Mario se puso en pie en silencio. Se libero de los brazos de G/Cinthia, cruzo la habitación con cuidado de no tropezar con Angie y salio hacia afuera. Era una noche fresca, bañada por el claro de la luna. Las montañas del altiplano parecian gigantes dormidos. El frio era terrible, pero Mario no sentia eso. Empezo a caminar, alejandose cada vez mas del pueblo. La altura, lo dificil del camino y sus suelas gastadas hicieron que Mario empezara a cansarse... pero el corazon le letia a mil por hora. Su cerebro empezaba a creer en algo... despues de mucho tiempo.
Mario caia, resbalaba, sentia su sangre brotar de distinta spartes de su cuerpo cuando bajaba alguna corniza. Pero seguia, porque sabia lo que tenia que hacer... Algo le marcaba el camino, algo en su interior le decia a donde tenia que ir...
- La Hanan Pacha... el mundo celestial... donde habitan los dioses... - dijo Mario. Elevo su vista al cielo.
- Año 1532... Los hombres blancos arribaron al valle del rio "Biru"... - dijo Mario. Cerro los ojos y sintio una rafaga de humedad en su rostro.
- Atahualpa intento negociar con los conquistadores... Les ofrecio 2 cuartos llenos de oro y plata hasta donde llegara su mano... 2 metros de puro oro y plata. El oro vino de todas las partes del imperio... Lo ejecutaron igual... - dijo Mario.
- Dicen que Pizarro lloro su muerte... - dijo Mario, quitándose las ramitas de su ropa.
- Pero no todos creyeron ciegamente en la bondad de los hombres blancos... Hubo algunos que "traicionaron" al inca y robaron el oro y lo guardaron en un lugar borrado de la memoria de las panacas... Y ese lugar es...
Bajo los mil ojos de Wiracocha...
Mario levanto la vista. El cielo estaba totalmente estrellado. A lo lejos, dos estrella brillaban. Estaban ubicadas de una manera colindantes.
Descansa el tesoro de todo un imperio...
- El imperio...- dijo Mario.
- Ecuador... y Argentina con Chile. - dijo Mario.
- ¿Acllas? Las Acllas son las virgenes del imperio. ¿Que querra decir con...? - dijo Mario y abrio los ojos. Estaba rodeado de arboles... de un bosque... de un bosque... - ... virgen... - dijo Mario, pensando. ¿Eterna, vasta y pura Pachamama? - dijo Mario y se dio cuenta. Agacho la vista. - La tierra...
- ¿Que quiere decir eso...?
Mario levanto la cabeza... "El dios Sol..."
Y espantar a los horrorosos hombres palidos, con vello en el rostro y sentados en la crin de aquellas bestias, cuyos rebuznos provocan la ira del dios Wiracocha...
Mario fue traicionado por sus oidos... Pudo escuchar el sonido de una estampida. Bestias del tamaño de gigantes se erguian delante de el. Mario veia las patas delanteras de un caballo gigantesco. Las herraduras brillaban...
Mario abrio los ojos. Estaba en un amplio terreno lleno de musgo, arboles y vegetacion. Pero sabia que no era solo eso... Sabia que debajo de sus pies, debajo de toda esa tierra virgen... se hallaba el mayor tesoro que jamas se podría imaginar... Pero...¿Era digno de desenterrarlo? Podía equivocarse, dado que...
- No soy un Tunquiri puro... Tengo gotas de sangre conquistadora por parte de mi madre. Quiza me equivoque con la solución del acertijo... Pero... ¿Que saco desenterrando un tesoro con mas de 400 años de antigüedad? Respeto a mis antepasados... Pienso... pienso que lo mejor sera...
- Dejarlos reposar... - dijo una voz.
- ¿Me has seguido? - dijo Mario.
- Soy de sueño ligero, ¿recuerdas? - dijo la chica. - ¿Todavia crees en la leyenda que te conto la mamacha?
- Supongo que siempre me han atraido los acertijos. ¿Pero de verdad soy alguien para descubrirlo?
- Lo que haya o no bajo esta tierra...da igual, Mario. Le has echado mucha importancia... ¿De verdad vas a etsra tranquilo si lo llegaras a desenterrar y lo gastaras, sabiendo que esa no era su finalidad? Yo no soy nadie para decirte lo que debes hacer... Venir a la serrania peruana ha sido lo mejor... para encontrarnos a nosotros mismos. Yo he aprendido a valorar muchas cosas y tu... has aprendido a creer un poco. Solo un poco... como un granito de azucar en 100 litros de agua. - dijo G/Cinthia.
- Solo un verdadero Tunquiri lo hara... yo no soy digno. - dijo Mario, poniendose de pie.
- Descubriste donde estaba. Es algo que quiza... se sientan orgullosos ciertas personas... - dijo G/Cinthia.
- Dime que valio la pena, G/Cinthia - dijo Mario.
- Para mi, si. Segun dicen los expertos, el valor del rescate de Atahualpa estuvo valorado en 647 mil millones de dolares, asumiendo los valores del oro y de la plata actuales. - dijo la chica.
- Eso fue solo 2 cuartos... ¿Te imaginas el oro de todo un imperio, de todos lo rincones de Sudamerica?
- Quiza no signifique eso. Quiza se referia a algo que haga revivir el imperio. ¿Porque tiene que ser oro? Yo pienso... que estas tierras sirven para darse cuenta de que en el fondo de nosotros esta el tesoro para levantarnos y erguirnos de nuestras cenizas, como el ave fenix. No oro, no plata... ¿De verdad crees que el imperio habría vuelto con el oro y la plata? Habría vuelto con la cooperación de las etnias incas... Lo que entendemos por tesoro no se encuentra bajo tierra... Se halla en el... - dijo G/Cinthia.
Mario dormitaba en su tienda de campaña. Por la rsgadura de la tela, el chico veia el cielo estrellado. G/Cinthia dormitaba a su lado. El sueño lo vencia...
Mario abrio los ojos fuertemente.
Bajo los mil ojos de Wiracocha...
- Las estrellas - dijo Mario.
- Estas tierras virgenes... Tierra sobre la cual duermo... - dijo Mario.
Mario hincho el pecho al respirar.
- El cielo arriba, la tierra debajo... ¿Que esta en medio? Yo... ¿Que se eleva hacia el sol? Mi pecho al respirar... ¿Y que es lo principal que contiene el pecho de cualquier persona? - dijo Mario en un susurro.
Mario sonrió. Su sonrisa no se apago. Cerro los ojos, deseando que llegara el dia siguiente... G/Cinthia tenia razón. Siempre tuvo razón.
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