suyo. Yo solo quería ver a mi hermano sonreír... (Silencio corto) A veces no se como paso. Solo recuerdo estar viviendo un gran momento, uno donde era feliz. Me gustaba cazar mariposas con mi vieja red. Reía, saltaba, gritaba... Pero de pronto, sentí que el suelo desaparecía bajo mis pies. Por instinto, agite las manos intentando agarrarme a algo, pero solo conseguí que un pequeño matorral cayera junto a mi a ese foso en medio del campo. Casi sobre mi brazo, golpeándome de una manera que pensé que me lo había roto. El matorral cayo encima mio, casi tapándome la cabeza. Perdí el conocimiento.
PSICÓLOGA: Continué...
EMMA: Cuando desperté, la lluvia arreciaba con mucha intensidad. El agua empezaba a filtrarse en el hoyo donde me encontraba. Sentía pánico, sentí miedo... Con tan solo 7 años, pensé que me iba a morir. Por primera vez, sentí el miedo de morir... Llore, grite... Pero todo parecía que era en vano. Haciéndome mucho daño a mi misma, me puse en pie. Mirando hacia arriba, supe que era imposible salir de allí. Grite... grite tan fuerte como nunca lo haré en mi vida. La garganta se me quebraba. Las lagrimas no dejaban de aflorar. La aceptación de la derrota empezó a hacer mella en mi pequeño cerebro y me senté, empezando a cerrar los ojos... cuando el agua filtrada ya se encontraba en mi cuello.
PSICÓLOGA: Siga...
EMMA: Recuerdo haber tenido un sueño... Una luz y alguien tendiéndome su mano... Luego solo veía el rostro de mi hermano, empapado, con los ojos rojos... pero feliz. Luego recordé que ascendíamos por ese hoyo. Pero a partir de allí, no recordé nada mas.
(Silencio largo)
EMMA: (Con un tono mas animado) Pero bueno, eso paso ya hacia muchos años. Nada que deba preocuparme.
PSICÓLOGA: De hecho, creo que minimizar sus efectos a largo plazo puede ser un grave error.
EMMA: (Extrañada) ¿A que viene eso ahora?
PSICÓLOGA: Podría decir que ciertos momentos de su vida, que en teoría están totalmente aislados y separados, pueden converger en un mismo punto. Y eso es lo que quiero descifrar...
EMMA: (Burlona) ¿Y te has parado a pensar que solo es lo que tu quieres ver?
(Silencio corto)
PSICÓLOGA: (Sonido de alguien removiendo unos folios) Usted cayo por un agujero, en las montañas del Valle de Olivos. Estuvo allí casi por una noche, justo cuando cayo una terrible llovizna. La encontraron con un principio de hipotermia y a punto de morir ahogada.
EMMA: (Silencio)
PSICÓLOGA: Dígame... (Curiosa) Cuando todo eso paso... ¿Sintió miedo al pensar que ya no era como la gente normal?
EMMA: (Sorprendida) ¿¡QUE!? ¿Miedo? (Fríamente) Sentía miedo, pero era cada vez que mi cerebro interpretaba un espacio cerrado como recordatorio de una muerte cercana. Seria muy idiota que me asustara no ser como la gente normal.
PSICÓLOGA: Claro, lo olvide... ¿De verdad parece usted alguien normal? (Risa)
EMMA: (Enfadada) ¿Que me esta queriendo decir, Silverman? ¿Que yo padezco mi trauma infantil para empatizar con la sociedad? ¿Hacerme la victima? No...
PSICÓLOGA: No a la sociedad... Pero no seria la primera vez. Como vera, señorita Reyes, la gente suele hacer las cosas sin darse cuenta. Es por ello, que cuando algún experto en la materia, en este caso psicólogos, les hacen ver sus "cosas" inequívocas, estos lo niegan hasta la terquedad. De hecho, si me permite confesarle, muchos han creído que los psicólogos malinterpretamos. Pero no... Son ellos que no quieren aceptarlo.
EMMA: (Aburrida) ¿Tengo pinta de que me importe, Silverman?
PSICÓLOGA: (Riendo) Debería... Es decir, eso mismo es lo que acaba de hacer. Acaba de negar, en cierto modo, lo que dije. Incluso recurrió a las falacias para dejar claro que... "No".
EMMA: (Irónica) ¿Ahora resulto que deducir lo que insinúas es recurrir a falacias?
PSICÓLOGA: Dígame entonces... Usted sufrió esa terrible experiencia. Algo que marcaría a cualquier persona. Pero hizo algo que muy pocos harían. Desvió el resultado de ese "mejunje" de frustraciones hacia un objetivo... a una persona en concreto...
EMMA: (Aburrida) ¿Tengo pinta de que me importe, Silverman?
PSICÓLOGA: (Riendo) Debería... Es decir, eso mismo es lo que acaba de hacer. Acaba de negar, en cierto modo, lo que dije. Incluso recurrió a las falacias para dejar claro que... "No".
EMMA: (Irónica) ¿Ahora resulto que deducir lo que insinúas es recurrir a falacias?
PSICÓLOGA: Dígame entonces... Usted sufrió esa terrible experiencia. Algo que marcaría a cualquier persona. Pero hizo algo que muy pocos harían. Desvió el resultado de ese "mejunje" de frustraciones hacia un objetivo... a una persona en concreto...
EMMA: (Seriamente) ¿Y eso a que viene ahora?
PSICÓLOGA: Nada que no podamos hablar en la siguiente sesión...
(Silencio largo)
(Silencio largo)