martes, 31 de diciembre de 2013

Un lugar en mis sueños - Parte 3

"Había una vez... 2 locos en un viejo manicomio..."

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Un reloj marcaba la hora:

11:00 pm

Mario caminaba por un bosque... el de sus pensamientos. Pero lo veía diferente...
  • Hace tanto tiempo... - dijo Mario. - Hace tanto que no caminaba por aquí... Y no es buena señal...
Natalia lo esperaba cerca de un árbol. Lucia de una manea normal, humana...

Mario, nada mas verla, se llevo la mano a la cabeza. Un dolor punzante le atravesaba la sien.
  • ¿Que me pasa?
  • Lo que a cualquier hombre o mujer le pasaría en una situación como esta... Estas enloqueciendo. - dijo Natalia, mirándose las uñas.
Mario levanto un parpado, incrédulo.
  • Recuerdo... un bar. Recuerdo... comida... Recuerdo...
Mario levanto la vista. Pensó...
  • Recuerdo... recuerdo... - dijo Mario.
Las imágenes le llegaban a la cabeza de manera confusas. Como si lo que vivió lo estuviera creando en ese mismo momento...

Natalia abrió muchos los ojos, acercándose hacia el.
  • ¿¡Te acuerdas!? - dijo Natalia. Lucia excitada, lo que ocasiono que Mario retrocediera. - Oh, yo que tu no haría eso... Encuentro el pasado como un lugar horrible, lleno de trampas... Un lugar donde no te gustaría estar... - dijo Natalia. Se rió de una forma que erizaría los pelos de cualquiera. - ¡La memoria es tan traicionera con nosotros mismos! Y pensar que algunos creen que la controlan... ¡Nos traiciona y de que manera! Imagina... En un instante de tu vida, te encuentras perdido en un cumulo de sensaciones únicas: sensación de placer, de satisfacción, de alegría mutua... ¿No es bello recordar eso? Oh, si... - dijo Natalia, lamiéndose los labios. Empezó a caminar alrededor de Mario. - Pero en otros recuerdos... Estas en lugares infernales... donde los sentimientos son todo lo contrario: Dolor, ira, odio... Lugares donde la oscuridad y el frio traen al frente cosas que uno, perfectamente, querría esconder. La memoria, en resumen, puede llegar a ser tan vil, repulsiva y bruta... como los niños, supongo. - dijo Natalia. Soltó una sonora carcajada. - Pero, ¿podemos vivir sin ella, sin la memoria? La razón se sustenta en ella, tiene su origen en ella... No afrontar la memoria, negarla, pensar que evitando los malos recuerdos podremos controlarla... ¡Es negar la razón misma!... ¿Y entonces? ¿Porque la gente sigue evitando los malos recuerdos? ¿No se dan cuenta que están siendo irracionales? Pero siempre habrá alguien, algún valiente que pregunte: ¿Que nos obliga a ser racionales? ¿¡Acaso firmamos algún contrato donde nos especifique que hay que ser racionales!? - dijo Natalia, sarcásticamente. - ¡NO! Y aunque lo hayamos firmado... ¡No existe una clausura para la cordura! Por otra parte y esto lo debes saber mejor que nadie... Cuando mas indagas dentro de un desagradable bosque de recuerdos, mas te das cuenta del recorrido de lugares... de lugares de tu pasado, donde el grito se vuelve insoportable... donde el dolor representa algo tan real como fantasioso... donde las sensaciones "malas" se multiplican por mil... ¡Donde lloramos, deseamos y hasta rogamos por salir vivos de ella! Todo... todo eso... tiene una misma salida... Una salida que no vemos... ¿O no queremos ver? La salida de emergencia... es la locura. - dijo Natalia. Mario retrocedió. - Vamos, Mario... La gente solo necesita dar un paso hacia mi para poder cerrar todas las puertas de todas aquellas cosas horribles que alguna vez vivimos... Encerrarlas... para siempre...
Mario cerro los ojos por unos segundos. Las palabras de Natalia hacían que...
  • Natalia... Escúchame... - dijo Mario. Sentía que algo no iba bien.
Natalia se apoyo en un árbol, esperando. Sonrió como una niña.
  • Solo quiero hablar contigo. Siempre supe, desde que apareciste por primera vez en sueños... y sobre todo cuando tomaste forma aquella vez que me hablaste sobre la "oscuridad"... Sabia que tarde o temprano... íbamos a llegar a este punto. - explico Mario.
  • ¿Al final de la linea? Dudo mucho que después de esto, alguno de los dos viva... - dijo Natalia.
  • ¿Eh? - dijo Mario. Aquello no lo esperaba. Esperaba que el muera... pero ¿Natalia? - No... no quiero eso. Es decir... Somos tu y yo. Siempre supe que tu podrías matarme... o yo podría olvidar tu recuerdo... Pero lo mas lógico es que nos acabemos matando mutuamente, dado que si yo muero tu también desaparecerás como recuerdo... No quiero que eso pase. Por favor, y se que sonara ridículo porque ya te lo dije muchas veces, pero quiero que formes parte de mi como lo que fuiste siempre: un bello sueño. No una pesadilla... A día de hoy, deseo de todo corazón... que tomes un lugar en mis sueños... 
Natalia sonrió.
  • Tienes miedo... - dijo Natalia.
Mario sintió como su corazón pasaba de 70 a 180 pulsaciones.
  • ¡NO TENGO...! - empezó a gritar pero se dio cuenta que no valía la pena. Respiro hondo y dijo, de forma mas calmada. - No tengo miedo...
  • ¿Sabes algo, Mario? Ahora mismo... Yo estoy muriendo.
Mario levanto una ceja, incrédulo.
  • Si, aunque no te lo creas... Las 2 veces que nos "vimos"... bueno, digamoslo así: Gaste mi vida útil. Todo por un objetivo: "reunirnos para toda la eternidad". Pero cada intento que realice para poder pasar de un mero recuerdo a alguien lo suficientemente humano... me ha debilitado. Mas después de la ultima vez... Llore... dado que me iba a ir... Pero es cuando me di cuenta que no había intentado algo. Algo que viví por unos segundos, después de morir... Y los pocos minutos que me quedan de "vida" serán bien invertidos en realizar esa sensación. - dijo Natalia.
  • ¿Algo que viviste después de morir? No entiendo... - dijo Mario.
  • ¡Ups, casi me voy de la lengua! No te voy a decir cosas de mi pasado... Porque ya me lo dirás tu... - dijo Natalia.
Mario vio como el bosque quedaba en sombras, debido a la oscuridad.
  • Es la hora... Mario... - dijo Natalia.
  • No entiendo lo que quieres decir... No recuerdo la ultima vez que alguien vivió "algo" después de morir...
Natalia sonrió.
  • Lo siento pero...
  • ¡Vale! - grito Mario. - ¡Lo he intentado! ¡He intentado ser buena persona! ¡Reanuda tu táctica destructiva! Te venceré como las ultima dos veces...
Natalia sonrió aun mas. No parecía que le importaba lo que Mario le decía.
  • Dime algo, cariño... - dijo Natalia. - ¿Alguna vez has tenido...?
Natalia se dio la vuelta, dándole la espalda a Mario. Sonrió de forma grotesca.
  • ¿... un mal día?
  • ¿Y a que te refieres con eso? - dijo Mario.
Natalia sonrió.
  • Tu deberías saberlo mejor que nadie... - dijo Natalia.
Natalia, de niña, caminaba por una acera.
  • No existe nada tan cruel como el dolor de los recuerdos...
Natalia giraba su rostro, mirando 2 faros de coches que iban directos hacia ella.
  • Esa sensación de vértigo, sentir la comprensión en tu pecho, destrozandote... Sentir el grito, aullando en la sinapsis...
Natalia era atropellada por un coche, estampandole la cabeza en el asfalto.
  • Una fuerza imposible, insuperable... Ineludible, intangible, nada amigable...
Natalia, con las piernas debajo de un coche, yacía muerta en el asfalto, con la sangre emanandole de la cabeza.
  • A menos que...
Natalia, muerta... parpadeo... (#1)
  • ¡Busques consuelo en la locura!
El cuerpo de Natalia desprendió una luz cegadora, haciendo que Mario se tapara los ojos con las manos. Mario cayo de rodillas, adolorido por la luz y por la imagen de Natalia muerta.
  • Y entonces, Mario querido... Te das cuenta que toda tu vida se concentra en eso... En recuerdos. ¡Los que yo viví cuando la luz de la muerte vino hacia mi! ¿Recuerdas? La luz es el dolor, la oscuridad solo nos protege... ¡Todo empieza y termina en la oscuridad! En esos momentos que el coche me destrozaba, recordé absolutamente todo... ¡Incluso cosas del pasado que me formarían lo que soy ahora! Y recordar... mas que entristecerme... Me hizo enfurecer... Enloquecer... ¡Porque el odio te hace ver las cosas de la forma mas cruda y real que son!
Natalia le cogió de la barbilla a Mario. El chico resistía. No le miraba a los ojos.
  • Recuerda... - dijo Natalia.
Natalia extendió el brazo hacia Mario.

Mario, con las pupilas dilatadas, contemplo como Natalia moría, atropellada por el coche.

El chico cerro los ojos, pero supo que era peor.

Ya no estaba en el bosque, estaba mirando la escena del atropello desde una posición única y ¿privilegiada?
  • No... No quiero mirar... No quiero recordar.. - dijo Mario.
"¡Recuerda!"

Por mas que Mario girara el cuello, seguía viendo la escena en toma perfecta. Mario tembló al escuchar el frenazo del coche, casi se ahoga cuando escucho el sonido de la cabeza de Natalia estampandoce en la acera, casi vomita cuando la sangre empezó a emanar... 
  • ¡Basta! No quiero seguir mirando...
Mario veía la escena una y otra vez... Natalia moría, la gente se aglutinaba... Y vuelta a empezar. El chico cerraba los ojos y los volvía a abrir... Los ojos le iban de un lado a otro, enloquecidos...
  • Cuando tu vida sea miserable Mario... Cuando creas que solo te pueden pasar cosas malas... Cuando sufres golpes de terceros que son lo suficientemente cobardes para enfrentarte solo... Recuerda... ¡Recuerda! No te enfades, no te vengues, no hagas nada... ¡Excepto enloquecer! Enloquece, Mario... Veras como todo tiene sentido y nada podrá hacerte daño... ¿Como algo terrenal, algo lógico puede dañar a la locura, la máxima expresión de irracionalidad? ¡Nada podrá contigo! Ni siquiera el dolor de los recuerdos... 
Mario vivía la escena en carne y hueso. La gente lo acosaba preguntándole, Mario no sabia a donde mirar, intentaba escapar pero la gente no le dejaba pasar... El volumen de las voces le estaba reventando la cabeza... La imagen de Natalia muerta le humedecía los ojos, la desesperación le interfería el razonamiento... (#2)

Mario grito. Su otro yo, el niño que vio la muerte de Natalia, también grito. El primero lo hacia por desesperación y el segundo por dolor.

Mario cayo de bruces. El ruido de la experiencia todavía lo sentía en los oídos. Pese a estar nuevamente en el bosque, sentía con lujo de detalles la muerte de su antigua amiga...

Mario se sentía débil. Hace años que no se sentía así. Recordaba a la perfección la muerte de Natalia... pero nunca de esa manera, con tantos lujos de detalles. Era... como volver a vivirlo...
Mario se intento poner en pie.
  • Porque ahora viene lo mejor... - dijo Natalia.
Mario levanto la cabeza.

Natalia comenzó a caminar alrededor de Mario, quien se había quedado de rodillas al intentar ponerse en pie.
  • Si en tu mundo reina el caos, la desesperación, la agonía...
Mario empezó a ver delante de sus ojos una serie de imágenes. Recuerdos... Los ojos del chico iban de un lado a otro, desesperado...
  • Solo hay una cosa que debes hacer... ¡Enloquece! Así el mundo te mire extraño...
Mario lo vio. Un Mario de 11 años era golpeado por un grupo de chicos. Mario sintió el dolor de puños golpeando su cuerpo, sintió el miedo de morir, sintió la impotencia por la superioridad numérica...
  • ¡Enloquece! Así te sientas debilitado...
Mario intento cerrar los ojos, pero nuevamente le fue imposible.

Mario lo vio. Un Mario de 12 años lloraba desesperado, llamando a su madre mientras que un grupo de chicos y chicas se burlaban de el, haciéndole fotos con el móvil o gestos. Mario sintió como las lagrimas surcaban su rostro, pese a no llorar... Sintió el dolor físico, la humillación, las ganas de morirse...
  • ¡Sonríe! La señal que te estas volviendo loco...
Mario lo vio: Mario peleaba con su hermano mayor. Este lo derroto, dejándolo malherido en el suelo. 

Nuevamente, volvió a llorar... Mario sintió el dolor físico, las palabras de su hermano, la sensación de impotencia...
  • Y si la cosa se pone pesada... ¡Recuerda que siempre puedes recurrir a una celda acolchada!
Mario lo vio: Mario, con una venda en los ojos, es obligado a disparar un rifle de asalto. Al quitarse la venda, contempla horrorizado el cadáver de su amigo Leonardo. 

Mario sintió el olor a sangre, a pólvora, la sensación de haber matado a su amigo... Sintió, por unos breves segundos, la sensación de mirar directamente a los ojos muertos de Leonardo...
  • ¿Vida, desesperación y agonía? ¡¡Es mejor una camisa de fuerza y 2 inyecciones por día!!
Mario lo vio: GCinthia era golpeada por unos vándalos. Mario contemplo la sangre de la chica en sus dedos.

Mario escucho, nuevamente, el grito de dolor de GCinthia, el calor de la sangre en sus dedos, la ira que le corrompía la mente...
  • Si la gente se preocupa, si la gente te ataca... ¡No recurras a una tangente!
Mario lo vio: Dominique era asesinado delante de sus ojos.
  • ¡¡No saben lo bueno que estar demente!!
Mario grito. Grito como nunca lo hizo. Volvía a escuchar los sonidos y sensaciones que le marcaron en fuego el significado de dolor, de horror, de tristeza...

Alucinaciones...

Mario, armado, disparaba contra Leonardo, cuyo cadáver caía al suelo. Pero el chico lo miraba directamente a los ojos... Pestañeo... Mario se erguía de un coche, disparando una ráfaga contra un Dominique indefenso, matándolo... Pestañeo... Mario golpeaba a un chico de 11 años obeso, haciéndole sangrar... Pestañeo... Mario golpeaba a GCinthia, haciéndole sangrar y tumbándola al piso... Pestañeo... Un grupo de Marios se burlaban de un chico obeso de 12 años, que lloraba llamando a su madre... Pestañeo... Mario golpeaba a un Mario joven, quien caía al suelo malherido y comenzaba a llorar...
  • ¡¡¡BASTA!!! - grito Mario.
Cayo de rodillas.

Desesperado, Mario levanto la vista. Los ojos le iban de un lado para otro, enloquecido...

Mario cogía el cadáver de Leonardo en brazos... Pestañeo... Mario sostenía el cadáver de Dominique... GCinthia lloraba en esa escena... Pestañeo... Mario estaba delante de un chico obeso de 11 años, que sufría el dolor de los golpes que había recibido... Un sonido de quejidos y "¿Porque os metéis conmigo?"... Pestañeo... Mario contemplaba sus dedos... la sangre de GCinthia estaba en sus yemas... Pestañeo... Mario levantaba un móvil y enfocaba a un niño obeso de 12 años quien gritaba: "¡Mama! ¿¡Donde estas mama!?"... Pestañeo... Mario contemplaba a su hermano Diego como golpeaba a un Mario mas joven, a la ves que le gritaba: ¡Fracasado!
  • ¡¡¡¡BASTA!!!! - bramo Mario.
Sentía dolor, sentía pena, sentía miedo... Las lagrimas empezaban a aflorar de sus ojos...

Mario grito. Grito como si los huesos le ardieran, como si le tocaran con un hierro al rojo vivo...

Se toco la cabeza con ambas manos... le iba a estallar en cualquier momento...

Mario cayo al suelo, se revolcaba a la vez que se sujetaba la cabeza con ambas manos...

Empezaba a delirar...

Mario asesinaba a GCinthia... Pestañeo... Mario asesinaba a su hermano... Pestañeo... Mario asesinaba a un chico obeso de 11 años...
  • ¡¡Basta!! ¡¡Por favor!! ¡¡QUE PARE!!!
No podía pensar, no podía razonar... Sentía el peso de un arma en sus manos, sentía el peso de cuerpos inertes entre sus brazos, sentía los nudillos lastimados, sentía dolor en su cuerpo, sentía las lagrimas, el nudo en la garganta...

Mario, de rodillas, con ambas manos sujetándose la cabeza... miraba a todos lados, con los ojos yendo de un lado a otro... mientras que las imágenes giraban alrededor de su cabeza. El chico grito y grito... pero nadie le iba a escuchar...
  • Recuerda... la única salida es...
Los recuerdos parecían un espectáculo de luces. No eran nada agradables...

Mario dejo de gritar.

Silencio...

Con un gesto flemático, Mario se cogió la cabeza con mas fuerza.

Los labios le temblaron.

Mario sonrió débilmente. No era una sonrisa agradable.

Las imágenes seguían girándole alrededor de la cabeza.
  • Ja... - murmuro Mario, sonriendo.
Bajo ambas manos.
  • Ja ja... - dijo Mario. Se miraba las manos con la mirada perdida.
Una sonrisa aun mas llamativa se dibujo en el rostro de Mario.

Mario comenzó a reír. Rió y rió...

Rió como nunca lo hizo. De una forma extraña y sádica... Mezcla entre risa y lloro...

Mario reía... con lagrimas surcándole las mejillas...

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Natalia, de pie a lo lejos, observaba a Mario. Los ojos se le humedecían. De pronto, se llevo la mano al pecho. Su cuerpo, solido hasta ese momento, empezaba a difuminarse, lentamente. 

Natalia derramo una lagrima. (#3)
  • El peor día de mi vida...(#4)
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(#1, #2, #3, #4)

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