jueves, 26 de julio de 2012

El divan de Emma Silverman - Primera Sesion

Emma Silverman se servia un vaso de café. La mañana empezaba y el sol mandaba sus primero rayos y la estancia empezaba a tomar forma y color. El café, espantoso, hizo que Emma se despejara. Ese día empezaba su aventura como autónoma. 60 euros la sesión de terapia con la psicóloga mas carismática de Madrid... al menos eso decía su madre, allá en el pueblo. ¿El problema? Que como primer paciente tendría a un pseudo puber cuyos padres habían condenado con su nombre: Cronopio Videla García. Emma pensó si sus padres eran del club de fans de Cortazar. La psicóloga ordeno sus notas y se preparo para la llegada de su paciente.

El timbre sonó y Emma se acerco a abrir la puerta. En el felpudo había un joven de lo mas normal. Delgaducho, alto, desgarbado, con gesto de estúpido. Detrás de el, su familia con gesto elegante y ridículo. Emma le sonrió y le hizo pasar. Esperaba que sus años en la universidad le hicieran dar una buena imagen de profesionalidad.
  • Buenas días, joven Videla y familia. - dijo Emma. - Me llamo Emma Silverman y seré tu psicóloga por el resto de sesiones que nos haga falta para poder superar ese pequeño trauma que tienes con respecto al nombre que tus padres te pusieron. - dijo y les sonrió a los progenitores.
  • Para empezar... Yo no se que mierda hago aquí. Segundo, usted esta encantada de la vida por la pasta que se van a gastar mis padres. De seguro finjira escucharnos mientras repasa la lista de la compra. - dijo el joven Cronopio.
Los padres se avergonzaron.
  • Bien, esta claro que esto va a ser entretenido. - dijo Emma. - Me habéis contado que vuestro hijo tiene ciertos complejos con el nombre que le habéis puesto. Para empezar, hay que centrarse en el origen de todo: la familia. ¿Fuisteis vosotros quienes decidieron el nombre o fue por votación familiar? 
  • Eso es lo de menos, ya que mis padres están en crisis. - dijo un joven.
  • ¿Como te llamas? - dijo Emma, mirando al chico.
  • Pablo... Soy el hermano menor de... Cronopio... - dijo y sonrió de manera picara.
  • Vale. Empezaremos por solucionar los problemas conyugales de vuestros padres. Así ellos harán piña para desaparecer ese complejo que tienes, ayudado por mi, obviamente. - dijo Emma. - La base de toda pareja es la comunicación y la sinceridad. Pablo... ¿Como ves a tus padres?
  • Pues mi padre es un idiota con aires de triunfador y mi madre es una adicta a técnicas y/o deportes que le proporcionen paz mental que no puede conseguir ella sola. - dijo Pablo.
  • Bien, es un comienzo. - dijo Emma, aguantándose la risa. - Señor Videla... ¿Algo que decirle a su esposa?
  • No, nada... - dijo el señor.
  • Yo si. - dijo la señora Garcia, la madre. Parecía nerviosa. - No puedo soportar ver a mi hijo sufriendo por su nombre y la explicación la tengo yo.
  • Alli, alli... - dijo el joven Cronopio, asintiendo con la cabeza.
  • Mi mujer es la que puede ayudarlo, señorita y ademas...
  • Cronopio no es hijo tuyo. - dijo la señora Videla.
Se produjo un silencio mortal. Se podía escuchar el zumbido de una avispa al otro lado del cristal. Emma se quedo como si le hubieran dado un cachetada. Aunque lo suyo no era nada comparado con el gesto del señor Videla.

  • ¿Que? - dijo el joven Cronopio.
  • Bueno, creo que por hoy ya hemos hecho mucho... - dijo Emma, intentando salvar el desastre que se venia encima. Tarde...
Cinco segundos mas tarde, estaban todos de pie menos Emma. El señor Videl se tumbo en el sofa, sin creerselo. El joven Cronopio se puso en pie y empezo a pasear por el divan sin creerselo.
  • ¡Mama! - dijo, furioso.
  • Cronopio, sientate hijo, estamos haciendo el ridiculo... - dijo la madre
  • ¡No! ¡Dime ahora mismo quien es mi padre! - dijo el joven Cronopio.
  • ¡Que mas da, si fue hace mucho tiempo! - dijo la madre.
  • ¡Mama! - dijo el joven Cronopio, enfadandose mas.
  • Papa... ¿Estas bien? - dijo Pablo, el hermano.
  • Regular... - dijo mientras se tocaba la frente.
  • ¡Mama! - volvió a decir el joven Cronopio.
  • Lionel Boquerini... - dijo la madre. - Lionel, se llama...
  • ¿¡Boquerini!? ¡¡Pero eso es italiano!! - dijo el joven.
  • Argentino. Nos conocimos cuando fue de voluntaria con la Cruz Roja a Rio de la Plata. El estaba en el sindicato de comerciantes. - dijo la madre. - Era un habido lector de Cortazar. Fue una noche maravillosa. Tanto que en honor a ese amor efímero, te puse ese bello nombre que ahora llevas.
  • ¡Esto es la ostia! ¡Es la puta ostia! - grito el padre, poniéndose de pie.
  • Cariño, fue una noche tonta. Tu y yo no nos habíamos casado por aquel entonces... - dijo la madre.
  • ¡Claro, coño, nos casamos porque tu te quedaste embarazada y nuestras familias nos presionaron! - dijo el padre.
  • Osea... que eres hijo de un sindicalista argentino... - dijo Pablo, sonriendo.
  • ¡Pablo! No tiene gracia... - dijo la madre, reprendiéndole.
  • ¡Joder con la puta terapia! ¡Papa, venimos a intentar solucionar mi problema y descubro otra cosa de la cual no estaba preparado! - dijo el joven Cronopio, acercándose al señor Videla.
  • Tu cállate, que no eres hijo mio... - dijo y le dio la espalda. - Pablo, hijo, siento haberte apartado estos años... Hay que recuperar el tiempo perdido.
  • A mi no me lies. Quiza... quiza yo tampoco soy hijo tuyo... - dijo el chico.
  • No... Tu si lo eres, Pablo... - dijo la madre.
  • ¡¡¡STOP!!! - dijo Emma, con toda la elegancia que pudo. - Me ha encantado esta historia sobre vuestros arboles genealógicos pero siento decirles que nos hemos saltado casi 1 año de terapia y yo vivo de esto, así que si no os importa, debemos analizar vuestras respectivas carencias afectivas y falsas expectativas basadas en modelos sociales. Asi, que por hoy hemos... quiza no avanzado pero si hemos empezado por algo: el origen del nombre de vuestro hijo. Bueno... de uno de ustedes. - dijo la psicóloga. - Continuaremos la proxima sesion, si fueran tan amables.
La familia se despidió y se fueron. Todavía se podía escuchar los gritos de discusión.

  • Ufff... - dijo la psicologa. - Para ser el primer dia no ha estado tan mal. Desde luego, esto de las terapias tiene un gran mercado. Pensé que seria algo facil y al final he descubierto una mina de oro... Esto les llevara muchas sesiones. Bueno... ahora me ire a desahogar un poco. - dijo la psicologa.
Emma Silverman guardo su cuaderno de apuntes y se relajo en su cómodo sofá, en aquel diván en pleno centro de Madrid.


sábado, 21 de julio de 2012

La fiesta del Sol - Epilogo

Mario no conciliaba el sueño. Tenia tantas cosas para pensar. Las ultimas horas habían sido un autentico torbellino de aventuras y sensaciones fuertes. Mario escuchaba los ronquidos de Dominique, la respiración aguda de Angie, los cambios de postura de G/Cinthia... Pero Mario contemplaba la luna... Nunca había creído en leyendas...  ¿Pero las leyendas no tenían una base real e histórica?

Mario se puso en pie en silencio. Se libero de los brazos de G/Cinthia, cruzo la habitación con cuidado de no tropezar con Angie y salio hacia afuera. Era una noche fresca, bañada por el claro de la luna. Las montañas del altiplano parecian gigantes dormidos. El frio era terrible, pero Mario no sentia eso. Empezo a caminar, alejandose cada vez mas del pueblo. La altura, lo dificil del camino y sus suelas gastadas hicieron que Mario empezara a cansarse... pero el corazon le letia a mil por hora. Su cerebro empezaba a creer en algo... despues de mucho tiempo.

Mario caia, resbalaba, sentia su sangre brotar de distinta spartes de su cuerpo cuando bajaba alguna corniza. Pero seguia, porque sabia lo que tenia que hacer... Algo le marcaba el camino, algo en su interior le decia a donde tenia que ir...
  • La Hanan Pacha... el mundo celestial... donde habitan los dioses... - dijo Mario. Elevo su vista al cielo.
Bajo una pendiente, resbalando y cayendo. Se puso en pie al instante.
  • Año 1532... Los hombres blancos arribaron al valle del rio "Biru"... - dijo Mario. Cerro los ojos y sintio una rafaga de humedad en su rostro.
Mario salto. Se colgo de un arbol, trepo y volvio a saltar, esta vez para caer al suelo y seguir.
  • Atahualpa intento negociar con los conquistadores... Les ofrecio 2 cuartos llenos de oro y plata hasta donde llegara su mano... 2 metros de puro oro y plata. El oro vino de todas las partes del imperio... Lo ejecutaron igual... - dijo Mario.
Mario salto, cayo y rodo. Siguio andando.
  • Dicen que Pizarro lloro su muerte... - dijo Mario, quitándose las ramitas de su ropa.
Mario se agacho, esquivo una rama y siguio caminando.
  • Pero no todos creyeron ciegamente en la bondad de los hombres blancos... Hubo algunos que "traicionaron" al inca y robaron el oro y lo guardaron en un lugar borrado de la memoria de las panacas... Y ese lugar es...
Mario se detuvo de golpe. Recordo el poema que le dijo la mamacha de 105 años...

Bajo los mil ojos de Wiracocha...


Mario levanto la vista. El cielo estaba totalmente estrellado. A lo lejos, dos estrella brillaban. Estaban ubicadas de una manera colindantes.

Descansa el tesoro de todo un imperio... 
  • El imperio...- dijo Mario.
Un imperio que abarco los sendos bosques guayaquiles hasta la tierra de fuego y el rio de la Plata... 
  • Ecuador... y Argentina con Chile. - dijo Mario.
Protegido por las Acllas y por la eterna, vasta y pura Pachamama...
  • ¿Acllas? Las Acllas son las virgenes del imperio. ¿Que querra decir con...? - dijo Mario y abrio los ojos. Estaba rodeado de arboles... de un bosque... de un bosque... - ... virgen... - dijo Mario, pensando. ¿Eterna, vasta y pura Pachamama? - dijo Mario y se dio cuenta. Agacho la vista. - La tierra...
Solo un verdadero Tunquiri, vastago de una estirpe dominante podra saber donde se encuentra el tesoro y asi recontruir nuestro imperio
  • ¿Que quiere decir eso...?
Elevarlo hasta los confineres del dios Inti...

Mario levanto la cabeza... "El dios Sol..."

Y espantar a los horrorosos hombres palidos, con vello en el rostro y sentados en la crin de aquellas bestias, cuyos rebuznos provocan la ira del dios Wiracocha...

Mario fue traicionado por sus oidos... Pudo escuchar el sonido de una estampida. Bestias del tamaño de gigantes se erguian delante de el. Mario veia las patas delanteras de un caballo gigantesco. Las herraduras brillaban...

Mario abrio los ojos. Estaba en un amplio terreno lleno de musgo, arboles y vegetacion. Pero sabia que no era solo eso... Sabia que debajo de sus pies, debajo de toda esa tierra virgen... se hallaba el mayor tesoro que jamas se podría imaginar... Pero...¿Era digno de desenterrarlo? Podía equivocarse, dado que...
  • No soy un Tunquiri puro... Tengo gotas de sangre conquistadora por parte de mi madre. Quiza me equivoque con la solución del acertijo... Pero... ¿Que saco desenterrando un tesoro con mas de 400 años de antigüedad? Respeto a mis antepasados... Pienso... pienso que lo mejor sera...
  • Dejarlos reposar... - dijo una voz.
Mario se dio la vuelta. G/Cinthia le hablaba desde un árbol. Llevaba un camisón abierto y su piel brillaba bajo el claro de la luna. Estaba... irresistible.
  • ¿Me has seguido? - dijo Mario.
  • Soy de sueño ligero, ¿recuerdas? - dijo la chica. - ¿Todavia crees en la leyenda que te conto la mamacha?
  • Supongo que siempre me han atraido los acertijos. ¿Pero de verdad soy alguien para descubrirlo?
  • Lo que haya o no bajo esta tierra...da igual, Mario. Le has echado mucha importancia... ¿De verdad vas a etsra tranquilo si lo llegaras a desenterrar y lo gastaras, sabiendo que esa no era su finalidad? Yo no soy nadie para decirte lo que debes hacer... Venir a la serrania peruana ha sido lo mejor... para encontrarnos a nosotros mismos. Yo he aprendido a valorar muchas cosas y tu... has aprendido a creer un poco. Solo un poco... como un granito de azucar en 100 litros de agua. - dijo G/Cinthia.
Mario se arrodillo. La tierra... estaba limpia, lisa, perfecta... En otras palabras, estaba "virgen". Mario medito varios segundos, imaginandose que debajo de todo aquello habia algo inimaginable... Era ironico que Mario haya descubierto el lugar exacto... pero sabia que no era digno de desenterrarlo. Ademas...¿Que sentido tendria? El imperio habia caido, los indigenas se mezclaron, la sangre inca ha quedado relegada a ciertos pueblos... No tenia sentido...
  • Solo un verdadero Tunquiri lo hara... yo no soy digno. - dijo Mario, poniendose de pie.
  • Descubriste donde estaba. Es algo que quiza... se sientan orgullosos ciertas personas... - dijo G/Cinthia.
Ambos chicos se alejaron de aquel lugar.
  • Dime que valio la pena, G/Cinthia - dijo Mario.
  • Para mi, si. Segun dicen los expertos, el valor del rescate de Atahualpa estuvo valorado en 647 mil millones de dolares, asumiendo los valores del oro y de la plata actuales. - dijo la chica.
  • Eso fue solo 2 cuartos... ¿Te imaginas el oro de todo un imperio, de todos lo rincones de Sudamerica?
  • Quiza no signifique eso. Quiza se referia a algo que haga revivir el imperio. ¿Porque tiene que ser oro? Yo pienso... que estas tierras sirven para darse cuenta de que en el fondo de nosotros esta el tesoro para levantarnos y erguirnos de nuestras cenizas, como el ave fenix. No oro, no plata... ¿De verdad crees que el imperio habría vuelto con el oro y la plata? Habría vuelto con la cooperación de las etnias incas... Lo que entendemos por tesoro no se encuentra bajo tierra... Se halla en el...  - dijo G/Cinthia.
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Mario dormitaba en su tienda de campaña. Por la rsgadura de la tela, el chico veia el cielo estrellado. G/Cinthia dormitaba a su lado. El sueño lo vencia...

Mario abrio los ojos fuertemente.

Bajo los mil ojos de Wiracocha...
  • Las estrellas - dijo Mario.
Protegido por las Acllas y por la eterna, vasta y pura Pachamama...
  • Estas tierras virgenes... Tierra sobre la cual duermo... - dijo Mario.
Elevarlo hasta los confineres del dios Inti...


Mario hincho el pecho al respirar.
  • El cielo arriba, la tierra debajo... ¿Que esta en medio? Yo... ¿Que se eleva hacia el sol? Mi pecho al respirar... ¿Y que es lo principal que contiene el pecho de cualquier persona? - dijo Mario en un susurro.
Mario sonrió. Su sonrisa no se apago. Cerro los ojos, deseando que llegara el dia siguiente... G/Cinthia tenia razón. Siempre tuvo razón.

jueves, 19 de julio de 2012

Tradiciones G/Cinthianas Parte 3

G/Cinthia disolvía una pastilla efervescente en un vaso con agua. Mario hacia sonidos raros...
  • G/Cinthia, atención por favor... Estas podrían ser mis ultimas palabras... - dijo el chico, con los ojos cerrados.
  • ¡Que pena! Me estaba entrando unas ganas de reproducirme... - dijo G/Cinthia mientras removia el contenido el vaso con una cuchara.
  • Bueno, puedo hacer un ultimo esfuerzo sobrehumano... ¿Tienes ganas? - dijo Mario, ilusionado.
  • Uy, ya se me fueron. Cosas de los estrogenos, Mario... Van y vienen las sensaciones... - dijo G/Cinthia - Toma, bebetelo antes de que la cabeza te de vueltas...
Mario trago todo el vaso y puro cara de haber mordido un ajo.
  • Bueno, ¿Que tal estas hoy? - dijo G/Cinthia.
  • Mal... espero que haga efecto rápido...
  • Si, bueno... Quien dice eso, puede decir que vas a empeorar... pero bueno, habrá que confiar en lo que pone la receta y...
  • G/Cinthia... ¿Me cuentas otro de tus cuentos? - dijo Mario, poniendo ojos brillosos.
  • A este paso voy a ser la nueva Esopo... Veamos... - dijo  G/Cinthia, pensando.
Mario apoyo su cabeza en el hombro de su novia.
  • Había una vez un padre de familia provinciano que vino a la capital limeña con ansias de triunfar. Junto con su esposa e hijos, se asentó en la casi desconocida avenida Las Flores. Por aquel entonces era solo pampa y mucha tierra, llena de familias jóvenes y provincianas. El padre de familia empezó trabajando en un almacén. Tal era su desempeño, que el jefe le permitía llevarse algunas cosas a casa. Cabe recordar que en aquellos años, la gente y las cosas abundaban. Peru no siempre fue un país pobre. El caso es que este padre pensó en formar un negocio. Con las cosas que su buen patron le proporcionaba, el padre de familia abrio su negocio, ilusionado de dar un futuro a sus casi 4 hijos. El negocio marchaba de manera normal hasta que ocurrio la primera desgracia: les robaron. - dijo G/Cinthia. - La familia rozo la desesperación, pero el padre les alentó a salir adelante. Volvieron a abrir el negocio y se pusieron a trabajar de manera honrada. Empezaron a remontar... hasta que los vándalos volvieron y dejaron sin nada al negocio de aquel padre de familia. La desesperación era terrible. La madre entro en depresión, los hijos lloraba, el padre se tiraba de los pelos por todo el dinero perdido. Tal fue la crisis, que no tenia dinero ni siquiera para alimentar a sus hijos. La situación era critica. El padre salio en busca de trabajo, puesto que el negocio le dejo un trauma. Pero el racismo de aquella época se lo impidió. La gente lo quería explotar y no vería paga hasta casi 2 meses después. El padre, derrotado, se sentó en un parque a las 10 de la noche. Comenzó a llorar, puesto que no quería llegar a casa y ver a sus hijos morirse hambre. Las lagrimas surcaban su rostro. Lloro de rabia como nunca, de una manera imposible de imaginar para un adulto. De pronto... ocurrió. A lo lejos vio que una señora era victima de un robo a mano armada por otra persona. Estaban muy lejos y la oscuridad de la noche no dejaba ver muy bien a las 2 personas. El padre de familia corrió hacia ellos. El ladron forcejeo con la señora, pero al ver que el padre de familia se acercaba, echo a correr. La señora le persiguio y ambos desaparecieron. El padre se quedo mirando el lugar de los echos, sin asimilar lo que acababa de pasar. Entonces lo vio. Había una cartera en el suelo. Estaba vieja y no parecía propio de una señora como la que había visto. El padre recogió la cartera y cual fue sorpresa que tenia fajos y fajos de billetes. No lo penso 2 veces, se guardo la cartera y volvió a su casa. Aquella noche, el padre no perdio tiempo y compro alimentos como para todo un mes. Del dinero total, lo uso para abrir su negocio pero con un sistema mejorado de seguridad. Sus hijos volvieron a sonreír, la madre sonrio y le dio las gracias al padre por "romperse" el lomo... Pero el padre sabia la verdad. Volvio al lugar de los hechos y indago acerca de la señora. Tal fue su sorpresa que ningún vecino escucho nada la noche anterior, ningún grito pese a que la señora berraba mientras forcejeba con el ladrón. Pregunto a los guardianes nocturnos y ninguno vio a una señora que coincidía con su descripción. El padre se sentó en el parque y se puso a pensar... Quiza... quizá fue un regalo divino. Se sentía mal, porque se podía considerar un ladrón... pero también sabia que lo había usado en un buen fin. El padre lloro, dio gracias a Dios y se prometió nunca mas hacer pasar hambre a sus hijos. Y vaya que lo lograria...
G/Cinthia termino el cuento de una manera epica. Mario dormitaba a su lado.
  • MArio... - dijo G/Cinthia.
  • ¿Basado en hechos reales?
  • Mi niñera me conto esa historia cuando tenia 10 años... - dijo G/Cinthia.
  • Me ha recordado a un poema... - dijo Mario.
  • ¿Pero tu lees poemas?
  • Si quieres te digo uno, ahora, improvisado. - dijo Mario, carraspeando. - "Te quiero como la mierda, te pienso hasta cagando... cada pedo que me tiro, es un beso que te mando..."
  • ¡Estupido!

    Historia de Emmas y Cronopios - Agradecimientos

    • No... he dicho que no. - dijo Emma Silverman.
    Se hallaban en la calle doctor Nicolas Herraiz, enfrente de una sucursal del banco BBVA, en plena serranía de Cuenca. En el pueblo de Priego, Emma salia de una tienda de chucherías y periódicos, ubicada enfrente del banco; Emma López hablaba por teléfono en uno publico, la pequeña Emma jugaba con una cuerda y Emma Reyes suplicaba a una mujer rubia. El tiempo era bueno y el trafico no era tan jodido como la capital.
    • Me pregunto porque estamos aquí, con lo a gusto que estaríamos en el diván... - dijo Emma López, colgando el teléfono.
    • Porque el aire de la sierra siempre es mejor al de la capital... Solo a Condori se le ocurre montar mi diván cerca de la estación de Atocha... - dijo Emma Silverman, enfadada.
    • ¿Ah... pero ya tienes historia propia? - dijo la pequeña Emma.
    • No... pero estoy en proyecto. Soy la única mujer de 30 años que no tiene medidas físicas. Soy mas plana que un trozo de madera. - dijo Emma Silverman.
    • De seguro te pondrá pechos, como a todas nosotras... - dijo Emma, comiendo unas gominolas. - Condori es un enfermo...
    • En fin... ¿ Podrías pensártelo, por favor? - suplico Emma Reyes.
    • Vale, pero no quiero peleas, ¿eh? - dijo Emma Silverman. - Emma, vete a comprar un ABC, por favor.
    Emma se encogio de hombros y se fue. Emma Silverman espero que se fuera para hablar:
    • ¿Asi que quereis que haga que Emma supere un trauma? Pues eso no estan facil como parece... - dijo la psicologa.
    • Asi es. Asi que, Emmas, ni por asomo mencionen el nombre de... - dijo Emma Reyes, mirando a todos lados. - No mencionen el nombre de Sacha delante de Emma, porque tendra un ataque de ansiedad y se puede caer aqui mismo. Ya sabes que ella no quiere que la entierren en España y menos en Priego... motivo por el cual llegamos a las manos cuando me dio sus explicaciones al preguntarle porque odiaba Priego. En fin, ya saben chicas... nada de decir el nombre de Sacha.
    • Vale - dijo Emma Lopez
    • Okidoki... - dijo la pequeña Emma.
    Emma volvio cabizbaja al lugar donde estaban las Emmas. Juntas siguieron caminando hasta llegar a la fuente del pueblo. Las Emmas se sentaron en el borde. Emma Reyes empezo hablando de cualquier cosa...
    • Por cierto, ¿Habeis visto la ceremonia de los Oscar? Fue bonita... - dijo Emma Reyes.
    • Si, fue espectacular. - dijo Emma Silverman.
    • ¡Ah si! ¡Yo vi que un actor la lio parda! Se le ocurrio ir vestido de dictador... Fue buenisimo... Se llamaba Sach... - dijo Emma Lopez, pero se corto ella misma.
    Emma giro el cuello aterradoramente. Las Emmas se quedaron de piedra.
    • ¿Como dices que se llamaba? - dijo Emma, con una voz de muerta.
    • Eh... Baron Cohen... ¡Ese era el nombre del actor! ¡Si, si, ese era su nombre! - dijo Emma Lopez, nerviosa.
    • Ah... - dijo la pequeña Emma - ¿Pero no se llamaba Sacha Baron Cohen?
    • ¡AAAAHHHHH! - grito Emma, empezando a elevar su voz, auyentando a unas palomas que se encontraban en el ayuntamiento del pueblo. - ¡No, no, no, no, no, no! 
    • Calmate, Emma, calmate... - dijo Emma Reyes - Estupidas... - dijo, dirigiendose a Emma Lopez y a la pequeña Emma. - Era solo un actor, ella no va a volver... Tranquila...
    Emma tardo unos minutos en volver a la normalidad. Emma Reyes echo una mirada asesina a las otras Emmas.
    • Cambiemos de tema... - dijo Emma Reyes, rapidamente, al ver que Emma temblaba. - Pasado mañana tengo una boda. Ya tengo mi vestido rojo, pero me falta zapatos a juego. ¿Alguna de ustedes no sabra de una tienda que sea buena y que me recomienden?
    • Yo... Una prima mia compro unos zapatos preciosos en Elda... La tienda ya abrio sus sucursales en Madrid... Algo de London... - dijo Emma Silverman.
    • ¡Ah si... ya se cual dices! - dijo Emma Reyes. - La tienda se llama Sach... - se callo de golpe.
    Emma giro el cuello de la misma forma que la niña del exorcista. Sus pupilas se dilataron.
    • ¿Como dices que se llama la tienda? - dijo, con una voz ronca.
    Las 3 Emmas se pusieron nerviosas.
    • ¡Sacharias London! - dijo Emma Lopez, sudando. - ¡Asi se llama!
    • No... - dijo la pequeña Emma. - Se llama Sacha... Sacha London.
    • ¡AAAAHHHHH! - grito Emma, empezando a elevar su voz, haciendo que la gente se le quede mirando - ¡No, no, no, no, no, no! ¿¡DONDE ESTA!? - dijo, mirando a todos lados.
    • Calmate, cariño, calmate... - dijo Emma Reyes - Estupidas... - dijo, dirigiéndose a Emma Silverman y a la pequeña Emma. - Era solo una tienda, ella no va a volver... Tranquila...
    Emma tardo unos minutos en volver a la normalidad. Emma Reyes echo una mirada asesina a las otras Emmas.
    • Cambiemos de tema... - dijo Emma Reyes, rapidamente, al ver que Emma temblaba. - Mi padre quiere celebrar su aniversario con mi madre. Así que mi hermano y yo hemos pensado en reservar en algún sitio bonito para que recuperen un poco la pasion. Venga, ideas... - dijo, chasqueando los dedos.
    • Yo me se uno... - dijo Emma Lopez. - Queda en la calle Juan Hurtado Mendoza, en Madrid. Tenia de todo, sirven bien, cocinan de puta madre...
    • ¿Ah si? ¿Y con que nombre lo busco? - dijo Emma Reyes.
    • Es que... no puedo decir el nombre... - dijo Emma Lopez.
    • Dilo. - dijo Emma. Lo dijo con tal gravedad, que las Emmas pegaron un saltito. - ¿Porque no puedes decirlo...?
    • Calle Juan Hurtado Mendoza... - dijo la pequeña Emma, rascandose la barbilla, pensando.
    • Es lo de menos... No juzgues a un restaurante por su nombre, hombre... - dijo Emma Lopez a la desesperada.
    • Dilo... - dijo Emma.
    • ¡Que mas da! ¡Si ya se la dirección, es lo que importa! ¿verdad? - dijo Emma Reyes, intuyendolo.
    • ¡Ya me acorde! ¡Se llama Restaurante Sacha! - dijo la pequeña Emma.
    • ¡NO! ¡NO, NO, NO, NO! - dijo Emma, muerta del miedo, mirando a todos lados, desesperada...
    Emma Reyes, Emma Lopez y la pequeña Emma calmaron a Emma. La psicologa se habia quedado con la boca abierta.
    • Tranquila, Emma... Ella no va a volver... Esta lejos, en la mente de su creadora... Mira, puedes hasta denunciar el blog si quieres... - dijo Emma Reyes.
    • Eso no creo que la haga desaparecer, Emma... - dijo Emma Lopez.
    • Esta mal, ¿eh? - dijo Emma Silverman, mientras conducia el coche de vuelta a Madrid. - Parece Rambo despues de Vietnam... Ve Charlies por todas partes...
    • Yo quiero dormir... - dijo Emma. - Menos mal que este mes que viene estare de vacaciones... - dijo y se quedo dormida.
    • ¿No le habéis dicho que va a dar terapia conmigo? - dijo Emma Silverman.
    • ¡¡No!! - gritaron las 3 Emmas.
    • ¿Pero porque no queréis decirle a Emma que le voy a hacer terapia? - dijo Emma Silverman
    • ¡Porque es muy rencorosa y vengativa! - dijo Emma Reyes. - ¿Tu sabes lo que le hizo al señor Cronopio? Le regalo un movil que venia con un sonido de llamada ya incorporado. Le habia puesto compases de la Internacional Socialista.
    • ¿Y? - dijo Emma Silverman
    • Pues que Emma llamo al movil del señor Cronopio. - dijo Emma Reyes.
    • ¿Y? - dijo Emma Silverman.
    • ¡Pues que el pobre señor Cronopio estaba en un mitin del PP! Pobrecito, acabo con un traumatismo craneoencefalico y multiples fracturas... Me acuerdo que le lleve bombones y no me dejaron entrar porque tal fue la violencia, que tenia los dientes ablandados... Pobrecito...
    Y las 5 Emmas se alejaron del pueblo, con direccion a Madrid...

    Agradecimientos en especial a M.T.Parra por la paciencia que tuvo al ver que usaba sus personajes de una manera "especial", pese a que se podia considerar un insulto a sus caracteres (Pero de buen rollo). De todo corazon, solo queria sacar una sonrisa con dialogos surrealistas y con mucho (pero no se fue el adecuado) humor. Agradecimiento, tambien, por usar el nombre de uno de ellos en esta entrada. Agradecimientos a P. Bass por postear las entradas en el blog de Lagrimas de Sangre, Lavanda y Rosas, que tantas noches me entretuvo dejandome los ojos en la pantalla del ordenador (Algo que me gusta y que quiza me arrepìenta cuando tenga que ir al oculista... pero bueno, que se le va a hacer...). Saludos a los susodichos... y hasta la proxima entrada de Historia de Emmas y Cronopios.

    miércoles, 18 de julio de 2012

    Todo el mundo busca... ese alguien especial

    (La historia se sitúa al final de la saga Definitiva y es Prologo de la saga Post Mortem)

    Mario contesto su móvil. Estaba esperando algo con muchas ansias, unas ansias que no era propia de el.
    • Sergio, tenemos a la persona que buscabas. Nuestros agentes lo encontraron en Santiago de Chile, a punto de tomar un avión para Budapest. Tuvimos que inventar un rollo para poder llevárnoslo. – dijo una voz por el teléfono.
    • ¿En serio? ¿Lo habéis encontrado? – dijo Mario, pegando el oído al auricular.
    • Exacto. Tal y como te habíamos prometido.  – dijo la voz.
    • Les estoy agradecido. – dijo Mario, cerrando los ojos.
    • Nos has ayudado mucho, Mario, pero también te hemos protegido mucho. De ahora en adelante, quiero que cortes todo contacto con nosotros. No números, no contactos, no correos, nada. Desparece de nuestra vista y nosotros desapareceremos de la tuya. Se podía decir que esto es un adiós. – dijo la voz.
    • Vale… - dijo Mario, incapaz de decir algo a alguien que no conocía de vista.
    • Mucha suerte en tu vida, hijo. Espero que lo que has esperado con tanta ansias, ilumine un poco tu vida. Revisa tu correo y hallaras todo lo que necesitas saber, el lugar de reunión y todo. Adiós. – dijo la voz y colgó.
    Mario tembló. Se acercaba el momento que tanto ansió desde que tenia 21 años. Mario guardo su teléfono y corrió hacia un ciber. El pulso se le aceleraba cada segundo. Estaba… excitado… mas excitado de lo que había estado en toda su vida. En el ciber no le costo nada memorizar el mensaje que le había llegado. Su mente estaba tan excitada por la adrenalina, que con un solo pestañeo, memorizo hasta los códigos que aparecían en la URL del mensaje. Salió del ciber y recibió el calor madrileño en todo su esplendor.
    Mario sabia que no podía hacerlo solo. Sabia que su instinto animal lo dominaría… por eso esperaba contar con quien había sido su paño frio para enfriar su acalorada cabeza desde que tenia 11 años: Emma. 
    Mario esperaba que la chica le contestara. Tras el colapso y el intento de beso que Mario se arrepintió de haber rechazado, esperaba que Emma le hablara. Para su suerte, la chica le contesto de una manera jovial:
    • Mario… ¿Que tal estas? – dijo Emma, con su habitual tono alegre.
    • Emma… te necesito. Necesito que me acompañes en algo importante. Han… han encontrado a Pedro Ramírez San Martin, el asesino de Dominique. Me han dado la dirección donde lo tienen y me gustaría que me acompañes. Por favor… - suplico Mario, algo que no era habitual.
    • No puedes hacer esto solo, Mario… ahora estoy en la Gran Via, si quieres me pasas a buscar o nos encontramos en…
    • Paso a buscarte. – dijo Mario, impaciente. – dentro de 5 minutos.
    Mario colgó y echo a correr. No debía perder tiempo.

    5 minutos mas tarde, Mario en coche arribaba a la Gran Via. Cerca de un restaurante de comida rápida, Emma estaba de pie, con sendas bolsas de supermercado. El chico le hizo una seña y la chica entro al coche.
    • Hola Mario… - dijo Emma, dándole un beso en la mejilla.
    • Hola… - dijo Mario y acelero tan rápido como pudo.
    Los primeros metros, ni uno de los 2 hablo. Emma rompió el hielo…
    • Así que… por fin vas a ver a la persona responsable de haber matado a lo que alguna vez fue un padre para ti. ¿Has pensado que es lo que vas a hacer? – dijo la chica.
    Mario solo tenia ojos para la carretera. Sus manos apretaron con fuerza el volante.
    • No pienso en ello. No puedo pensar… Llevo esperando esto desde hace mucho tiempo...
    • Es lo que has esperado por tanto tiempo. Espero que no te decepcione… - dijo Emma.
    • Decepción no esta siendo considerado por mi cerebro… - dijo Mario, girando el volante. – No he sido el mismo desde que Pedro se irguió sobre la ventanilla de aquel coche y asesino a sangre fría al padre que nunca tuve. No he sido el mismo desde que contemple ese acto de injusticia terrible.
    • No solo tu perdiste ese día, Mario. – dijo Emma. – Por lo que me contaste…
    • Se podía decir que Dominique tuvo suerte… Ese día también me perdí yo. Todo lo que era inocente, bueno, infantil… todo lo que tu, Emma, conseguiste despertar en un niño huraño como yo… todo eso… murió la noche del 22 de abril. Si pudiera volver en el tiempo… Desearía que la ráfaga de balas que alcanzo a Dominique me hubiera alcanzado a mi también… G/Cinthia llorando por los 2 cadáveres y no por uno… Por una vez… me hubiera gustado morir… - dijo Mario, cambiando de velocidad.
    Paso un buen rato en la que ninguno dijo nada.
    • Esto es todo lo que queda de mi, Emma. ¿Para esto soy bueno? ¿Para matar? No me queda nada mas en este mundo… - dijo Mario. – No se cuanto tiempo podre estar en el negocio de la muerte…
    • Te diré para que eres bueno, Mario. Veo en ti un buen amigo, un fiel compañero, un amante excepcional y un potencial como padre que no he visto en nadie mas. Todavía te queda integridad. Todavía eres humano… todavía puedes hacer el bien, hacer feliz a la gente… Aun puedes empezar de nuevo, olvidar el pasado, mirar hacia el futuro, cumplir tus sueños… Solo tienes que creer en ello… - dijo Emma.
    • Empezare a creerlo cuando Pedro este muerto… - dijo Mario, acelerando. – Eso me dara una perspectiva…
    • La carnicería debe acabar, Mario. Se que todavía sientes algo por G/Cinthia. Búscala Mario… cásate con ella, ten varios hijos, enséñales a todos esos hijos tuyos a ser siempre felices… Piensa en el futuro en ves de las cosas terribles que te han pasado…
    • Cuando este termine, pensaremos en el perdón y la redención… - dijo Mario y cambio a quinta velocidad, acelerando. - Sabes que prefiero solucionar los problemas en el mismo instante y no "olvidarlos" por un instante
    Llegaron hasta las afueras de Madrid. Alejado y casi entrando a las montañas, Mario se detuvo en una fabrica abandonada. En la puerta había una furgoneta. Mario levanto la cabeza, los hombres que custodiaban la entrada le saludaron y se fueron, en la furgoneta. Mario le hizo una seña a Emma y ambos entraron a la fabrica.
    Estaba totalmente vacía y en ruinas. Pero allí en medio… estaba un hombre. Estaba echado en el suelo, atado y muy sucio. Parecía que le habían golpeado. Respiraba y se movia.

    Mario se le acerco, seguido por Emma. El hombre giro el cuello y los vio. Agudizo la vista.
    • ¿Te acuerdas de mi? – dijo Mario, en una lengua extranjera. Emma se dio cuenta de que las pupilas de Mario se habían delatado.
    • Quechua… - dijo Emma, mirándolo.
    • Déjame en paz, no te conozco. – dijo Pedro, en quechua. – No te conozco.
    • ¡Oh si, si que sabes! – dijo Mario, acercándose hacia el y agarrándole por el cuello del la camisa que llevaba. Violentamente, hizo que su vista coincidiera con la suya. – Soy el que sobrevivió al tiroteo. 22 de Abril, muy entrada la noche, calle Proceres de la Independencia. “Dominique… Dominique y la conchatumadre” ¿Te acuerdas de esa frase que dijiste antes de apretar el gatillo? 
    Pedro sonrio. Una dentadura incompleta apareció.
    • Mario… “Chapulin” – dijo Pedro, sonriendo. - Cuanto tiempo...
    • Dime porque lo hiciste – dijo Mario, en quechua.
    • ¿Porque? – dijo Pedro, en quechua.
    • ¡Lo iba a dejar todo! ¡No mas tratos, no mas trabajos, se iba a retirar! ¡Todos lo aceptaron! ¡Iba a ser padre! ¡Nos íbamos a ir a vivir todos juntos! ¡Dominique, Angie, G/Cinthia y yo! ¡Íbamos a ser una familia! – grito Mario en quechua - ¿Quieres que siga, que te cuente el plan de tu mejor amigo, el plan de una nueva vida?
    • Era mi amigo pero también tenia otros amigos – dijo Pedro, en español, y se separo de Mario. Se puso en pie. - ¡Mis amigos! Amigos que acabaron muertos… ¿Y todo para que? ¡Para nada! – dijo Pedro. Se dirigio hacia Emma. Se le encaro a la chica. – Mentiras… todo por las putas mentiras… - dijo Pedro, que escupiendo al hablar hizo que Emma retrocediera, tapándose el rostro con una mano.
    • ¿¡Estas justificandolo!? ¿¡Traicionar a tu amigo por la espalda!? – grito Mario, en español. - ¿¡Tiene eso alguna justificacion!?
    • Cuando todo lo que crees resulta ser una mierda, haces extrañas elecciones… supongo… - dijo Pedro, haciendo explotar a Mario.
    • ¡¡Y UNA MIERDA!! – grito Mario, y se le acerco, cogiéndole del cuello de la camisa otra ves. - ¿Extrañas elecciones? ¡Por la "plata" baila el mono!– dijo el chico, zarandeándolo. - ¿¡Por cuanto!? ¿¡POR CUANTO!?
    Pedro se soltó y se tambaleo hacia atrás.
    • Cien… dólares. – dijo, sin aliento.
    Mario retrocedió, sin creérselo. Se toco la cabeza con ambas manos. Emma pensó que estaba llorando pero le vio el rostro... Mario tenia una mirada felina.
    • ¿Vendiste… Traicionaste…Condenaste a un hombre inocente… por cien malditos dólares…? – dijo Mario, a punto de perder la paciencia.
    • Hipócrita… ¿Y cuanto cobras tu por matar a alguien? – dijo Pedro, sonriendo.
    • ¡¡¡ME ARRUINASTE LA VIDA!!! – grito Mario. Su rostro volvía a ser dominado por un odio inhumano.
    Pedro se tambaleo. Los ojos se le humedecieron.
    • Necesitaba el dinero… tenia problemas… - dijo Pedro, tambaleándose y arrodillándose en el suelo.
    • ¡Eres un puto yonki! ¿¡Necesitabas dinero!? – dijo Mario. Pedro abrió los ojos, dándose cuenta de lo que había echo. - ¡Todo para saciar tu vicio! ¡Solo por eso lo vendiste!
    • ¡¡¡PUES MATAME!!! ¡¡¡AAAAARRRRGGG!!! – grito Pedro, con todas sus fuerzas. Comenzó a llorar. - ¡¡Me he arrepentido desde el momento en que les dije su paradero!! ¡¡Me arrepentí cuando supe la noticia!! ¡Nunca quise que le pasara nada! ¡Era mi "brother"! - dijo Pedro, con las lagrimas surcándole el rostro. -¡¡¡MATAME!!! Maldito hipócrita… - dijo mirando a Mario, desde el suelo. – Créeme, Mario… Me harás un gran favor si me matas...
    Mario extrajo, rápidamente, una pistola del interior de su chaqueta. El instinto parecía ganarle la partida. Apunto directo a la frente de Pedro… pero se detuvo.

    Mario fijo su vista en Pedro, pero no apretó el gatillo. Sus facciones se relajaron. Pedro lloraba, como un niño.
    • Mario… vámonos de aquí. – dijo Emma, acercándose a Mario. – Mario, sabe lo que hizo y llora de la forma que lo hacen cuando son condenados a morir, cuando realmente se arrepienten. Lo se porque lo he visto en muchos juicios… déjale sufrir, sabe lo que hizo… No parece que disfrute mucho de la vida. No hay mas que ver en que estado se encuentra… El mejor castigo que le puedes dar es dejarlo con vida… Vamonos, Mario…
    Mario puso su dedo índice en el gatillo.

    Las pupilas se le dilataron.

    Sabia que era el momento de decidir…

    Querido lector, decida el destino de Pedro Ramirez San Martin...

    Pedro vive: http://esealguienespecial.blogspot.com/2012/07/especial-todo-el-mundo-busca-ese_18.html

    Pedro muere: http://esealguienespecial.blogspot.com/2012/07/especial-todo-el-mundo-busca-ese.html

    lunes, 16 de julio de 2012

    Historia de Emmas y Cronopios - Parte 3 y Final

    • ¿Me estas queriendo decir... Que yo estoy un poco alterada y gritona porque estoy en la mente de vuestro creador? Ya decía yo que era un comportamiento impropio de mi... De hecho, me sentia rara... - dijo Sacha.
    Emma yacía a 4 patas. La pequeña Emma se subió encima de ella y empezó a cabalgar en su espalda.
    • Te dijimos que no le apuestes cualquier cosa... - dijo Emma Reyes.
    • Encima, le apuestas en un videojuego. - dijo Emma Lopez.
    • Iros a la mierda, hombre... - dijo Emma.
    • ¡My little Pony! - dijo la pequeña Emma. - Cider, cider, cider, cider...
    • Bueno, niñas, os estáis aprovechando de que estamos en la mente de vuestro creador. Si vosotras llegarais a estar en la mente de la mía, os ibais a enterar. - dijo Sacha. - Que vergüenza, madre mía... ¿Ves? Yo no diría esa frase nunca...
    • A menos que estés débil por culpa de una herida provocada por un metal... ¿Ves? - dijo Emma Reyes mostrandole su móvil 3G - En el capitulo 16 parte 2, te pones muy sentimental, llegando incluso a bes...
    • ¡Calla! ¡ Cállate! - dijo Sacha. - ¿Pero porqué grito? ¿Y como sabes eso?
    • Estoy leyendo el blog de Lagrim... - dijo Emma Reyes.
    • ¡Vale! - dijo Emma, quitandole el movil.
    • ¿Mi vida esta en un blog? - dijo Sacha, intrigada.
    • Anda, lista, ¿Que creeias? - dijo Emma López.
    • Esto me supera, esto no esta pasando, esto es producto de la imaginación de vuestro creador, estoy muy buena... ¡Mierda! ¿Lo veis? Ni mis diálogos puedo controlar ¡Terminemos esta entrevista de una vez por todas! En mi mundo si que la pasaríais mal... Mi autora si sabria ponerme buenos dialogos... Os ibais a enterar... - dijo Sacha.
    • ¿Ah si? ¿Y que íbamos a hacer? ¿Hacerte las mechas? - dijo Emma, señalando le su cabello.
    Sacha miro su propio cabello. Unas mechas perfectas aparecieron en las puntas. Las 4 Emmas se rieron...
    • Oye, oye, oye... - dijo Christian. - Abre la boca... - le dijo a Emma a secas.
    • Ahhh - dijo la chica, medio sorprendida por lo rapido que le habia dicho que abriera la boca.
    • Esta empujando la muela del juicio... Tienes que ponerte aparato... - dijo Christian.
    • Si, hombre... Lo que me faltaba... - dijo Emma.
    • ¿Pero tu no eras pediatra? - dijo Emma Lopez.
    • ¿Tienes conocimientos de Odontología? Joder, macho, lo tienes todo... Guapo, inteligente, medico, pediatra, con gusto por los niños... y ¡Sabes cocinar! - dijo Emma Reyes, sonriendole.
    • Reyes, córtate que se te nota un huevo... Estas mas en celo que los gatos... - dijo Emma Lopez.
    • ¿Ella? Ella los 15 de cada mes se pone mas fertil que los conejos, con eso te digo todo... - dijo Emma.
    • ¿Y por que los gatos? - dijo la pequeña Emma.
    • ¿De verdad te gusta Christian? Es un calzonazos... - dijo Sacha.
    • ¡Mejor todavía! - dijo Emma Reyes, sorprendida. - Oye, Christian ¿Te gusta el cine, leer, hacer deporte...?
    • Emma Reyes Castillo... Controla tus furores uterinos, que lo están poniendo todo perdido. - dijo Emma.
    • ¡Emma! ¡Que hay una niña en la sala! - dijo Emma Lopez.
    • Es verdad... Pobre Sacha - dijo la pequeña Emma.
    • ¿Pero esta niña no sabe que como me transforme en Lavernne, le puedo enseñar su corazón con mi mano desnuda? - dijo Sacha. - Otro dialogo que no es propio de mi...
    • No... no creo... A esa edad todo lo vemos de color rosa... - dijo Emma.
    • ¿Y como así te decidiste por la pediatria? - dijo Emma Reyes.
    • ¡Reyes! - dijo Emma, separandola.
    • ¡Joder! ¡Yo he terminado con David, estoy sin novio! ¡Y voy a empezar mi carrera universitaria! ¿Es delito buscar un nuevo novio? Yo soy asi, si un chico me gusta y esta soltero, a por el. Eso de que ellos deben dar el primer paso... - dijo Emma Reyes - Yo no lo veo asi, prefiero ser la que de ese paso.
    • Es que si fuera asi, Christian no lo da, asi su vida dependiera de ello... - dijo Sacha.
    • Bueno, ya esta bien de chistecito fácil, ¿no? - dijo Christian, agachado pues le estaba bajando la lengua con una vara de madera a la pequeña Emma. - Increíble... Con 7 años y no vas a necesitar aparato...
    • ¿Como que no? ¡Si yo llevo! - dijo Emma Reyes.
    • A saber lo que habrás echo con esa boca... - dijo Emma.
    • ¿Tienes algún problema conmigo? Es que si veo las cosas del amor o el sexo de una manera un poco distinta a los demás, ya tengo que ser considerado una pelandusca. - dijo Emma Reyes. - Y mi boca solo la uso para hablar, comer, y besar. Que te quede claro...
    • Emma Reyes... la palabra pelandusca se dejo de usar hace casi 100 años... Que antigua que eres, hija... - dijo Emma Lopez.
    • Una pregunta, ¿Estamos haciendo el tonto como las 2 ultimas veces? - dijo Sacha.
    • Respira hondo... - dijo Christian, con un estetoscopio, escuchaba la respiración de la pequeña Emma. - Ahora, respira hondo...
    • ¡Ay, que mono! - dijo Emma Reyes, viendo a Christian como hacia su trabajo.
    • Ya caigo en cuenta. El señor Condori me dijo que Emma Reyes tenia un gusto raro sobre los hombres. Ella no ve los ojos, ni el trasero ni mucho menos el paquete... Tu te fijas en las manos, ¿verdad? Te gustan los hombres con manos fuertes y duras pero delicadas a la ves. Como unas manos musculosas pero suaves... Como las manos... de los médicos... - dijo Emma, girando la vista hacia Christian.
    • Joder, que rara eres... Eso quiere decir que cuando tu ibas al hospital, te pondrías cachonda perdida... - dijo Emma Lopez.
    • ¿Que es cachonda? - dijo la pequeña Emma.
    • ¿Porque tengo que aguantar las conversaciones de 3 adolescentes? ¿Por que esta tortura? - dijo Sacha.
    • Aluete, gentil aluete... Aluete, nanananana... - dijo la pequeña Emma.
    • Bueno, Sacha si no te gusta, ya sabes lo que tienes que hacer... - dijo Emma Reyes.
    • Cállate, que te tengo unas ganas... - dijo Sacha.
    • ¿Asi? ¿Que me vas a hacer? - dijo Emma Reyes, encarandosela.
    • Es que porque estamos en la mente de vuestro creador, es fácil ponerse chulita...
    • Sacha, si lo que querías era provocarme... lo has conseguido. - dijo Emma Reyes.
    Emma Reyes se dio 2 palmadas en sus rodillas y se puso en pie, encarándose a Sacha. Ambas mujeres se miraron por un momento. Emma era alta pero no tanto como la cazadora. Sacha muto a Lavernne y desenvaino su espada.
    • Oh... Que miedo me da ese cuchillo para cortar patatas. Venga, suéltalo... ¿O es que te gusta tener algo largo y duro en las manos? - dijo Emma Reyes, quitándose sus zapatilla rosas.
    • Ahi ha dolido... - dijo Emma, provocando.
    • Niña, no me provoques. Que te puedo acabar en 5 segundos. - dijo Lavernne, dejando su espada.
    • Adelante...
    Lavernne ataco, usando su velocidad. Emma Reyes esquivo todo con mucha habilidad, dando volteretas, giro con una mano, saltos y demas. Lavernne no creia que esa chica fuera tan agil.
    • Quien dijo que la gimnasia artística y la ritmica no valen para la defensa personal... - dijo Emma Reyes.
    • No podrás esquivarme todo el tiempo. - dijo Lavernne.
    • Vale. ¿Donde quieres que te golpee? ¿En los pechos? Esa 90C deberia amortiguar el golpe pero lo haría solo para demostrarte que puedo tocarte...
    • ¡90C! - dijo la pequeña Emma. - Muajajajaja...
    Emma Lopez puso cara de aburrida. Saco un billete de su bolsillo y se lo entrego a la pequeña Emma.
    • Oye, esto esta falso... - dijo la pequeña Emma.
    Emma dio una voltereta digna de una gimnasta olimpica. Lavernne intento esquivarla, pero Emma volvio a girar. Se quedo delante de ella, salto y le propino una patada giratoria en todo el pecho.
    • ¡Senpukyaku! - grito Emma Reyes.
    Lavernne recibió el impacto en todo el pecho. No se lo creía...
    • ¡ Habéis hecho trampa! ¡Esto es la mente de vuestro creador! ¡Nunca podría ganarte aquí, ya que tu mandas!... ¿Pero porque me altero...? Debo salir de aquí, de verdad...
    • ¿Que significa el hecho de haber cortado un árbol en el reino de los elfos? Al parecer le dieron mucha importancia... - dijo Emma Reyes, leyendo su móvil.
    • Da igual, estamos perdiendo el tiempo y haciendo el tonto... joder, ya perdí la cuenta de las veces que lo hemos hecho. - dijo Emma. - ¡Pregunta! ¡Y que no me interrumpa nadie porque les arrancare el útero a cualquier Emma que me interrumpa y/o fastidie! ¿Es fácil ser un licantropo, Christian?
    • Lo que no me explico es porque el señor Condori solo trata así a Sacha, porque yo a Christian lo veo normal... pensé que estaría haciendo locuras y teniendo diálogos de loco... - dijo Emma López.
    Emma tembló de ira.
    • Me pregunto también porque solo invito a ellos 2... Aquí pone que hay mas personajes como... - dijo Emma Reyes, leyendo su teléfono.
    • Yo de grande quiero ser como ella... - dijo la pequeña Emma.
    • ¡HIJAS DE PUTAAAAAAAAA! - grito Emma, temblando. - ¡Llevamos casi 2 capítulos enteros haciendo el tonto! ¡En ves de preguntar a estos dos personajes acerca de su historia, no hacemos mas que incomodarlos! ¡Y se nos va a acabar el tiempo para preguntarles! ¡Y estoy gritando a la desesperada!
    • No pasa nada... Ya estoy aquí... - dijo el señor Cronopio, quien volvía a ponerse en pie. - Yo salvare el día, Emma... Luego podríamos ir a tomar algo, si quieres... Haver, primera pregunta... - dijo, sacando un papelito.
    • Lo que me faltaba... Señora Sacha, ¿Seria tan amable de noquearlo otra ves?
    Se escucho un sopapo y el señor Cronopio beso el suelo... otra ves...
    • Te pasas con el - dijo Emma Reyes.
    • ¿Os habéis fijado que el guion de Emma salio un "haver" en ves de "A ver"? - dijo Emma López, leyendo unas hojas.
    • Pensé que era el señor Cronopio quien dijo lo de "haver" - dijo Emma Reyes, leyendo unas hojas.
    • ¿ Están leyendo sus guiones? - dijo Sacha. - Esto ya roza lo surrealista...
    • El triclorofluorometano con diclorodifluometano te lo aplicas una vez al dia, ¿vale? - dijo Christian, dandole un inhalador a la pequeña Emma. - Usando el alargador, una sola rozada basta. Aspiras fuerte y respiras durante 1 minuto, ¿vale?
    • Señora Sacha, ¿Que sintió cuando la bala de metal le impacto? ¿Penso en morir? ¿Penso que quiza habia encontrado su talon de Aquiles?
    Sacha contesto a todas las preguntas.
    • Pff... Al fin avanzamos algo. - dijo Emma.
    • Perdone, pero buscan a Emma Reyes... - dijo una chica rubia. - Es de parte de G/Cinthia, que le pregunte que a que hora la va a ir a buscar al aeropuerto...
    • ¿Has puesto a la Silverman de becaria? - dijo Emma Lopez.
    • Hombre, algo quería hacer y le dije que formaría parte de nosotras cuando España gane...
    • ¿El mundial? - dijo Emma López.
    • No, Eurovision... - dijo Emma, encogiéndose de hombros.
    • Venga, que ya falta poco. - dijo Sacha. - ¿Y ahora porque suplico? ¡Decidle a vuestro creador que deje de inventarme estados de animo!
    • Mmm, en realidad si supiera que puede hacer eso, ahorita mismo harias cosas de las que te avergonzarias... - dijo Emma.
    • Ya te digo... - dijo Emma Lopez, leyendo el movil de Emma Reyes. - Ella, según este blog, es mas melancólica, quizá hasta deprimida... En cambio, a merced nuestra parece una protagonista de "Mujeres al borde un ataque de nervios"
    • Es que es así. Tenias que haber visto al profesor Robert Langdon cantando "Torito guapo" o "Apatrullando la ciudad" jajajaja eso fue buenísimo... - dijo Emma  - O a la Familia Buendia, cantando: "Soy yo, la que sigue aqui... Soy yo..." jajajajaj o ver la cara de Harry Potter al decirle que Voldemort se preocupaba por sus estudios, ya que solo lo intentaba matar cada fin de curso, después de sus examenes...
    • ¿Asi que la responsable de que yo actue como un personaje de Maitena, eres tu? Y yo queriendo asesinar a la otra, a la Reyes... - dijo Lavernne, apareciendo. Su respiración seguia el compas de subida y bajada de su pecho.
    • Os... tias... - dijo Emma, dando un paso atraz.
    • Como se ve que hasta enfadada, dice una frase de nuestro creador. ¿Maitena? Yo veía esa serie... - dijo Emma López.
    • Venga, Sacha, que es una niña. - dijo Christian, examinandole una oreja a la pequeña Emma.
    • Su bocadillo, pequeña Emma... - dijo una chica rubia.
    • Ah, ya que estamos... Silverman, traeme una Coca-Cola en lata... Coca, no Pepsi. - dijo Emma Lopez.
    • Bueno... - dijo Emma Reyes. - ¿Que me perdi?
    • Nada, solo que tu te salvas... A quien quiero matar es a la Emma... - dijo Lavernne.
    • Ah... Pero bueno... - dijo Emma Lopez.
    • Sacha... o Lavernne... No te enfades, mujer... Mira, si quieres... ¡Ya sé! Emma se compromete a ir a la mente de tu creadora a hacer las paces... - dijo Emma Reyes.
    • ¡Pedazo de hija de puta! ¿Estas loca? - grito Emma. - ¡Me va hacer pasar las de Cain! Aqui al menos puedo mandar...
    • Pues te aguantas. - dijo Emma Lopez.
    • Venga, buen rollito... - dijo la pequeña Emma. - Señora Sacha... Ya se me olvido lo que iba a decir...
    • Señora Sacha, leyendo el blog de su creadora, me he puesto a pensar... - dijo Emma Reyes. - Quiza tarde o temprano, uno de los dos matara al otro...
    • ¡Ala, pero que dices! - dijo Emma Lopez.
    • Que si, que si... Que esto me lo veo venir... - dijo Emma Reyes.
    • Ja. A saber cuantos veces se habrán venido en ti... - dijo Emma.
    • Si lo que querías es provocarme, lo volviste a conseguir...
    Emma Reyes se abalanzo sobre Emma. Emma López intento separarlas, la pequeña Emma gritaba de emoción, Christian firmaba una receta medica....
    • Me pregunto a cual debería ayudar... - dijo Sacha, pensando.
    • Vale, vale, vale... Dejad de pelear. Parece increíble que 2 Emmas se pelean... - dijo Emma Lopez.
    • Bueno, no pasa nada... A esta Emma ya la juzgara el señor Condori... - dijo Emma Reyes.
    • ¿Y porque no la juzgamos de acuerdo a las leyes españolas? - dijo Emma López.
    • ¿Para que? ¿Para que acabe como presidenta de una autonómica? - dijo Emma Reyes.
    • ¡Ven aqui, Reyes, que te tengo unas ganas!
    Las 3 Emmas se tiraban de los pelos entre ellas. La pequeña Emma gritaba de emoción y aplaudía. Sacha y Christian se dieron cuenta de que iban a perder el tiempo.
    • ¿Sabes? Creo que me lo he pasado bien con estas niñas. - dijo Sacha.
    • ¿Si? Parece que te han sacado de tus casillas... - dijo Christian.
    • ¡No! Pero bueno, es como echar una cana al aire...
    Sacha se agacho, recogió un folio del bolsillo del noqueado señor Cronopio y leyó las preguntas. Le pido el bolígrafo a Christian y respondió las preguntas que había en ella. Ambos vieron como las 3 Emmas caían al piso y seguian peleándose entre ellas. Sacha y Christian se despidieron de la pequeña Emma y se dispusieron a salir de aquella sala.
    • Espera... - dijo Sacha.
    Se acerco hacia la cámara. Sacha/Lavernne apareció de lleno en la pantalla. Alargo un brazo... y todo se oscureció.
    -----------------------------------------------------------------------------------------------

    EPILOGO

    • ¡AAAAAAAAAAAAAHHHHHHHH! - gritaba Emma, cayendo al vacio. Se estampo en el suelo. - Joder, vaya ostion... ¿Donde estoy?
    • Vaya vaya... Mira quien ha venido a vernos... - dijo una voz.
    Emma levanto la cabeza. Sacha estaba sentada en un inmenso trono de madera, hecho con ramas vivas de arboles. El trono parecía estar vivo, ya que se movía. A su lado, Christian daba de comer unas uvas a Sacha.
    • Terminemos esto de una manera rapida... Nunca me ha gustado esta casa de locos... - dijo Sacha.
    Emma trago saliva.
    • Al parecer, tu amiguita la Reyes cumplió su palabra. - dijo Sacha.
    • ¿Llegaste a ser presidenta de alguna autonómica? - dijo Christian.
    Un destello apareció y Emma cerro los ojos. Cuando los abrió vio que una estrella metálica estaba delante de ella. Sacha lo había detenido.
    • Aqua, no hagas eso... - dijo tranquilamente.
    • Siempre tan aburrida, Lavy... - dijo la voz de una chica.
    • Kieran, ni se te ocurra hacer algo... - dijo Christian, cuando un hombre se acerco hacia donde se encontraban las hermanas.
    Emma trago saliva.
    • Jajajajajaja mira como tiembla. - dijeron unas voces femeninas.
    Arriba, en todo lo alto, había un agujero. Emma Reyes, Emma López, la pequeña Emma, el señor Cronopio y Emma Silverman se reían de Emma mientras veían como tragaba saliva.
    • ¡Reyes! ¡Cabronaza, asi David Olmeda te pegue alguna enfermadad y te abandone! - dijo Emma. - ¡Lopez, asi Mario Martinez te abandone en la isla y acabes convertida en un necroantropo mas! ¡Pequeña Emma, asi te desnuques en las montañas de Valdeolivas! ¡Señor Cronopio, asi te despidan y te conviertas en reportero de Sálvame, que te metas en una hipoteca y que renueves tu contrato de alquiler en plena subida del Euribor! ¡Silverman, estas despedida! ¡Traidores de mierda!
    • Míralo por el lado amable, Emma... - dijo Silverman. - El día que entre a formar parte de las Emmas, te ayudare... 
    • Pero si te dijo que entrarías si España gana el festival de Eurovision...
    • ¡Pues eso! - dijo y todos se rieron.
    • ¡Traidoras! - grito Emma.
    • Grita todo lo que quieras, Emma... Tenemos muchas horas por delante... y nadie te oiría gritar... - dijo Lavernne.
    Emma trago saliva.

    sábado, 14 de julio de 2012

    Tradiciones G/Cinthianas Parte 2

    G/Cinthia leía el prospecto de un bote de pastillas. Mario la miraba con ojos brillosos.
    • Bien, aquí dice que estas pastillas van de acuerdo a tu peso. ¿Cuánto pesas?– dijo G/Cinthia.
    • Teniendo en cuenta de que eres mi novia, ¿No deberías saberlo?. – dijo Mario.
    • ¿Sabes que talla de bragas uso? – dijo G/Cinthia, acomodándole las almohadas.
    • No.... – dijo Mario, sonriendo. – Me importa mas quitártelos que en el numero que pone en la etiqueta.
    • ¿Contesta eso a tu pregunta?
    • Si… - dijo Mario.
    • Me alegro. Venga dime tu peso – dijo G/Cinthia, abriendo el bote de pastillas
    • 85 kilos. – dijo Mario, tosiendo.
    G/Cinthia le dio unas pastillas y le hizo beber un vaso de agua
    • ¿G/Cinthia? – dijo Mario.
    • Dime… - dijo ella, sin mirarlo.
    • ¿Podrías contarme un cuento? Es que me están haciendo efecto las pastillas y creo que me voy a desmayar del sueño – dijo Mario, abrazándola de costado.
    G/Cinthia se quedo perpleja.
    • ¿Un cuento? Bueno, esta bien… ¿Cuál quieres? – dijo G/Cinthia, erguiéndose.
    • No quiero uno clásico. Quiero uno tuyo, inventado o que te hayan contado. ¿Podrias? – dijo Mario.
    • ¿Cómo la ultima vez? – dijo G/Cinthia.
    • La ultima vez tuvimos un poquito de sexo. Si quieres…
    • Si, claro… ¿Qué mas? No te pases, Mario, que no estas para tirar cohetes.
    G/Cinthia carraspeo.
    • Había una vez, un niño que nació en el altiplano andino. Como de costumbre, creció feliz, pese a la pobreza de la zona. Mientras los demás niños jugaban y ayudaban a sus padres, este niño se aficiono a la poca lectura y a los pocos libros que llegaban a esa zona. Cuando cumplió una edad adolescente, su padre lo mando a la capital, a Lima. Con apenas 10 soles en sus bolsillos, este niño cambio las montañas y vastos campos de cultivo por edificios, playa y coches dignos de una capital. Pese a ello, no abandono su amor por la lectura. Con sus 10 soles en los bolsillos, vago por las calles de Lima – Peru pensando una manera de salir adelante. Vio entonces que el negocio era los dibujos para los turistas. Así que invirtió esos 10 soles en hojas de papel y tizas de diferentes colores. Compro una mesita y un banco portátil y se dedico a hacer nombres en letras góticas para los turistas, llegando a sacar casi 5 soles por dibujo. Las tizas de colores, el arte con que dibujaba y la inocencia del niño provinciano, hicieron que poco a poco se ganara una buena fortuna. Con 18 años, el niño pensó que había llegado el momento de crecer en su “negocio”. Con sus ahorros, compro libros al peso, compro una manta y se dedico a la venta ambulante. Fue un negocio arriesgado, porque los que ya vendían libros no quisieron que un mocoso de provincia les quitara el puesto. El niño, que ya era un adolescente, se peleo con todos los vendedores hasta que por fin se asentó definitivamente. Pero el adolescente tenia algo que los demás vendedores no tenia: todos los libros que vendía, los había leído. Con casi menos de 20 años había leído grandes autores clásicos como Virgilio, Horacio, Becquer, Balzac, Lope de Vega, Calderon, Shakespeare, Monier, Jose Hernandez, Dante, Petrarca, Dickens, Dostoyevsky y Homero. Hasta autores contemporáneos de la literatura española como Carmen de Icaza, Peman, Perez Galdos, Mata, Mihura, Augusti, Luca de Tena, Ehrenburg y los latinos como Vargas Llosa, Garcia Márquez, Neruda, Echenique, Cortazar, etc, etc, etc. – dijo G/Cinthia, tomando un trago de agua. – Paso los años y este humilde provinciano amaso una fortuna, ya que la gente iba expresamente a comprarle sus libros y a escuchar los comentarios que hacia de ellos, así como recomendaciones y sendas criticas. Poco a poco, fue conocido y se gano una popularidad con la que muchas soñarían. Llego incluso a relacionarse con la élite política de este país, llegando a entablar charlas con Valle Riestra, Marta Hildebrant, Mauricio Mulder, etc, etc,etc. Pero como todo lo que sube tiene que bajar, el niño que paso a adolescente y ahora es adulto, enfermo de asma y tos. El medico le recomendó mudarse a un clima seco, alejarse de la humedad de la capital. Tras despedirse de todos sus conocidos y empinar el codo en una gran fiesta, nuestro niño adulto volvió a su tierra natal. Allí el negocio de los libros no le fue también como esperaba. Se tuvo que someter al regateo de jóvenes estudiantes y rematar a un sol textos de gran valor, forrados en piel. Paso de ganar una fortuna a ganar un dinero lo suficiente para vivir dignamente. Pero no le importaba, ya que incluso en tiempos de vacas gordas, vivió humildemente. Un día, se miro al espejo y vio en el arrugas y pelos blancos que asomaban. Se dio cuenta de que era hora de buscarse una esposa. Se caso con la chica que le ayudaba en su puesto de venta, una ayacuchana de muy buena figura. Tuvo 1 hijo, del cual mando a la capital a estudiar en la mejor universidad. Pero su vida siguió y siguió… hasta que nuestro niño adolescente adulto paso a ser un anciano. Su hijo, quien ya era adulto y estaba en vísperas de casarse, lo visito después de tiempo. No le gusto ver a su padre andando con unos zapatos rotos y cochambrosos. “¡Papa, comprate unos zapatos!” ledijo. El anciano, por complacer a su hijo, fue esa misma tarde a comprarlos. Se sentía incomodo con ellos, pero brillaban y esperaba ver a su hijo feliz. Como era la tarde, se dispuso a bajar a la primera planta de su casa a leer su libro aprovechando los rayos del sol. Pero entonces el zapato, el maldito zapato, le jugo una mala pasada. Se resbalo y el anciano rodó por las escaleras, estampándose en el suelo y reventándose las ulceras. El anciano agonizo hasta que su hijo llego. Intento socorrerlo pero era tarde. El anciano murió, pero lo curioso era que no soltaba el libro que llevaba en una mano. Su hijo, llorando, levanto la vista y suplico a dios que le guardara otro lugar allá arriba para poder reunirse con su ansiado padre.
    G/Cinthia termino la historia de una manera muy narrativa. Mario dormía a su lado, abrazandola. Parecía un niño.
    • Espero que digas lo de “basado en hecho reales”, G/Cinthia. – dijo Mario.
    • Mi abuelo… - dijo la chica.
    Mario la beso. G/Cinthia le devolvió el beso.
    • Me gustaría besarte, G/Cinthia…
    • Pues hazlo, tonto… - dijo la chica.
    • Me gustaría besar tus labios… y subir poco a poco… hasta tu boca. – dijo Mario, sonriendo de manera picara.
    • ¡Imbecil!

    Isla de San Carlos - Lista de canciones.

    La isla de San Carlos narra las aventuras de Emma López Palomino, una niña de 15 años que cursa el 4° año de  ESO. Para el fin de curso, Emma viajara junto con sus compañeros y alumnos de Bachillerato a la "fantástica" (y ficticia) Isla de San Carlos, un territorio apropiado por el gobierno español y que es una autentica mina de oro. Lo que no sabia Emma, era que seria testigo de un apocalipsis zombie en aquella isla, pero no seria uno mas. Emma tendrá que sobrevivir a los "necroantropos", humanos reanimados por cauzas desconocidas y que tienen una peculiaridad: No pueden morir, son totalmente inmortales. Junto a un chico, Mario y con la ayuda de espontáneos supervivientes, Emma deberá sobrevivir a la vez que intenta descifrar el motivo que desencadeno aquel infierno.

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    A lo largo de la historia, Emma deberá hacer frente a olas y olas de necroantropos, humanos muertos pero reanimados que acabaran con cualquiera que no sea uno de ellos. A eso se le debera sumar ciertas bestias que Emma descubrirá que son experimentos fallidos del hospital Protectorado de Felipe, lugar de origen de todo el infierno. Para ello contara con 2 cosas: Sus conocimientos de electricidad y con Mario, un adolescente de 18 años, que recurrirá a un método bastante peculiar para hacer frente a la ola de necroantropos: Luchar contra ellos escuchando rock y/o metal. Debido a eso, he aquí la lista de canciones (Por defecto) que aparecerán a lo largo de la historia:

    1. Primer encuentro con Mario Martinez Videla: (Black Sabbath - Paranoid)
    2. La aventura en el pub, camino a los Edificios 3C: (AC/DC - Touch too much)
    3. Edificios 3C, segundo encuentro con Mario: (Black Sabbath - Iron Man)
    4. Edificios 3C (Feria de Coches y Huida): (Bloc Party - Helicopter) y (Kiss - Rock and Roll All Night)
    5. Gasolinera, camino a las Paradojas: (AC/DC - Rock and Roll Train)
    6. Las Paradojas, encuentro con Ricardo Pastor: (Chuck Berry - Johnny B Goode)
    7. Las Paradojas (Concierto y Rescate): (Metallica - Creeping Death) (Iron Maiden - The Trooper) y (AC/DC - Touch too much)
    8. Caseta de la pradera, camino al Área 1993: (Motley Crue - Wild Side)
    9. Gasolinera, camino al Área 1993: (Iron Maiden - Run to the Hills)
    10. Área 1993, Exterior: (System of a Down - Chop Suey)
    11. Área 1993, Laboratorios: (System of a Down - Vicinity of Obscesinity)
    12. Área 1993, Zona de proyectos 1: (Three Days Grace - Animal, I have become)
    13. Área 1993, Zona de proyectos 2: (Stratovarius - Hunting High and Low)
    14. Área 1993, Zona de proyectos 3: (Atreyu - My Fork in the Road)
    15. Área 1993 (Almacén vehicular y Huida): (Slayer - Raining Blood) (Megadeth - Symphony of Destruction) y (EPICA - Unleashed)
    16. Gasolinera, de vuelta al centro de la ciudad: (Metallica - Seek and Destroy)
    17. Cruce de Santa Catalina (Puesto Policial y Huida): (Slipknot - Before I Forget) y (Slipknot - Psychosocial)
    18. Granja Arias, camino al hospital Protectorado de Felipe: (AC/DC - Shoot the Trill)
    19. Hospital Protectorado de Felipe, Edificio G: (Megadeth - Hangar 18)
    20. Hospital Protectorado de Felipe, Edificio H: (Dio - Rainbow in the Dark)
    21. Hospital Protectorado de Felipe (Bunker y Huida): (Metallica - Kill Em All) (Metallica - Ride the Lightning) y  (Metallica - Master of Puppets)
    22. Camino al rescate final, Monte de San Francisco: (Judas Priest - You have got another thing coming)
    23. Monte de San Francisco, encuentro con Isaac Stross: (Grand Funk Railroad - We are American Band)
    24. Monte de San Francisco (Sacrificio, rescate y final): (Bon Jovi - Its my life) y (Guns and Roses - Paradise City)

    viernes, 13 de julio de 2012

    Historia de Emmas y Cronopios - Parte 2

    • Venga, que esto ya esta grabando. - dijo Sacha. - ¿Os sabéis los pasos, verdad?
    • Que si. - dijo Emma Reyes. - Venga, que me hace mucha ilusión.
    • Yo es que esto lo veo ridículo. - dijo Emma.
    • A mi me hace ilusión. - dijo Emma López. - Me vale para desahogarme.
    Sacha dio al "play" a una radio. 

    (Youtube: "Bully Soundtrack: The Big Game")

    Emma, Emma Reyes y Emma López empezaron a bailar al ritmo de la música. Parecían 3 animadoras de equipo de fútbol americano, con pompones y todo. Emma Reyes comandaban a las otras 2. Daban saltos, medias vueltas, movimientos de brazos y piernas, se arrodillaban... todo al ritmo de la música.
    • Improvisaros algunas rimas. - dijo Sacha. - ¡Imaginaos que sois de algun equipo!
    • ¡Yo, yo quiero! - dijo Emma Reyes. Carraspeo. - ¡Se siente, se siente, que Priego esta presente! ¡Se lee, se nota, que Sacha es una idiota!
    Sacha apago la radio y empezó a perseguir a Emma Reyes, quien riéndose se escapo. Emma y Emma López dejaron de bailar y se sentaron de nuevo en el sofá. Emma Reyes se reunió con ellas. Sacha, furiosa, se acerco hacia la silla donde yacía el pobre señor Cronopio, inconsciente. Sacha tomo un vaso de agua y se lo echo en toda la cara. El señor Cronopio se levanto de golpe.
    • Ostias... ¿Que paso? - dijo el pobre señor.
    • Que creo que podemos seguir con la entrevista. Ya hemos echo el tonto un rato. - dijo Emma.
    • ¿Eh? - dijo el señor Cronopio.
    • Mira, señor Cronopio, te presento a Sacha o Lavernne. No es producto de la imaginación del señor Condori, pero nos acompaña en esta ocasión. - dijo Emma.
    • Si... antes de que venga a buscarle su marid... digo su amigo Christian. - dijo Emma Reyes pero cayó cuando Sacha le propino una mirada capaz de romper un cristal.
    • Joder... que daño. Vale... vale. - dijo el señor Cronopio, recobrando el norte. - Así que aquí estáis las 3 Emmas que Condori creo, ¿verdad? ¿Os podéis presentar?
    • En realidad hay mas Emmas, pero no todas son definitivas.  - dijo Emma. - Me llamo Emma a secas y soy la conciencia de Condori. Aparezco en "Thats Special Someone". Soy yo quien contesto sus cartas.
    • Emma Reyes Castillo, personaje principal de "Episodios desde Madrid". - dijo Emma Reyes.
    • Emma Lopez Palomino, personaje principal de "La isla de San Carlos" - dijo Emma Lopez
    • Buenas... ¿Aquí es donde es la entrevistas para las Emmas? Es que me entretuve con un amigo gilipollas quien no le gusta que mire McGiver en la 5, ya que este prefiere ver el coche fantastico en la 3, por lo que yo le dije... Bueno, da igual, creo que me estoy yendo por las ramas. - dijo una voz dulce.
    Sacha, el señor Cronopio y las 3 Emmas giraron el cuello. Una niña de unos 7 años aparecio enfrente de ellos. Era fisicamente igual a Emma Reyes, pero ella era una niña. Llevaba el mismo cabello caoba pero largo, hasta la cintura. Un jersey verde que le quedaba grande, una faldita verde y unas zapatillas rosas. Las mismas que llevaba Emma Reyes.
    • Anda... pero si soy yo. - dijo Emma Reyes. - Pero mas peque, claro...
    • ¿Como que eres tu? - dijo el señor Cronopio.
    • Me llamo Emma Reyes Castillo. Tengo 7 años y yo formo parte de la aventura llamada "19 Rue del Guirigay". - dijo la pequeña Emma.
    • ¡Ah si! Esa me lo contó el señor Condori. Forma parte de la saga Alternativa. ¿Como era? ¡Ah si! "¿Que hubiera pasado si el grupo de 8 amigos se hubiera conocido a la edad de 7 años?" Creo que cuenta la historia de un grupo de niños y tiene como escenario los pueblos de Valdeolivas, Albendea y Priego. ¿No es asi? - dijo Emma.
    • Exacto. ¡Ostias! - dijo la pequeña Emma. - ¿Quien es esa? ¡Se parece a la mujer maravilla!
    Sacha levanto una ceja.
    • Vamos a ver... Con el golpe que me ha dado nuestra invitada, se me ha olvidado casi todo. ¿Que hacemos aquí? - dijo el pobre señor Cronopio.
    • A ver, señor Cronopio... - dijo Emma, acercándose al chico. - El señor Condori, cada vez que lee alguna historia, suele "entrevistar" a los personajes dentro de su infinita imaginación... Mucha veces esos personajes toman lugar aquí, en esta sala. Eso ha sido así... Claro que ha variado las personas que la entrevistan. Me acuerdo cuando el señor leyó su primera obra: Matilda. Por aquel entonces solo estaba yo en su subconsciente y...
    • ¿Sabes si el negocio petrolero sigue bajo el control de los alienigenas con cabeza de reptil en vuestra época? - pregunto la pequeña Emma, dirigiéndose a Emma Reyes.
    • ¿Que? ¿Y eso a que viene ahora? - dijo Emma.
    • Es que por una apuesta que he echo. - dijo la pequeña Emma.
    • Que mona era de pequeña... - dijo Emma Reyes.
    • Bueno, a lo que iba... Me acuerdo que tuve que entrevistar a Matilda. Una niña lista... no cabe duda. Fue interesante tenerla aquí, en esta sala. Luego le toco el turno a la señorita Honey y fue casi lo mismo. Que maja... me hubiera gustado que mi profesora de primaria fuera como ella... - dijo Emma, sonriendo.
    La pequeña Emma conectaba una consola a un televisor. Salto un chispazo cuando se disponia a conectarlo todo a un tomacorriente.
    • Pero, niña, ¿Se puede saber que haces? - dijo Emma, cuando la niña se acerco a un enchufe, dispuesta a conectarlo. - ¡Ten cuidado!
    • Es que quiero bailar un poquito. ¿Alguien se apunta? - dijo la niña, enseñando un disco de un videojuego.
    • ¿Bailar? - dijo Sacha, mirando el disco de la niña.
    • Tu... ¿Te apetece echarte una partidita conmigo? - dijo la niña acercándose y sonriendole.
    • No se... Vale. - dijo Sacha.
    (Youtube: "Stepmania - Beethoven Virus")

    Sacha y la pequeña Emma empezaron a bailar al ritmo de la música. Usando unas tablas de control en el suelo, pulsaban las teclas con los pies: arriba, abajo, izquierda, derecha y el centro. Sacha se asusto cuando la niña bailaba con movimientos de brazos y aun así no fallaba ninguna. Intento empujarla pero la niña solo reía y seguía. Emma Reyes aplaudía y alentaba a su contraparte infantil. El señor Cronopio se sonrojo cuando veía bailar a ambas mujeres, una el doble de alta que la otra. 

    La canción finalizo con victoria de la pequeña Emma. La niña grito de alegria y saludo a todo el mundo, que la aplaudia. 
    • No vale, has hecho trampa. - dijo Sacha.
    • Que va. Lo que pasa es que me gusta ese juego. - dijo la niña, de manera muy tierna.
    • Bueno, ya hemos hecho el tonto otra ves. A ver si nos centramos en la entrevista, que la estamos haciendo mas larga que la investigación de los crímenes franquistas. - dijo Emma.
    • Vale... vale. - dijo el señor Cronopio, tomando la palabra. - Señora Sacha... ¿Que se siente ser una cazadora experta y una híbrida, mezcla de las mejores razas?
    Se escucho un sopapo y el señor Cronopio cayo al suelo, inconsciente.
    • ¿Híbrida? - dijo Sacha, temblando.
    • Eres de muy poca paciencia, ¿verdad? - dijo Emma Reyes.
    • ¡Ala! ¡Ya has vuelto a noquear al pobre señor Cronopio! - dijo Emma.
    • ¿Y tu que opinas sobre la alza del Euribor? Se dice que afectara a la burbuja inmobiliaria y que... - dijo la pequeña Emma.
    • Niña... no se de que me estas hablando... - dijo Emma Lopez, sin entender nada de lo que le decian.
    • ¿¡Como se atreve a decirme hibrida!? ¡Soy una cazadora inmortal! - grito Sacha, inchando el pecho.
    • Gritando no vas a conseguir gran cosa. - dijo Emma Reyes.
    • ¿¡Pero que hacemos ahora!? ¡Sin el señor Cronopio no podemos seguir con la entrevista! ¿O alguna de vosotras podéis entrevistarla? - grito Emma.
    • Anda lista, ¿Y tu porque no lo haces? -  dijo Emma Lopez.
    • ¡Y tu que has hecho! ¿¡Ah!? ¡La unica que ha hablado he sido yo! - grito Emma.
    • ¿¡Ah si!? ¡Pues entonces sigue hablando! - grito Emma Lopez.
    • Venga, buen rollito, no discutais... - dijo Emma Reyes. - ¡Ay!
    La pequeña Emma le estaba tirando del pelo a Emma Reyes.
    • Emma...¿Que haces? ¡Que yo soy tu! - dijo Emma Reyes, intentando librarse.
    La niña no soltaba y lagrimas empezaron a aparecer en los ojos de Emma Reyes. Se escucho otro sopapo y la pequeña Emma solto. Emma le habia pegado una colleja y la niña habia soltado el pelo. La pequeña Emma empezo a llorar...
    • Buahhhh... - lloraba la niña.
    • ¿¡Pero como haces eso!? ¡Es una niña, maldita sea! - le grito Emma Reyes a Emma.
    • ¡Te estaba tirando del pelo, maldita sea! - grito Emma.
    • ¡Au! - grito Emma López, cuando la pequeña Emma le tiraba del pelo a ella.
    • ¡Ni se te ocurra tirarme del pelo a mi! - grito Sacha, cuando la niña se acerco corriendo hacia ella.
    • Buahhhh... - empezo a llorar la niña.
    • ¡No deberías haberle levantado la mano...!
    • ¡Y tu no deberías engreirla tanto...!
    • ¡Es una niña, no sabe lo que hace...!
    • ¡Pues de seguro sabe mas que nosotras...!
    • ¡Mas que tu, seguro!
    • ¡Uy, eso no te lo permito! - grito Emma y se abalanzo sobre Emma Reyes.
    • ¡Vale, vale, vale! - grito Emma López, separandolas. - ¿¡Como os vais a pelear dos Emmas!? ¿ Estáis tontas?
    • Esto me supera... - dijo Sacha, sentándose y cruzando las piernas.
    Se escucho un sonido y todas las chicas giraron el cuello. La pequeña Emma estaba montando un caballito mecánico. Nadie sabia como había ido a parar esa maquina allí.
    • Oh... ¿Alguien tiene una moneda? - dijo la pequeña Emma, cuando la maquina se paro.
    • Ah... yo. Espera... - dijo Emma Reyes y empezo a revolver sus bolsillos. - Solo tengo 5 euros, en billete, así que... - dijo Emma Reyes, pero la niña le arranco el billete y se lo guardo. Saco una moneda y siguió jugando con el caballito.
    • Joder... que efectiva. - dijo Emma Lopez.
    • ¿ Así eras tu de pequeña? - dijo Sacha. - No me extraña que seas tan cabezota y sabelotodo.
    • De seguro esta niña ha conocido a Mario, David, Andrea y mis demas amigos, pero con 7 años. Es decir, mas tontitos de lo que son ahora.
    • ¿Que numeo de sujetador usas? Parece que te queda un poco apretado el que llevas... - dijo la pequeña Emma.
    Sacha la miro. La niña no parpadeo en ningún momento, lo que hizo que Sacha la mirara de una forma extraña.
    • Bueno... Primera pregunta... - dijo Emma, tomando las riendas de la situación. - ¿Como conociste al señor...? - empezó a decir pero se callo de golpe. La pequeña Emma le levantaba la falda a Sacha y le miraba las pantorrillas. Sacha bajo la falda de golpe y dijo:
    • Si yo llevaba unos vaqueros. ¿De donde ha salido esta falda tan hortera? - dijo Sacha.
    • Es una Emma... aunque niña, pero es una Emma. Y como estamos en la mente del señor Condori, ella puede imaginar todo lo que quiera. - dijo Emma Reyes. - De allí que tuviera la consola, el caballito y... ¡Ostia puta!
    La pequeña Emma corría a toda velocidad con un bate de gomaespuma en las manos. Empezo a golpear a Sacha en la cabeza. Sacha muto, transformándose. Las 3 Emmas contemplaron como sufría un cambio significativo. Sus ojos habían pasado de un verde blanquecino a un gris oscuro. Eso, sumado a sus acentuados movimientos que hacia y a una actitud sordica, le daba un toque oscuro imponente. La pequeña Emma se oculto detrás de las piernas de Emma Reyes.
    • Vale... supongo que tu eres Lavernne. - dijo Emma, quien también estaba muerta de miedo.
    • Que guay... Deberías venirte a la isla, conmigo... - dijo Emma López.
    • Me recuerda a la historia del Dr Jekyll y Mr Hyde... - dijo Emma Reyes.
    • Tengo miedo... - dijo la pequeña Emma.
    • Esa niña me ha provocado... No quería llegar a esta transformación, pero es evidente que no he podido aguantarlo mas. O la zurráis vosotras o lo haré yo... No me importa. - dijo Lavernne, furiosa.
    • Va...vale. Ya nos encargamos nosotras. - dijo Emma Reyes. - Emmita, no seas mala con nuestra invitada ¿vale?
    • Me la suda. - dijo la pequeña Emma, dejando perpleja a Emma Reyes y matando de la risa a Emma.
    • Venga, no discutáis. Emma, di la pregunta que ibas a decir. - dijo Emma Lopez.
    • ¡Ah si! ¡La primera pregunta! ¿Como ves tu esa doble personalidad controlable? ¿Es difícil ser Sacha y Lavernne a la vez? - dijo Emma.
    • ¿Has pensado en dejarlo?
    • ¿Has pensado en ejercer una carrera?
    • ¿Porque no te casas con Christian y forman una familia?
    • ¿Te gusta los videojuegos?
    • ¿Ves el Coche fantástico en la 3?
    • ¿Te gusta la piña colada?
    • ¿Cantas el "Cara al sol"?
    • ¡¡¡BASTA!!! - grito Emma, arrugando la hoja de papel que llevaba en su mano. - ¡Se supone que las preguntas tienen que ser con respecto a su historia, no preguntas estúpidas! - grito Emma, con la respiración al compás del subibaja de su pecho. - ¿Y quien pregunto lo del "Cara al sol"?
    Las 3 Emmas se quedaron calladas.
    • Yo... me estoy empezando a cansar de esto... - dijo Lavernne, empezando a cambiar a Sacha otra vez.
    • ¿Entendió mi pregunta, señora Sacha/Lavernne? - dijo Emma.
    • Si, si... Veras... - dijo Sacha y contesto la pregunta.
    • Vale... Segunda pregunta... - dijo Emma.
    • ¿Cuanto pesas?
    • ¿Cuanto mides?
    • ¿Tienes novio?
    • ¿Eres bollera?
    • ¿Eres motera?
    • ¿Eres una bollera/motera?
    • ¿Porque nos miras así?
    • ¿Porque lees esto?
    • ¡A la mierda! ¡Estoy harta de vosotras! - grito Emma, lanzando el papel al piso. - ¡Se acabo!
    Emma se dirigió hacia la salida. Sacha se levanto pero entonces la pequeña Emma se le acerco.
    • Aúpa... - dijo la niña levantando los brazos.
    • ¿Que? - dijo Sacha, intrigada.
    • Aúpa... - dijo y volvio a estirar los brazos.
    Sacha cargo a la niña. La pequeña Emma se rio y jugo con los rizos de Sacha. Emma Reyes levanto un movil y les hizo una foto. Emma Lopez abrió los ojos.
    • ¿Tu no eras el chaval que entro antes? - dijo.
    • Eh... ¿Sacha? Era para recordarte que tienes que sacar tus cosas de mi casa. - dijo un recién llegado Christian.
    • ¿¡Que!? - dijo Emma, volviendo.
    • En el tiempo que estuvimos la otra ves y esta, vuestro creador leyó un capitulo mas de mi historia y en ella... el me ha echado de su casa. - dijo Sacha, bajando a la pequeña Emma al suelo.
    Una lluvia de tomates, latas, basura y demás cosas empezaron a caerle a Christian.
    • ¡Basura!
    • ¡Lacra!
    • ¡Machista!
    • ¡Misogino!
    • ¡Sodomita!
    • ¡Cabron!
    • ¡Inhumano!
    • ¡Con todo lo que ha echo ella por ti!
    • ¡Eres igual que todos los hombres!
    • ¡Cagao!
    • ¡Encima la tienes de chacha en tu casa y así le pagas!
    Christian había levantado los brazos y se había protegido contra la ola de basura que las Emmas le estaban lanzando. 
    • ¡Eh! ¡No es asi! ¡Primero, fue de mutuo acuerdo! ¡Segundo, es ella a quien deberiais criticar! ¡Tercero, corro peligro al estar cerca de ella! ¡Desde que la recibi en mi casa, no ha hecho mas que poner en peligro mi vida! - grito Christian.
    • Vale, vale,vale... No se enfade, señor Christian. Si fuera tan amable de sentarse en este sofá... - dijo Emma.
    • ¿Pero la entrevista no había acabado? - dijo Sacha.
    • En parte... pero ya conseguí el desfibrilador para reanimar al señor Cronopio. - dijo Emma, levantando un aparato medico. - Venga Emma López, echame un chorrito de esa crema para que no le queme la piel.
    • ¡Echo! - dijo Emma López, echandole una raya a las planchas.
    • ¡Carguen! - grito Emma.
    Emma le pego un calambrazo al señor Cronopio, quien abrió los ojos y grito, pues le había quemado los pezones, camiseta incluida.
    • ¡Ay va! ¡Me equivoque de potencia! - dijo Emma.
    • Venga, entrevistemos a la parejita, digo a esos 2 ilustres personajes... - dijo Emma Reyes, pero cambio su frase cuando una espada se coloco muy cerca de su yugular. - Voy a cambiar la batería de la cámara y seguimos con la entrevista, pero de verdad.
    • Vale... - dijeron las 3 Emmas a la ves.
    Emma Reyes sonrió a la cámara y se dispuso a apagarla.
    • Por cierto, ¿Quien de ustedes me grito lo de Sodomita? ¡Yo no soy sodomita! - grito Christian.
    Emma Reyes apareció de lleno en la pantalla. Alargo un brazo... y todo se oscurecio.

    jueves, 12 de julio de 2012

    Tradiciones G/Cinthianas Parte 1

    G/Cinthia exprimió un paño húmedo. Mario yacía recostado en una cama.
    • ¿Qué tal estas? – dijo G/Cinthia.
    • Mal… Pero gracias por cuidarme, G/Cinthia. A veces un buen cuidado puede surtir buenos efectos. – dijo Mario.
    • ¿Quieres dormir? – dijo G/Cinthia, acomodándole las almohadas.
    • Querria un poco de sexo. – dijo Mario, sonriendo.
    10 minutos después, G/Cinthia miraba el techo de la habitación. Mario dormitaba a su lado.
    • ¿G/Cinthia? – dijo Mario.
    • Dime… - dijo ella, sin mirarlo.
    • ¿Podrías contarme un cuento? – dijo Mario, abrazándola de costado.
    G/Cinthia se quedo perpleja. Espera una pregunta mas del tipo: “¿Te ha gustado?”. Eso la dejo perpleja del todo.
    • ¿Un cuento? Bueno, esta bien… ¿Cuál quieres? – dijo G/Cinthia, erguiéndose sobre el colchon y apoyando su espalda sobre el respaldar de la cama.
    • No quiero uno clásico. Quiero uno tuyo, inventado o que te hayan contado. ¿ Podrías? – dijo Mario.
    G/Cinthia carraspeo.
    • Había una vez, una familia formada por padre, madre y sus 3 hijos. De los hijos, había el hermano mayor, la hermana menor y el pequeño. El pequeño era el ignorado por todos. Nunca le hacían caso. De hecho, cada vez que habría la boca era motivo para que los demás rieran. Paso un tiempo y la familia entro en quiebra y en una crisis fuerte. El padre trabajaba ganando lo justo, rozando la desesperación. Pero aun así se daba el lujo de jugar la lotería, esperando que la suerte se aliara con el y lo sacara de ese pozo. Pero sus hijos, sendos adolescentes, le pedía mas y mas… El padre ya no sabia de donde conseguir dinero para comprarle ropa a su hija y lo ultimo en zapatillas para su hijo mayor. La esposa no era de ayuda, ya que había sido poseída por el espíritu despilfarrador de las marujas. Pese a todo, el padre seguía tentando a la suerte… - dijo G/Cinthia. – Un día, ese tambaleo que sufrían por la precaria situación que se encontraban toco fondo. Fueron echados de su casa. Tuvieron que mudarse a una oficina de 30 metros. Encima, su hija se quejaba de que no vestía a la moda y el hijo de que sus zapatillas nuevas eran ya de otra época. La madre empezó a sentir que florecía su instinto decorativo y quería remodelar todo, pese a que los muebles no tenían ni un año de antigüedad. El padre no sabia de donde conseguir dinero, así que se aposto todo a su boleto de lotería. Un día, la suerte toco su puerta y el tan ansiado premio llego. El padre grito por todo lo alto, celebrando. Tras cobrar el dinero, reunió a la familia y empezaron a pensar que hacer con el dinero. La hija le pidió un cambio de armario para todos. El hijo pidió tecnología y electrodomésticos.  La madre quería muebles carísimos, de acorde a lo que ponía su revista de decoración… pero de pronto el hijo menor levanto la mano y dijo: ¿Por qué no compras una casa decente y montas un negocio donde seas tu propio jefe?. El padre se quedo estupefacto, la madre se quedo con gesto estúpido y los hermanos se miraron entre ellos. A partir de ese momento, fue el hijo menor quien tomaba las decisiones en la familia. Gracias a su idea, la familia pudo llevar una vida plena… y sana.
    G/Cinthia termino la historia de una manera muy narrativa. Mario dormía a su lado, abrazandola. Parecía un niño.
    • Que bien te ves… y seria un momento muy bonito… ¡Si no fuera porque me estas tocando una teta!
    Mario sonrió.

    martes, 3 de julio de 2012

    La isla de San Carlos - Las Paradojas (Concierto y rescate)

    Emma se remendaba el brazo, que ya había terminado de sangrar. Mario afilaba su hacha y guardaba sus medicinas en la mochila.
    • Vale... Tengo un plan para que nos rescaten. - dijo Mario.
    • ¿Es infalible? - dijo Emma.
    • No, pero requerirá de mucha participacion nuestra. Si no me equivoco, en este pueblo iban ha organizar un concierto de jóvenes talentos del rock. Iban a tocar los grandes éxitos. Así que... he pensado que podríamos buscar el escenario, buscar los fuegos artificiales con los que iban a animar el evento y con ello podríamos hacer señales a los helicópteros que surquen los cielos de la isla para que nos evacuen y rescaten.- dijo Mario, rascándose la barbilla. - Eso si, hasta que consigamos avisar al helicóptero, nos van a caer ciento y la madre de necroantropos. 
    Emma se habia quedado con el resto inexpresivo. Pero luego sonrió tímidamente.
    • Es la idea mas estúpida... con la que he estado de acuerdo.
    Ambos chicos salieron de la casa donde se refugiaron y empezaron a caminar por las calles del pueblito. Veían a varios necroantropos normales y a varios deformes como para luchar con ellos. Emma corria agachada, detrás de Mario. El chico le hacia señas para que se detuviera o para que le siguiera. Estuvieron así por varios minutos. Mario le hizo señas y ambos chicos avanzaron.
    • El escenario... - dijo Mario.
    Delante de ellos había una gran terreno plano. Un escenario montando era lo que mas llamaba la atención. Varias cajas estaban esparcidos por los suelos, así como vallas de metal, equipos de sonido, guitarras, etc. Emma se subió al estrado principal y contemplo todo el lugar. Era un sitio perfecto para enfrentarse a toda la horda de necroantropos que les vendrían. Mario se acerco hacia la cabina de control y empezó a manipular los equipos. 
    • Emma, mira a ver si hay materiales para defendernos. - le dijo Mario desde su posición.
    Emma busco y busco. Encontró gasolina, que supuso serviría a los coches, pero como estos estaban golpeados y abandonados, supuso que no les serviría. La chica empezó a esparcir la gasolina, creando una especia de "barrera" enfrente del escenario. Mario, tras manipular los equipos, empezó a mover los grandes parlantes. Emma guardo un poco de la gasolina y empezó a fabricar cócteles molotov. Una botella, gasolina, un trapo seco, un tapón de corcho y el mechero seria suficientes para que esa botella se convierta en una bomba. 
    • Mierda... que hijos de puta... - dijo Mario.
    • ¿Que pasa? - dijo Emma, cerrando con un corcho la ultima botella.
    • Los fuegos artificiales están en un aparato que los lanza pero no puedo manipularlo. Parece que se activaran justo al final del concierto. Pero eso tampoco puedo manipularlo. Según veo, se activaran en las 2 ultimas canciones. - dijo Mario.
    • Vale... ¿Y? - dijo Emma, empezando a colocar las vallas de metal en distintas posiciones.
    • Que tendremos que hacer un poco de tiempo con unas 3 canciones para que la maquinaria se active sola. 
    • Vamos... Que tendremos que empezar el concierto para que al final del espectáculo, los fuegos artificiales manden una señal a cualquier helicóptero que este por esta zona, a ver si alguno nos ve y nos rescate, ¿no? - dijo Emma.
    • Básicamente... - dijo Mario.
    • ¿Te das cuenta de todo el ruido que vamos a provocar? - dijo Emma, empezando a colocar los contendedores de gasolina vacíos en un anillo alrededor del escenario.
    • ¿Que otra opción tenemos? ¿Quieres morir? - dijo Mario.
    • No... pero no era lo que teníamos en mente. - dijo Emma.
    • No pasa nada. Ademas, estos cabrones hacían "playback" - dijo Mario. - Podemos poner la canción que mas nos guste.
    • No se muchas, así que te lo dejo a tu gusto. - dijo Emma, empezando a relajar los músculos de su cuello.
    • Si voy... si vamos a morir... que sea con estilo. ¿Lista? - dijo Mario.
    Emma inflo el pecho de aire. 
    • Lista. - dijo y levanto la hacha que llevaba.
    • Empezamos fuertecito... - dijo Mario y le dio a un boton.
    Las luces del escenario se encendieron, los altavoces empezaron a vibrar... El concierto dio comienzo.

    (Suena la canción: "Creeping Death" - Metallica)
    • ¡¡Voy a matar necroantropos escuchando metal del bueno!! ¡Este es el mejor día de mi vida! - grito Mario, levantando el hacha que llevaba en su espalda.
    Se escucho el sonido parecido a un grito de guerra. Emma sabia que los necroantropos habían escuchado la música e iban hacia allí. Emma sentía como un pequeño temblar hacia vibrar el escenario donde estaban. De pronto, empezaron a llegar... como una estampida.
    Emma y Mario empezaron a batallar contra todos. Emma se agachaba, saltaba y mutilaba a los necroantropos con el hacha que llevaba. En poco tiempo, se empapo de sangre y de viseras. Como de costumbre... Mario hacia los mismo, solo que mas violento. Como si la canción lo excitara. Cientos de necroantropos llegaron hasta el escenario. De ves en cuando, Mario pegaba ciertos saltitos y movía los dedos que estaban en el mango del hacha como si tocara una guitarra...
    • !!So let it be written!! - grito Mario el estribillo a pleno pulmon. - ¡¡So let it be done!! ¡Im sent her by the chosen one! ¡¡So let it be written!! ¡¡So let it be done!! ¡To kill the first born pharaohs son! ¡¡¡IM CREEPING DEATH!!!
    Emma miraba el entusiasmo con el que Mario cantaba. También pudo verificar otra cosa: Mario, cuanto mas cantaba, mas podía con todos los necroantropos que se le venían encima. Emma, quien cortaba con su hacha algunas extremidades, tenia dificultades cuando se le abalanzaban. Pero Mario... estaba hecho toda una maquina.
    • ¡Emma! - grito Mario.
    La chica giro el cuello y lo vio. Detrás de todo el pelotón de necroantropos, unos perros empezaron a aparecer. Emma ya había vivido esa horrible experiencia y no iba a repetirlo. La chica retrocedió unos pasos, golpeo con el mango del hacha a los que la rodeaban y de un tajo corto a todos por la mitad. Aunque sabia que con eso no iban a morir, igual los mantendría alejados. Pero de pronto vio que algo saltaba...
    Emma cayo al suelo, desesperada por que un hocico lleno de dientes filosos le quería morder el cuello. La chica gritaba desesperada, intentando que los dientes no llegaran a su cuello. El perro tenia una fuerza increíble, a lo que Emma solo podía alejar su hocico. Las patas le estaban incrustando las garras en la piel...

    Pero de pronto, Mario le propino un placaje al animal y libero a Emma. Acto seguido, le propino un hachazo, mutilandole el hocico y una pata. Mario termino de mutilar a los demás necroantropos, levanto su pistola y disparo al suelo que estaba enfrente del escenario. La gasolina se incendio y empezó a quemar a los necroantropos que llegaban.
    • !!So let it be written!! - grito Mario el estribillo a pleno pulmón, a la vez que tendía su mano a Emma para levantarse - ¡¡So let it be done!! ¡Im sent her by the chosen one! ¡¡So let it be written!! ¡¡So let it be done!! ¡To kill the first born pharaohs son! ¡¡¡IM CREEPING DEATH!!! ¡Se viene el solo de guitarra, Emma!
    (Solo de guitarra de la canción "Creeping Death" - Metallica)

    Mario y Emma, con sus espaldas haciendo contacto, gritaron juntos, haciendo frente a la horda. Emma golpeaba, cortaba, mutilaba, se bañaba en la sangre de todas aquellas personas que fueron mutiladas. El único movimiento que no era de ataque, era para limpiarse los ojos y quitarse el pelo que le incomodaba. Mario, que ya estaba empapado en sangre, era mas violento que Emma. Pero los mantenía a raya a todos.
    Emma recibió golpes, a lo que la chica soltó el hacha y se abalanzo sobre uno de ellos. Emma sabia que el punto débil de estas bestias inmortales era los ojos, nariz y oídos. Emma, usando las uñas que le quedaban le arranco los ojos a un necroantropo. La sangre le llego hasta el pelo. Acto seguido, con el cuchillo que tenia en su bolsillo, clavo la hoja en la nariz y haciendo palanca, le arranco la carne nasal. Por ultimo, con el hacha, le corto las orejas a la bestia. El necroantropo yacía en el suelo, vivo... pero inútil. No veía, no podía oler a Emma ni podía escuchar nada. Estaba "desactivado".
    • Die... by my hand... I creep across the land... Killing first born man... ¡Die! by my hand... - grito Mario, mientras se limpiaba el rostro. - I creep across the land... Killing first born man...
    Emma, poco a poco, empezó a sonreír. Podía con todos y junto a Mario, sabría que podrían. La canción  siguió sonando pero los necroantropos caían y caían. Los cuerpos que estaban sobre el escenario empezaron a ser un estorbo para ambos chicos. La canción empezó a llegar a sus compases finales, por lo que Mario le hizo señas a Emma... pero de pronto el chico pego un grito espantoso. Algo largo y de color carne se había enrollado en su torso. Emma supo de que era eso...
    • ¡Emma! ¡Cortale la lengua! ¡Cortasela! ¡Me va a asfixiar! - grito Mario, desesperado, a la ves que era arrastrado y golpeado por varios necroantropos.
    Detrás de el, había uno de los experimentos fallidos del hospital Protectorado de Felipe: el Slardar. Alto, delgado y con granos enormes y deformes, su lengua arrastraba y asfixiaba a Mario. Emma salto, golpeo a unos necroantropos y propino un hachazo a la lengua. El Slardar grito y retrocedió, pero Emma le propino varios hachazos hasta que cayo al suelo, partido por la mitad.
    La canción termino y las luces del escenario se apagaron. Mario se levanto y extermino a los últimos necroantropos. La musica había terminado y Mario debía de activar las otras 2 que quedaban. Emma empezó a curarse los cortes y demás moretones que tenia. Se remendó usando gaza y se tomo algunas pastillas que llevaba en un botecito. Mario se inyecto un chute de adrenalina.
    • ¡Ufff! La adrenalina es el mejor broncodilatador que existe... - dijo y empezó a vendarse las heridas que tenia. - Pasame algunas de esas pastillas... - dijo el chico, recibiendo de Emma. Levanto su mano y se las trago. - ¡Bien! ¡Supervitaminado y mineralizado! ¡Perfecto!
    • ¿Y ahora que? - dijo Emma, cortando la cinta con la que se fijaba la gaza de su brazo. 
    • Ahora el segundo asalto. Desde que termino la música, han dejado de venir necroantropos... Intuyo que ahora vendrán mas y puede que nos llevemos una sorpresa. - dijo Mario. - Alla que vamos...
    (Suena la canción: "The Trooper" - Iron Maiden)
    • ¿Sabes porque cuando alguien escucha Metal, tiene ganas de mover la cabeza y el pelo al ritmo de la canción? ¿Porque esas ganas de saltar, de chocar los hombros, de dar puñetazos al aire? Es la adrenalina que nos produce escuchar estas canciones... Es... "la magia del metal" - dijo Mario, levantando el hacha que llevaba en su espalda.
    Se volvió a escuchar el sonido parecido a un grito de guerra. Emma sabia que los necroantropos habían escuchado la música de nuevo e iban hacia allí. De pronto, empezaron a llegar... como una estampida... Pero esta ves no venían los necroantropos normales... Esta vez, venían acompañados de los necroantropos deformes... Los mas peligrosos, debido a que usaban sus huesos como tenazas...
    • ¡Ten cuidado con los deformes! ¡ Podrían hacerte muchisimo daño! - dijo Mario.
    Emma y Mario empezaron a batallar contra todos. Emma se agachaba, saltaba y mutilaba a los necroantropos con el hacha que llevaba. Pero esta vez se tuvo que mover y rodar algunas veces, ya que los necroantropos deformes eran mas rápidos y atacaban de manera mas feroz. En poco tiempo, Emma se dio cuenta de que no seria fácil. Incluso Mario tenia problemas. El chico cayo al suelo, ya que uno de los deformes se le abalanzo de manera brutal, intentando clavarle una tenaza. Los demás necroantropos le empezaron pisar, pero Emma acudió a su rescate, placando a los que pudo y pegandole un hachazo al deforme que estaba a punto de herir a Mario. Cientos de necroantropos llegaron hasta el escenario. 
    • !!You take my life but I'll take yours too!! - grito Mario el estribillo a pleno pulmon. - ¡¡You fire your muket but I run you through!! ¡¡So when youre waiting for the next attack!! ¡¡You'd better stand there's no turning back! 
    Emma miraba el entusiasmo con el que Mario cantaba. El fuego, que anteriormente habia sido producido por la gasolina, había creado una pantalla de humo que dificultaba la vista. Emma, quien tenia los brazos vendados, recibió golpes... pero la chica no quizo sentir dolor y se defendió con todo lo que tenia. Su hacha mutilaba a ciento y la madre y con el mango apartaba a todo aquel que se le acercara mucho
    • ¡Emma! - grito Mario.
    Un perro se había abalanzado sobre Mario. Emma intento ayudarlo, pero la horda llego hasta ella y la rodearon. Emma gritaba, mientras recibía golpes por todas partes. Mario también gritaba, ya que el perro le estaría desgarrando las ropas y la piel con sus garras. Por no mencionar el hocico mortal... Emma golpeaba y cortaba a todo el mundo. Debía de rescatar a Mario de las garras del animal, ya que si Mario caía... Emma quedaría sola y era seguro que moriría de la peor manera posible...

    Pero de pronto, Emma le propino un hachazo al animal y libero a Mario. Acto seguido, le tendio una mano para ayudarlo a ponerse en pie. Mario, quien sangraba, se puso en pie y le hizo un gesto a Emma, dandole a entender que podía solo. El chico se puso en pie y se sacudio las ropas.
    • !!Oooooooooohhhh¡¡ - grito Mario, cantando la cancion - ¡¡Oooooooooohhhh!!
    (Solo de guitarra de la canción "The Trooper" - Iron Maiden)
    • ¡¡¡Oh, que buen solo!!! - dijo Mario, levantando el puño.
    Emma salto del escenario y empezó a batallar contra todos que le venían. Mario desde el escenario la cubría con el arma que llevaba. Emma empezaba a alejarse poco a poco de Mario. La chica estaba excitada, estaba abatiendo a varios necroantropos y lo estaba haciendo ella sola...
    • ¡¡¡CUIDADO!!! - grito Mario
    Emma, poco a poco, lo vio venir. Era un gigante, el mismo que vio en los Edificios 3C. Pero solo tuvo ese pequeño tiempo de verlo, ya que automaticamente el gigante pego un bramido parecido al de un toro y embistio, cargando a Emma con su brazo y arrastrandola hasta el fondo de toda la estancia. 

    La chica no se pudo zafar de ese brazo musculoso y quedo atrapada, a la vez que era arrastrada hasta chocar con una pared, como a quien le atropellara un coche hasta chocar con algo. La chica grito de dolor, pues el golpe fue brutal. No se pudo explicar como sus pobres costillas no se hicieron polvo cuando su espalda impacto contra la pared del escenario. El gigante la cogió por la cintura con una sola mano y le apretó la cintura con sus fuertes dedos. Emma grito, grito pero fue inútil. Mario gritaba, lo que hizo pensar a Emma que estaba acorralado. El gigante pego un grito y aplasto el cuerpo de la chica contra el suelo, con una sola mano.

    Una y otra y otra… Como hizo la primera vez que lo vio, Emma gritaba y pataleaba desesperadamente, mientras su espalda y cabeza impactaban fuertemente contra el piso. El gigante pegaba un grito, levantaba el cuerpo de la chica con una mano, sujetándola por la cintura, y la aplastaba en el piso. Cada golpe, el gigante le hundía la palma en el vientre, dejándola sin aire. El cráneo parecía a punto de romperse cada ves que impactaba en el piso y la espalda recibía todo el daño. La chica dudo que sus huesos aguantaran tanto...
    • ¡Quitadmelo de encima! - grito Emma, desesperada. - ¡Me esta matando!
    El Cargador estaba destrozando a Emma y no la soltaba. Encima y para colmo de males, los necroantropos se unieron a la masacre y empezaron a golpear a Emma cuando esta caía al suelo. Emma empezó a ver que todo se oscurecía...

    De pronto, el Cargador grito y cayo hacia un lado, sin su brazo. Mario había llegado justo a tiempo. La canción terminaba y las luces del escenario se empezaron a apagar. Mario extermino a los necroantropos que sobraban y la canción termino del todo. Mario cargo a Emma, quien estaba herida, y la llevo hasta el escenario. Tenia mala pinta.
    • Mierda, mierda... Necesitas atención medica, Emma... Otra paliza como esa y no la cuentas... - dijo Mario. - ¿¡Porque coño te alejaste tanto!? ¡Te dije que debemos permanecer juntos para sobrevivir! 
    • Lo siento... Fue... la magia del metal... - dijo Emma, sonriendo.
    • No puedo hacer gran cosa ahora, mas que nada porque se nos acaba el tiempo y las medicinas. Puedo doparte... y hacer que dures al menos 5 minutos... Pero es arriesgado... Si te vuelven a herir así o te tumban... se acabo. No vivirás para contarlo. ¿Estas lista? - dijo Mario.
    • ¿A que esperas? Prefiero morir así... - dijo Emma.
    Mario extrajo varias jeringuillas de su mochila y empezó a revisar cada una. Inyecto 2 de ella  en el muslo de Emma y la chica paso de tener los ojos entreabiertos a tenerlos muy abiertos. Todo se volvió nítido. Emma no sentía ningún dolor y se puso en pie... Estaba en perfectas condiciones.
    • Nos estamos arriesgando. Si no nos rescatan y no te atendemos, tendremos problemas. Puede parecer que estas bien, pero sigue sangrando... Y si sigues sangrando... podrías tener problemas en los tejidos... podrían hasta amputarte las piernas... o los brazos... o ambas cosas. - dijo Mario. 
    • Es hora de jugarnos todo a una carta, Mario. Total... ¿No falta poco para acabar con esta pesadilla? - dijo Emma.
    • Si... y por fin... La ultima cancion... Esta no es metal exactamente... Pero es rock del bueno... Y tan bueno... - dijo Mario, sonriendo. Le dio al boton.
    (Suena la cancion "Touch Too Much" - AC/DC)

    Las luces se encendieron. Pero no fue todo. Del lugar donde estaba el micrófono, saltaron unos fuegos artificiales, como avisando que esa seria el final del concierto. Emma y Mario se miraron y sonrieron. Quiza por primera ves un plan les saldria bien... Emma sonrió porque esta canción si se la sabia.
    • It was one of those nights... - dijo Mario, levantando el hacha y viendo como se venia la horda de necroantropos.
    • When you turned out the lights... - dijo Emma y golpeo a un necroantropo.
    • And everything comes into view - dijo Mario. - ¡Te sabes la letra!
    • She was taking her time... - dijo Emma - ¡Esta si!
    • I was losing my mind, theres was nothing that she wouldnt do... ¡It wasnt the first, it wasnt the last! ¡¡She knew we was making love!! I was so satisfied, deep down inside, like a hand a velvet glove...
    Emma y Mario chocaron sus espaldas y a pleno pulmon cantaron, a la ves que se les venia la horda encima.
    • ¡¡¡SEEMS LIKE A TOUCH!!! - grito Mario y Emma a pleno pulmon - ¡A touch too much! - Ambos chicos aniquilaron a varios necroantropos - ¡Seems like a touch! ¡¡A touch too much!!
    • ¡¡Too much for my body, to much for my brain!! - grito Emma, a la ves que mutilaba a 2 necroantropos.
    • ¡¡This damn womans gonna drive me insane!! - dijo Mario, peleando contra 3. - ¡Shes got a touch! ¡A touch too much!
    Emma y Mario bajaron del escenario. La necesidad de encender la gasolina que quedaba les obligo a exponerse. Emma sintió como la atrapaban por detrás, así que la chica pego un cabezazo y dio un giro, con el hacha levantada, cortando a todo lo que se le cruzara. La sangre le volvió a empañar la vista. Mario también fue acorralado por otros 3, a lo que Emma le ayudo. Ambos chicos coordinaban muy bien sus golpes, lo que les permitía sobrevivir.
    • ¡Emma, cuidado! - grito Mario.
    Otro Cargador se le venia encima, pero Emma no iba a caer otra ves. Lo esquivo y cuando se estampo, Emma le mutilo el brazo que tantos disgustos le había dado. Mario grito, por lo que Emma se dio la vuelta. Un perro estaba encima de el, intentando morderle. Emma fue hacia el, pero algo carnoso se enrollo en su estomago. Era un Slardar. Emma era arrastrada hacia atrás. Si no conseguía cortar la lengua, seria victima mortal de los necroantropos. Emma forzaba para llegar al cuchillo de su bolsillo. Se estaba empezando a asfixiar...

    PUM

    La buena suerte se alió con la chica, ya que justo en ese momento otro paquete de fuegos artificiales voló al cielo. Gracias a ello, Emma se libero ya que la pequeña explosión asusto al Slardar. Emma, furiosa, levanto el hacha y le abrió la cabeza en 2. La chica se dio un baño en su putrefacta sangre. Sin perder tiempo, Emma se dirigio hacia Mario.
    • Too much for my body... - dijo Emma y sonrio.
    (Primer solo de guitarra de la cancion "Touch Too Much" - AC/DC)

    Emma placo al perro y le dio un hachazo, desmembrandolo. Mario sangraba en el pecho y brazos. Emma se agacho y lo puso en pie.
    • ¡Vamos, vamos! - dijo Emma. - ¡Ni se te ocurra morirte!
    • No, Emma... Con esta musica soy inmortal... - dijo Mario.
    • Asi nos va...
    Emma y Mario volvieron al escenario, contemplando la nueva horda que se venia encima. Ambos chicos se miraron y cantaron:
    • Seems like a touch... - dijo Emma, sonriendo.
    • Touch too much... - dijo Mario.
    • You know its much too much... - canto Emma, mostrando los dientes.
    • Much too much... - dijo Mario, con cara de listillo.
    • I really want to fell you... - dijo Emma, poniendo gesto provocativo.
    • Touch too much...
    • Girl, you know youre giving me... - dijo Emma, sonriendo de felicidad. 
    • Much too much...
    • ¡¡Seems like a touch!! - grito Emma. Las luces del estadio se apagaron pero la musica sono igual  - ¡¡Just a dirty little touch!! ¡¡I really need your touch!! Cause youre much too much too much too much...
    Ambos chicos gritaron como si las vida se les fuera en ella.
    • ¡¡¡SEEMS LIKE A TOUCH!!! ¡¡¡A TOUCH TOO MUCH!!! ¡Seems like a touch! - gritaron juntos.
    • A touch too much... - canto Mario.
    Los necroantropos llegaban pero los chicos los repelían como podían. Poco a poco, empezaron a escuchar una maquinaria ponerse en funcionamiento.
    • ¡Givin me a touch! - grito Emma, con toda sus fuerzas. Los necroantropos parecían asustados.
    • A touch too much... - grito Mario, y mutilo a varios de un solo hachazo.
    • Baby got a touch... - grito Emma y se enfrento ella sola a 5.
    • A touch too much... - grito Mario y repelio a varios.
    • ¡¡¡¡SEEM LIKE A TOUCH!!!! - gritaron a la vez.
    (Solo de guitarra de la cancion Touch Too Much - AC/DC)

    Los fuegos artificiales funcionaron. Varios haces de luz surcaron los cielos y explotaron, formando esferas de luz. Emma derramo una lagrima... Estaban cerca de escapar de esa isla... Y derramo otra lagrima cuando vio que un helicóptero surcaba el cielo, pero pasaba de ellos.

    A touch too much...

    Emma aviso a Mario y juntos vieron como el helicóptero disminuía la velocidad.

    A touch too much...
    • ¡Emma, yo te cubro! ¡Usa el micrófono y avisale! - grito Mario.
    Emma corrio hasta el micro y grito:

    A touch too much...
    • ¡EH! ¡EH! ¡Aqui! ¡Por aqui! ¡No somos infectados, no somos necroantropos! ¡Por favor, vengan! - grito Emma.
    La chica abrió los ojos cuando el helicóptero empezó a descender. Emma grito de alegría. El helicóptero se estabilizo y una voz de un megáfono les dijo:
    • ¡Sobrevivientes, todos al helicóptero! ¡Ahora! - grito una voz.
    • ¡¡Mario!! ¡Nos rescatan! - grito Emma.
    El concierto termino con un espectáculo de fuegos artificiales. Emma y Mario empezaron a correr hacia el helicóptero. Mario abrió la mochila y grito:
    • ¡GRANADAS! - dijo con fuerza.
    Los cócteles molotov, que habían echo anteriormente, cayeron y provocaron una especie de pantalla de fuego. Eso les dio un poco de tiempo a ambos chicos. Se agacharon para no tener problemas con las aspas del helicóptero. Emma subió primero y luego ayudo a Mario a subir. El helicóptero se elevo y ambos chicos se alejaron de aquel pueblo...

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    Emma era curada por Mario. El helicóptero iba surcando los cielos. Mario hizo un nudo a la gaza con la que estaba curando a Emma y la miro. La chica sonrió. Mario se puso en pie y fue a hablar con el piloto. Emma se puso a contemplar el paisaje... Sabia que por fin había terminado... Mario volvio con prisa hasta donde estaba Emma.
    • Emma... tu eres una chica que maneja varios temas de electricidad. Pero... ¿Sabes pilotar helicópteros? - dijo Mario, con una risa nerviosa.
    Emma no entendió lo que quizo decir Mario. Pero cuando vio detrás de el, lo entendió. El piloto temblaba y de pronto empezó a mutar. De los omóplatos empezaron a salirle las tenazas y su cuello se alargo, destrozando la piel. Empezó a hacer ruidos extraños y cuando se dio la vuelta, un necroantropo de los deformes yacía enfrente de ellos. Emma maldijo...

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    • No me puedo creer que mataras al piloto... - dijo Emma, de muy malas pulgas.
    • Lo debieron de morder antes de que llegara hacia nosotros. - dijo Mario, cojeando. - Ademas, ya estaba muerto cuando se transformo... Así que no he hecho nada malo...
    • Y yo que pensaba que ya nos íbamos a ir de esta isla... Lo estaba soñando... - dijo Emma.
    • Los sueños están sobrevalorados. Son un trampa del subconciente. Lo decia Freud...
    Ambos chicos escalaron un pequeño monte, llegando a la cima y viendo el paisaje. Emma giro el cuello y detrás de ella veía el helicóptero totalmente destrozado. La chica maldijo por lo bajo...
    • Mira el lado positivo, Emma... Hemos estado en los Edificios 3C, en el cruce de Santa Catalina, en el pueblo de las Paradojas... Y si no me equivoco... A unos kilómetros se encuentra el Area 1993... ¿Habra algún sistema de rescate alli? Debemos averiguarlo... - dijo Mario.
    • Guay... un sitio lleno de necroantropos militares, con diverso material bélico, blindaje, armas,etc... Esto sera interesante...
    Ambos chicos bajaron la cima y se dirigieron hacia el horizonte, siguiendo la magnifica puesta de sol...