domingo, 18 de mayo de 2014

Historia de una mente brillante - Prologo

Un hombre contemplaba una vela encendida.
  • Fue tan fácil... Basto con un par de llamadas atemorizantes para que se pusiera en marcha mi plan. Nunca sospecho que lo que ella creía que eran amenazas, en realidad eran pasos que debía seguir. Y con el miedo taladrándole el cerebro, hizo lo que yo quería que hiciera. Alerto a su pequeña mundo, se resguardo, previo todas y cada uno de los posibles movimientos que haría hacia ella... Pero no previo una jugada maestra... Cuanto mas retrocedía, mas cerca estaba de mi.
El hombre apago la vela con la yema de sus dedos.

  • Es decir... Bueno, digamoslo así: De joven practicaba boxeo. Me gustaba. No por un afán violento... No, no, no... Eso de la violencia lo descubrí años después. Era mas bien el titulo que se le daba al boxeo: El noble deporte. En ese deporte aprendí una cosa: Si tu rival te golpea, te empieza a hacer daño y lo único que quieres es que te deje de golpear... nunca... ¡Nunca!...Nunca retrocedas. Es el peor error de todos.
El hombre soplo, esparciendo el humo que salia de la vela apagada.

  • Cuanto mas retrocedes, tu rival mas te pega, mas te cierra los espacios. Y al final, conseguirás lo opuesto a lo que querías...Estarás contra las cuerdas y estarás perdido.

El hombre inhalo un poco de aire.

  • Algo así paso con ella... Se aisló tanto, se protegió tanto... Que fue tan fácil llegar hasta ella... ¿Como? Fácil... Al estar tan protegido, poca gente sabia de ella, debían de saber de ella, para asegurarse que estaba bien. Eso mismo... el saber de ella. Otra cosa es al estar con miedo, se vuelve previsible, no varia sus movimientos, por miedo a que la sorprendan. Y ahí estaba yo, sirviendole un café o dándole la barra de pan del día... No recuerdo cual era... Pero tenia que examinar de cerca a mi victima si quería...
El hombre resoplo.
  • Pero no la intoxique, si es que eso creen. No soy esa clase de persona. Me gusta algo mas original...
El hombre agacho la vista. Una caja de herramientas yacía en sus pies.
  • Solo intento probar un punto. Solo eso...
El hombre se puso en pie.
  • Fue fácil cortar los frenos de su coche. Nunca lo sospecho. O quizá si... No me explico ya que fue verme y salir corriendo. Se subió al coche y piso el acelerador, huyendo de mi. Me había estropeado el plan. Días antes había instalado una cámara en su interior. Tenia un primer plano del asiento del piloto. Pero no me dio tiempo de llegar a mi ordenador y ver la expresión de su rostro cuando el freno no funciono. Y lo que es peor... no pude instalar el walkie talkie para poder decirle,en el momento que entro en pánico... Poder decirle: "¡SORPRESA!"
El hombre extrajo de su bolsillo una moneda antigua de 5 pesetas.

domingo, 11 de mayo de 2014

Algo para un dia frio - Prologo

(Esta historia pertenece a la Saga Definitiva - Saga Especial)

Pablo Ibañez miraba el cielo estrellado. No de una forma que te invita a reflexionar...ni mucho menos de una forma dramática. Miraba el cielo con gesto de preocupación. Era la tercera vez que llegaba a esa habitación que tenia el techo destruido. 

Aquello no significaba nada bueno.

Bueno si, solo significaba una cosa: El psiquiátrico abandonado donde estaba era un jodido laberinto.

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En primer plano, un panfleto turístico mostraba una casona victoriana. A su lado, un recorte de periodico. En este, se podía leer:

El psiquiátrico Leticia XVI fue fundado en 1902. El nombre se debió a su fundadora, la marquesa Leticia XVI ya que financio la creación de un psiquiátrico de primer nivel para albergar a los enfermos mentales de la antigua ciudad de Madrid. Ubicado en la periferia de la capital, el psiquiátrico cuenta con amplios campos y una gran casona de estilo victoriano principal donde ofrecer la seguridad y el confort para la trata de mentes enfermas.

Pero la normalidad de este sitio acaba allí. Durante años no ha estado exonerado de muchos misterios, criticas y hasta miedo por parte de la población. De primeras de cambio, su fundadora acabo siendo una paciente mas de ese sitio, suicidándose meses mas tarde, sin razón aparente. Desde la muerte de su fundadora, el psiquiátrico paso a albergar a todo tipo de enfermos mentales y es allí cuando empezaron las criticas. Criticas como el maltrato hacia los enfermos, torturas, falta de higiene, etc, fueron los principales argumentos de la gente que quería cerrar el psiquiátrico a toda costa. Pero el estallido de la guerra civil hizo que el psiquiátrico renovara fuerzas y albergara a todos aquellas personas que el gobierno republicano considerara un enfermo. Posteriormente,el régimen franquista siguió esta tradición pero agregando a muchos opositores a su régimen, tachándolos ante la sociedad como dementes y teniendo una excusa para encerrarlos en el psiquiátrico y deshacerse de un posibles rivales políticos.

Pero no fue hasta 1980, 5 años después de la transición española, que el psiquiátrico sufrió su peor y ultima crisis: Un motín provocado por los internos puso en jaque a todo el personal de seguridad. La policía fue alertada y se dispuso a tomar el psiquiátrico, mas que nada para preservar la seguridad de la comunidad de Madrid, ya que había preocupación de que los internos escaparan y vagaran por las calles de la capital.

Pero fue allí cuando todo se torno de un color misterioso.

Según fuentes de la policía, a las 20:14 horas de la noche, se recibió una llamada proveniente del psiquiátrico. No era del jefe de seguridad ni de la enfermera jefa. Era de un paciente. El tono de su voz indicaba que se encontraba malherido. Pronuncio ciertas palabras antes de que la conversación terminara. Las palabras que dijo fueron las siguientes:

"El guardia Alcántara esta muerto. La doctora Penelope también. Y yo..."

La terrorífica llamada termino en ese momento. La policía preparo un gran operativo, llevando a un gran numero de agentes. Pero al momento de llegar psiquiátrico se dieron cuenta que fue inútil.

Todos, sin excepción, estaban muertos.

Fue aquí donde el psiquiátrico Leticia XVI se gano la fama de sitio maldito. La policía atribuyo la masacre al motín y a problemas de abastecimiento en materiales de seguridad de los guardias. Cuando la prensa del momento recibió la noticia, estallo huelgas de cierto sector de la sociedad,considerando al lugar "maldito", "poseído" y "endemoniado". 

Quizá por resguardar las composturas o para no erigirla como sitio de culto, el psiquiátrico Leticia XVI fue clausurado y, con el paso del tiempo, desapareció de la memoria de sus habitantes. A día de hoy, el lugar se encuentra totalmente prohibido para los ciudadanos. Aunque quizá no haga falta poner cierta restricción, teniendo en cuenta lo que paso.

Conmemorando el 30 aniversario de su cierre, esta nota periodística trata de rememorar lo que puede pasar cuando se trata sin delicadeza a gente que puede llegar a ser ciertas bombas de tiempos. Pero aunque el tiempo haya llenado de maleza su territorio y haya sido prácticamente olvidado por las generaciones, el psiquiátrico Leticia XVI todavía conserva esa aura de misterio. Y esa aura se traduce en 3 palabras:

¿Que paso exactamente?

Pablo Ibañez - ABC 11 de Mayo del 2010