(Carly Rae Jepsen - "Call me maybe")
Emma Silverman caminaba mientras bebía una cerveza, cantando. Eran las 8 y media de la mañana y la mejor psicóloga de Madrid, según su madre, desayunaba cerveza.
- Hey, I just met you... and this is crazy... but heres my number... so call me, maybe... - cantaba la rubia treinteañera.
La psicóloga ordenaba sus libros, su mesa, su ordenador... Extraía una libreta, un boli y se sentó a esperar mientras escuchaba la música y la cantaba.
La psicóloga se acerco a su reproductor de MP3, deslizando sobre su silla con ruedas y cambio de música...
- Y asi es como me siento... - dijo Emma Silverman.
Emma Silverman se recostó en su asiento, estirando sus largas piernas encima de su mesa. Sentía el sol en su rubio cabello y el sonido del reproductor entrándole directamente a la oreja. Era una sensación agradable.
La psicóloga encendió el ordenador. Justo cuando empezaba a teclear, la puerta del diván sonó. Por algún extraño motivo, el MP3 se apago.
- Vaya, hombre... A que va a ser verdad eso que donde va el, algo malo tiene que pasar... Por favor, Dios, Alah, Buda y el monstruo del Espagueti Volador... ¡Denme fuerzas!
Emma Silverman se puso en pie, avanzando hacia la puerta. Antes de abrirla, tomo aire...
----------------------------------------------------------------------------------------
¿Pero porque coño me hacia esperar tanto? Eso pensaba mientras estaba de pie ante esa puerta que daba acceso al diván. De pronto la puerta se abrió.
Alli estaba... Una de mis creaciones mas raras... Alta, treinteañera, con el cuerpo de un mujeron. Rubia natural, con gafas que le daban un aire a bibliotecaria viciosilla y una cara de guarr... Bueno, una cara sexy La mujer se me quedo mirando...
- ¿Sabes? - dije, sonriendo como un idiota ante esa mujer. - Me recuerdas a mi amiga Naomi, mi profesora de Filosofía en Quinto año. Lastima que haya acabado discutiendo con ella... Claro que esta ves, una única ves, no fue culpa mía. - dije, agachando la cabeza.
Emma Silverman me miro.
- Ni siquiera hemos empezado la sesión y ya me están mintiendo. ¿Como vas a discutir con alguien y resulta que no fue culpa tuya? - dijo Emma Silverman. - Si fueras otro paciente, lo sabría Pero siendo tu... Si discutes con alguien, SIEMPRE debe ser culpa tuya...
- ¿Verdad? - dije. Sonrei. - Pero esta ves no lo es... Ya lo veras...
- Pasa...
El diván olía de puta madre Un olor mejor que el de los aeropuertos. A ese olor se debía de sumar el perfume de 500 euros de la psicóloga Era un buen truco psiquiatra: Ese olor podría ablandar a muchas personas. De hecho, me estaba relajando al olerlo...
- Recuéstate, Mario... - me dijo la psicóloga, cogiendo una libreta y un boli.
- Vaya... ¿No deberíamos conocernos antes? - dije, sonriendo.
- Vaya... No empezamos y ya me estas tocando lo que no tienes... Ademas, que coño... Soy mucha mujer para ti...
- No, no... - dije sonriendo de manera irónica. - Yo soy tu creador... Tengo control absoluto...
- Lo que sea... ¡Tumbate!
- Vale... Joooooder que mala ostia... Normal que no ligues nada...
- Te he oido... - dijo la psicóloga. - Bueno, empecemos con buen pie, por favor...
La tumbona era cómoda, negra, de cuero. Me relaje, desperezándome a gustito. Emma Silverman se sentó detrás de mi, cruzo las piernas y destapo su bolígrafo.
- Bueno, Mario Sergio Condori, nacido el 19 de Noviembre del año 1993, en el hospital de Ate Vitarte. 3 kilos y medio al nacer. Actualmente 19 años... Vaya expediente... - dijo la psicóloga - Poca sociabilidad en Primaria, casi nula en Secundaria, enamoramientos platónicos, conducta impulsiva, ironía mal empleada en la mayoría de los casos, desconfianza a nivel general, versión racional de la vida y pensamiento ajedrecista.
- Correcto... - dije.
- Casi nula experiencias con mujeres... Mas decepciones que victorias amorosas...
- Correcto... - dije.
- Lo curioso... El paciente es huraño, solitario... Pero veo que has desarrollado mecanismos de defensas... Algunos tan bruscos y hoscos pero útiles. Versión de la vida un poco aventurera... Negacionismo... Ateo... ¡Joder!
- Correcto...
- ¿Sabes que podría catalogarte de demente? Hay episodios de tu vida que así lo demuestran...
Me rei.
- El problema es que no eres tan especial como la gente dices ser... - dijo Emma Silverman.
- ¿Cuando he dicho yo eso? No soy especial... Mis "mecanismos de defensa" pueden ser originales... pero son simples.
- Tu personalidad es como un escudo. Escondes el hecho que te hacen daño pero te cubres bajo esa coraza de chico solitario y hosco... - dijo Emma Silverman.
- Solo quiero vivir mi vida tal y como es... Con amigos, amigas, una novia, padres separados pero con una relación formal... - dije.
- Pero eso cuesta... Ademas, eso solo pasa en la TV... En la vida real, no existen las vidas normales... De un modo u otro, acabaras preocupándote por algo... - dijo la psicóloga.
La mire. Desde mi posición, veía a la psicóloga revisar sus notas...
- No me mires las piernas... - dijo Emma Silverman.
- Jooooder... Ya no puedo ni mirar a mis propias creaciones... - dije.
- Culpa tuya... ¿Para que creas personajes guapas? Eso demuestra un comportamiento de reflejo. Te gustaría tener una novia como Emma Reyes, yo... Incluso como Emma Lopez...
- Como la Lopez no... Que ella me puede pegar... ¿No ves que tiene fuerza de tanto luchar con los zombies? - dije, sonriendo.
La psicóloga espero un rato. Se acomodo en su asiento y me dijo:
- Cuéntame acerca de tus mecanismos de defensa... - dijo la psicóloga.
- Bueno...
- Por cierto... Eh... ¿Las demás niñas no van a venir? Mi cardiologo dijo que eso no era bueno para mi...
- ¡Ah! ¡Ah no, tranquila! Se quedaron abajo. La pequeña Emma se puso a llorar porque quería tus panchitos. El conserje casi se vuelve loco. - dije, riendo.
- Gracias a esa niña he descubierto que no me gustan los niños...
- Puta envidia... - dije, sonriendo.
La psicóloga tomo aire.
- Cuéntame...
- Bueno... El primero de todos es el mecanismo de los malos recuerdos. Simplemente no me deprime recordarlos... Mucha gente intenta ignorar los malos recuerdos... Otros ignoran la muerte y cosas asi... Yo... yo mas bien lo veo una manera de aprender de ellos. - dije. - Es como ver una película .. Te sientas, lo "miras" y aprendes de ellos. Que dijiste mal, que no dijiste, que podías haber dicho... Es verdad que te puede chocar revivir ciertos momentos... Yo he llegado a sentir hasta el dolor de esos recuerdos... Pero ante todo se impone mi lógica... Que eso solo es un recuerdo. Nada mas...
Toma aire.
- Me ha servido para darle un sentido en mi vida. ¿Sabes? Pienso que esta vida se debe cometer todos los errores que se pueda en la juventud. No todos, obvio... Hay algunos, como tener sexo sin protección que te pueden joder a ti y a terceras... Pero salvo eso, es bueno hacer y decir cada gilipollez que se pueda. Aprende... Mucha gente llega a adulto sin haber hecho eso, creyendo que toda su vida ha actuado de forma correcta... y son unos adultos inmaduros... ¿Porque? Porque en su juventud le pareció correcta ser inmaduro, ignorante, groseros, desordenado, creído, "varonil" entre los hombres y soberbios. Crecen creyendo que diciendo algo, la gente te dirá lo contrario. Y sobre todo, debes aprender a vivir sin los demás Se que es duro, pero es lo mas seguro. Si aprendes a vivir sin los demás, valoraras a los demás.
- Eso es contradictorio... No tiene sentido. Si alguien crece de forma solitaria, se vuelve huraño y... - dijo la psicóloga.
- ¡Error! La gente no es huraña porque son solitarios y amargados. La gente, sobre todo la anciana, es huraña y amargada... porque de jóvenes han tenido todo lo que han querido. De jóvenes son activos, sociables, estaban acostumbrados a tener a gente a su alrededor. Pero el tiempo pasa, las situaciones cambian... Antes de que se den cuenta, esos jóvenes ya no pueden follar como cuando eran jóvenes ya no pueden beber ni festejar como jóvenes Ya no tienen la fuerza física y mental para soportar ese ritmo de vida. Entonces se frustran, empiezan a lamentarse... Quieren "mas"... Piensan que no han vivido lo suficiente, piensan que no se han divertido lo suficiente... Y al final viven amargados...
La psicóloga me miro.
- Debería repasar mis apuntes pero no siempre es así... - dijo Emma Silverman.
- Dígame, señora Silverman... - dije, mirándola Bueno, a ellas y a sus pantorrillas. - ¿No es el ser humano el que siempre quiere mas y mas?
- Correcto... - dijo la psicóloga.
Gire mi cuello. Me estire un poco y tome aire.
- El otro mecanismo de defensa... Mi liberador de estres. Esa me encanta... Y es bastante simple: Hacer que hasta la cosas mas simple sea una aventura. Gracias a esa tecnica, casi no sufro de estres y me mantengo feliz.
- ¿Ah si?
- Es simple... Cualquier cosas imaginatela como una aventura épica Cuando me mandan a comprar el pan... Me imagino como si fuera algo importantisimo. Corro, me paro en la esquina observando a todos, camino, constantemente volteo para ver si alguien me mira... ¡Y un truco buenísimo! Si algun día quieres representar esa aventura con palabras... Ponte un manos libres o el móvil en la oreja...¡Ese día que lo hice, parecía un soldado que hablaba por la radio! - dije, estallando en carcajadas.
- Madre mia... Te habran tomado como un loco... - dijo Emma Silverman.
- ¡Que va! ¡Fue la ostia! Alli, diciendo... "Me falta poco para comprar lo que me dijiste" o "Sigue, sigue... Ya voy llegando a mi destino" o "El paquete esta en posición" - dije, volviendo a reír.
- Madre mia... - dijo la psicóloga.
- En serio, señora Silverman... - dije, sonriendo.
- Pero ¿Como ves tu esas aventuras? ¿En que te basas?
- ¿Yo? ¿No es algo obvio? En videojuegos... - dije, sonriendo como un niño.
- Ya claro... - dijo la psicóloga.
- Pero la gente puede hacer eso con películas que ha visto o en libros que se ha basado... No es tan dificil... - dije.
La psicóloga tomo unos apuntes. Comencé a mover los pies.
- Entremos en algo mas fuertecito... El plano sentimental...
- Guau... - dije, sonriendo.
- Aunque Emma me paso tu conversación que tuviste con ella (NOTA DEL AUTOR: Thats Special Someone - Edición Especial), mencionaste varias chicas. Pero a ninguna te declaraste, ¿verdad?
- Correcto... - dije, sonriendo.
- ¿Que paso con G/Cinthia? - dijo Emma Silverman.
- Digamos... que era maja. Y un día que estuvimos solos, planeado por mi obviamente... Le dije que me gustaba...
- ¿Y?
- Cabe decir que esto fue en colaboración con la psicóloga Naomi, que te mencione anteriormente... Ella me ayudo a tener confianza y abandonar mi pensamiento ajedrecista por unos minutos... - dije, recordando.
- ¿Y?
- Pues fue la peor experiencia de mi vida. - dije, riendo.
- No parece que te afectara mucho...
- ¿Que podía hacer? ¿Llorar, deprimirme? Naa...
- ¿Pero que te dijo? - pregunto la psicóloga.
- Nada... Ni si ni que no... Se quedo callada, cerrando los ojos... Supe que era un momento incomodo... Así que cambie de tema... Ella lo entendió e hicimos como si eso nunca hubiera pasado nada... Hasta ahora estoy esperando su respuesta...
- ¿Pero porque no lo intentas de nuevo? - dijo Emma Silverman.
- Porque ya no quiero nada... Oh, que orgulloso... Ademas que... ¿Como puedo estar con una tia que no es directa? Si no le gusto que me hubiera dicho que no... Si le gustaba, que me hubiera dicho que si... Con eso me demostró cobardía...
- Cobardía que tu también compartes...
- ¡Clarinete chata! - dije, sonriendole a Emma Silverman.
- Llámame otra ves "chata" y vas a salir por la ventana... - dijo la psicóloga, seria.
- Hombre... Estas "fuerte", Emma, pero no creo que puedas cargarme, chata...
La psicóloga se puso en pie, furiosa.
- ¡Vale! ¡Vale! - dije, sonriendo y cubriéndome con ambas manos.
La psicóloga se sentó.
- ¿Sabes? A veces... hay veces que me sincero conmigo mismo. Me pregunto... ¿Que me importa de verdad en esta vida? Y me contesto a mi mismo... Lo laboral. Acabo de cumplir 19 años... y me aterra saber que cada año que pasa, es un año perdido en el mundo laboral. No me preocupa las amistades ni las parejas... Aunque esto ultimo quizá si pero solo por una experiencia... Me preocupa mas saber que acabare una carrera a los 24, cuando ya hay jóvenes de 21 con titulo.
- Eso es algo que esta lejos de mis posibilidades. - dijo la psicóloga.
- ¿Sabes? También pienso... en las cosas que me pasan. ¿ Influirá algo en el futuro? Ya he tenido experiencias de como algo sin importancia en el pasado puede influir en mi presente o en mi futuro. Y nunca ha sido algo bueno... Me aterra pensar que quizá algo que dije o algo que no dije... puede llevar consecuencias nefastas en esta vida... En el futuro...
- Deja de pensar en eso... La vida no es para pensar en el futuro... Cuando menos te des cuenta, el futuro no llegara y habrás desperdiciado el presente...
- El típico pensamiento juvenil infantil... ¡Vamos a festejar hasta morir, que solo importa el ahora! ¡Vamos a hacerlo sin condón que solo importa el ahora! ¡Insulta y despotrica con los demás que solo importa el ahora! ¡A la mierda los estudios, hay que juerguear con los amigos que solo importa el ahora! ¡Vive tu vida ahora, porque el mañana aun no llega! Y mientras dices esas gilipolleces, el hoy pasa... siempre pasa... y se convierte en ayer... ¿El futuro? El futuro siempre se convierte en hoy... ¿No lo ves? Los que realmente deben y quieren apreciar el hoy deben apreciar el futuro.
Emma Silverman se quedo pensando.
- A lo que iba...
- Cuéntame lo de tu amiga esa, la psicóloga Naomi... - dijo Emma Silverman.
- Es un poco largo de explicar. Solo te digo algo y no quiero hablar mas del tema: Fue un cumulo de circunstancias. Se supone que yo, al ser menor de edad, no debía decir ni insinuar nada a nadie. Y eso es lo que hice. Sabia que ella se jugaba mucho quedando a solas con un menor de edad, invitándome cerveza el día de navidad... Y un día que hablaba con un colega, este me dice: ¿Pero porque no le pides para salir? La psicóloga lo vio y se puso echa una furia. Habra pensado que me gustaba y que quería algo con ella. Eso era exactamente pero por respeto nunca dije nada. Me resigne a mirarla como una amiga. Pero gracias a ese inoportuno momento, me echo de su despacho. Y hasta ahora no se que ha sido de ella, salvo que enseña en la universidad San Marcos.
- Pfff.... - dijo la psicóloga. - Madre mía, si no es una cosa es otra...
- Eso es lo peor... Que me pasen cosas que en realidad no tengo la culpa de eso... Que la gente se enfade por las cosas que digo, lo entiendo... Pero por eso, sin que intervenga yo de manera directa... es jodido... - dije, recordando.
- Ya ves... - dijo la psicóloga.
- Por ultimo, Mario...
- Digame... - dije, sonriendo.
La psicologa tomo aire.
- Feliz "Aniversario"
Estalle en carcajadas. Pense que me iba a pedir que le cuente alguna otra cosa pero no fue asi... Sonrei...
- Gracias... - le dije, con todo la sinceridad que pude.
La psicóloga me abrazo. Pude sentir su perfume llenarme los pulmones. Deseaba quedarme asi para...
- Venga, venga, venga... - dijo separandose de mi. - Con eso es suficiente...
- Oye pues es verdad eso de que un abrazo reconforta... - dije, sonriendo.
- ¿Ahora entiendes el cometido ese de dar "Abrazos Gratis"?
- Pues si... Una ves, iba con Jenni por jirón de la Union y apareció un tipo de esos... - dije recordando. - Jenni le dio un abrazo y yo también.
- ¿Y? ¿Que tal?
- No se... Me pareció un abrazo mas...
- Bueno...
Me dirigi a la puerta...
- Ah, otra cosa... Dile a esas niñas que no monten tanto escándalo... Ya he tenido un ataque al corazón por ellas...
- Vale... Pero tranquila... Lo jodido va a ser decirle a la Lopez que lo siguiente va a ser una visita a G/Cinthia y sus tradiciones... - dije, sonriendo.
- Buah...
Y salí de ese diván, feliz por que esa rubia me haya escuchado.
Continua en Tradiciones G/Cinthianas - Edicion Especial (Primer "Aniversario")
No hay comentarios:
Publicar un comentario