viernes, 7 de septiembre de 2012

Emma y Emilio, Venganzas a domicilio (Parte 2)

Un adolescente toco la puerta. Tras escuchar unos sonidos de pasos, una chica abrio la puerta. Iba despeinada. Se quedo boquiabierta.
  • Mierda... No puede ser posible... Pero si tomo la píldora y a Emilio le obligo a ponerle capuchon... - dijo Emma.
  • ¿Eh? ¿Que dice? - dijo el adolescente.
  • Ah... ¿No eres un hijo bastardo que viene a reclamarme algo? Porque te pareces un poco a mi... - dijo Emma.
  • ¡No! Ademas, ¿es usted tonta? Si fuera un bastardo... ¿No cree que ya lo hubiera sabido? - dijo el adolescente.
  • Es verdad... Te hubiera llevado por casi 9 meses... Que tonta soy...
  • ¡Venia por lo del anuncio! - dijo el adolescente, mostrando una tarjeta de visita.
  • ¡Ostias! ¡Espera! - dijo Emma. Le cerro la puerta. - Estos jovenes no respetan nada... - dijo a traves de ella. La puerta de volvio a abrir y Emma aparecio con un mejor aspecto. - Bienvenido a Emma y Emilio, Venganzas a domicilio.
  • Joder, tanto para esto... - dijo el chico.
Emma llevo al muchacho hasta dentro. Sentado en una mesa y leyendo un libro al reves, estaba Emilio, quien parecia que se habia vestido de manera rapida.
  • Bien, parece que quiza tendremos algo entretenido hoy... - dijo Emilio.
  • Buenas tardes... - dijo el chico. - Venia por el anuncio de una microempresa que se encargaba de realizar venganzas contra quienes quiera el cliente,  ¿verdad?
  • No podias haberlo dicho mejor. - dijo Emma, sentandose. - Cuentanos tu problema, chavalote.
El chico tomo aire.
  • Vereis... Estoy en el cuarto curso de la ESO. Nuestra profesora, la vieja Reyes, ha sucumbido. Total, que nos ha dejado con el culo al aire a puertas del tercer trimestre. Y lo que es peor, nos ha puesto de suplente al "Vaquilla", el profesor Sanchez. - dijo el chico. - Ese cabron nos va a freir a suspensos. Y todo porque hace 2 años, le hicimos una novatada. Pero de las gordas. Y el caso es que... - dijo el chico, suspirando. - Queremos vengarnos antes de que el lo haga. Por que si suspendemos, nos va a tomar el examen de recuperación el 11-S.
Emma y Emilio se miraron extrañados.
  • Le decimos asi porque en Setiembre se cargan a todos. - dijo el chico.
  • Ah... Estos nuevos motes juveniles... - dijo Emma.
  • No se, chaval... Si el profesor no os ha hecho nada, no tenemos motivo. - dijo Emilio. El chico le miro extrañado. - Es que nos encanta conocer el drama de nuestros clientes para sentirnos identificados.
  • ¿Pero no podeis poneros en nuestro lugar? Ese tio nos va a suspender por mucho que estudiemos. - dijo el chico. - Yo se que soy un delicuente sin futuro pero al menos me esfuerzo por llegar al 5. Asi cuando me saque la ESO, podre ponerme a trabajar y ayudar a mi viejita...
Emma agacho la cabeza.
  • Que bonito... Si se lo dijera a mi gato, le haria vomitar. - dijo Emma.
  • No se, no se... - dijo Emilio. - Vengarnos de alguien que no nos ha... Bueno, te ha hecho algo va contra los cimientos de nuestra empresa...
  • ¿Que cimientos? - pregunto Emma.
  • Emmanomecontradigasdelantedelpublicoporfavortelopido. - dijo Emilio, de carrerilla.
  • Venga, enrollaos, tios... - suplico el chaval.
  • Ademas que nuestro costo es un poco elevado para un adolescente que sobrevive con la paga semanal...
  • ¿Cuanto dinero tienes? - pregunto Emma.
El chico extrajo una bolsa llena de dinero y billetes. Empezó a contarlo y a ordenarlo. Cuando termino dijo:
  • Tengo... 56 euros con 40 céntimos. Es lo máximo que he podido ahorrar. - dijo el chico.
  • Lo siento pero no creo que...
  • Emma, ven un momento. - dijo Emilio.
Ambos se pusieron en pie y se alejaron.
  • ¿Que? - dijo Emma.
  • Me hace ilusion ayudar a este chico. En el insti teniamos a un profesor muy jodido, el "Franciscano". Una vez, nos frió a negativos y a suspensos. Por ese idiota fui a vacacional y me jodio la matricula. Por eso me hace ilusión ayudar a este chico. Ademas, no creo que tengamos que exponernos mucho y seguro que sera algo divertido. Consideralo una novatada. - dijo Emilio, sonriendo.
Emma arrugo la frente.
  • Esta bien... Pero me haces masajito por el resto de la semana. - dijo Emma, levantando la mano.
  • Vale. - dijo Emilio y se besaron.
  • Coño, que somos amigos con derechos, no pareja. - dijo Emma.
  • La costumbre... - dijo Emilio.
Emma y Emilio volvieron hacia la mesa. El joven les esperaba alli.
  • Si de verdad a tu clase entera les preocupa ese profesor, podrias hacer una pequeña colecta. - dijo Emma.
  • Esto lo tomaremos por adelantado. - dijo Emilio. - Lo que consigas reunir despues nos lo daras al final.
  • Pero... ¿Valdra la pena? - dijo el chico.
  • Te lo aseguramos. - dijo Emma.
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En el instituto madrileño Diego de Alcázar, la hora del recreo parecía llegar a su punto mas álgido. Niños, adolescentes y profesores caminaban por los campos de fútbol, baloncesto, etc. Un grupo de chavales estaba hablando muy cerca de la reja, que daba hacia la calle. 2 personas encapuchadas se acercaron hacia la reja pero por la calle. 
  • Eh, chavalote... - dijo una de las 2 personas.
Del grupo de chavales, uno estiro el cuello. Cuando reconocio a las 2 personas, fue con todo su grupo.
  • Dejando de lado los negocios, ¿Como te llamas? - dijo Emma.
  • Aitor... - dijo el chaval.
  • Vale, Aitor, hemos pensado en algo divertido para joderle la clase a tu profe. - dijo Emilio.
  • Aitor, ¿Quienes son? - dijo una chica.
  • ¿No os acordáis de esa empresa que os dije que se encargaba de las venganzas? Estos son los especialistas. - dijo Aitor.
  • Exacto. Solo queriamos decirte, que esta tarde vamos a espiar a tu profe, a ver si se nos ocurre algo. - dijo Emma.
  • ¿Recien? - dijo Aitor. - ¡Mañana tenemos clase con el!
  • No te preocupes... - dijo Emilio. - Tu no te preocupes...
  • ¡Eh! - grito un hombre.
El grupo de chavales se dio la vuelta.
  • ¡Ostias, es el "Vaquilla"! - dijo la chica que hablo antes.
  • ¡Iros, iros! - dijo Aitor.
Emma y Emilio se pusieron las capuchas y se largaron, lentamente.
  • ¿Quienes eran? ¿Os estaban pasando drogas? - dijo el profesor Sanchez.
  • Naa, eran vendedores. Nos querian vender esos bolis de 14 colores... - dijo Aitor.
  • ¿Me estas vacilando? Ya hablaremos tu y yo mas tarde, señor Contreras. - dijo el profesor Sanchez. - ¡Castigados!
Aitor y su grupo se pusieron en marcha. Antes de entrar, giro el cuello y vio como una mujer encapuchada le hacia un gesto con el pulgar.

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  • Esto es mas aburrido que una enciclopedia sin fotos... - dijo Emilio.
Emma comía compulsivamente aros de cebolla, nuggets, patatas fritas y ensalada de beterraga.
  • Emma, deja de comer, tia, te vas a poner como una vaca. Piensa un poco en mi, ¿Vale? Que voy a tener que ponerme siempre encima tuyo y eso me jode los riñones. - dijo Emilio.
  • Te aguantas. Cuantas veces me has provocado un tirón en la pierna y he tenido que aguantarme porque tu estabas "A puntito" - dijo Emma, echandose ketchup en un nugget.
  • ¡Come en silencio, tia, que no escucho nada! - dijo Emilio.
Emma y Emilio estaban en un coche. Con un ordenador y un equipo de radiofrecuencia, espiaban la casa del profesor Sanchez. Emilio tenia las manos en los cascos mientras agudizaba el oido, mientras que Emma comia compulsivamente.
  • Como este veranito me vas a llevar con tus padres, no me preocupa adelgazar ni entrar en el biquini... - dijo Emma, riéndose y echandose mas ketchup.
  • Eh... Mis padres tienen piscina... - dijo Emilio.
Un segundo mas tarde, toda la comida salia volando por la ventana.
  • ¡Emma, tia, que se nos puede caer el pelo! - dijo Emilio, saliendo del coche y recogiendo toda la comida.
Emma se metia todos los dedos que podia en la garganta.
  • ¡Que te estes quieta! - dijo Emilio, intentando retirarle los dedos de la boca.
  • ¡Me voy a poner como una foca! - grito Emma.
  • ¡Emma, tronca, para ya! - grito Emilio.
  • Vale... vale... Pues como soy yo la que cocino en casa, a partir de este mes, dieta estricta hasta el verano... Los dos... - dijo Emma.
  • Podríamos hacer la dieta del capataz... - dijo Emilio.
  • ¿Y como es eso?
  • Una follada por delante y por detraz... - dijo Emilio, picaramente.
Se escucho una cachetada.
  • Auch... - dijo Emilio. - Vale, ya lo he pillado...
  • Estúpido...
Emilio volvió a ponerse los cascos, a la vez que volvía a entrar al coche. Fue entonces cuando escucho lo que estaban buscando. Emilio zarandeo sus brazos, alertando a Emma.
  • ...es voy a poner las integrales definidas... Allí palma la mitad... - dijo la voz del profesor Sanchez.
  • Que cabron, les va a poner un examen sorpresa... - dijo Emma. - Mira que cojo tu arma reglamentaria, cari, y le vacio todo un cargador... Que cabron...
  • ¡Shhh! - dijo Emilio.
  • Este... examen... contara... el... 95... por ciento... de... la... nota... trimestral... - dijo la voz del profesor Sanchez.
  • ¡Yo subo y lo reviento! - dijo Emma, haciendo el amague de salir del coche.
  • ¡Shhh! - dijo Emilio.
  • Calcular... las siguientes integrales... por el método... de integración... por partes... - dijo la voz del profesor Sanchez.
  • ¿Eh? ¿Que ha dicho? Yo es que no termine el Bachillerato... - dijo Emma. - Casi me hacen un bombo...
  • Examen sorpresa sobre Integrales a unos chavales de cuarto de la ESO. Eso va a ser como la película de Kill Bill, van a caer de 5 en 5... - dijo Emlio.
  • ¿Y que hacemos, cariño? - dijo Emma.
  • Es hora de usar tus conocimientos de informática, Emma. - dijo Emilio. - ¿No fue así como te conocí? 
  • Joder... Y yo que pensaba que me querías por mis estupendas medidas: 60-60-60 - dijo Emma.
  • Eso es mentira. No tienes eso ni de coña. - dijo Emilio.
  • Bueno, a ver que se puede hacer... - dijo Emma.
Cambio de lugar. Ahora Emma tenia el ordenador en su poder y Mario era quien comía la comida que no había caído al suelo cuando Emma lo lanzo por la ventana. Pasado unos segundos, Emma abrió los ojos...
  • Hasta un niño podría hacer esto... Y ya estoy a punto de parir otra idea... - dijo Emma.
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En el instituto madrileño Diego de Alcazar, la clase del 4 año de la ESO se encontraba como la típica clase: haciendo bulla, lanzando papelitos, charlando, riendo, comiendo, etc. Pero fue entonces cuando los pasos se escucharon afuera de la clase y un alumno miro a travez del pequeño agujero que había entre puerta y pared. Alerto a sus demás amigos:
  • ¡Eh, tios! ¡Que viene el "Vaquilla"! - dijo el alumno.
Inmediatamente, toda la clase dejo de hacer lo que estaban haciendo. Se colocaron en sus respectivos pupitres y cuando todos estuvieron en sus posiciones, la puerta se abrio.

El profesor Sanchez hizo su entrada magistral al salon de clases. Camino lentamente, fijando su vista en todos, fulminandoles con la mirada. Un silencio sepulcral reino en el aula. 
  • Tengan todos muy buenos dias. - dijo el profesor Sanchez. - Me llamo Alberto Sanchez y sere vuestro profesor de Matematicas, hasta la finalizacion del curso. Tengo entendido que esta clase estaba a cargo de la profesora Reyes, Almudena Reyes. Se que ella tenia su particular forma de enseñanza y calificaciones... Pero os aviso... Yo no soy Almudena...
  • Eso esta bastante claro... - dijo la chica que acompaña a Aitor.
  • ¡Tu, fuera de clase! - dijo el profesor Sanchez, con mucha ira.
La chica protesto con los brazos abiertos pero no dijo nada. Salio de la clase sin decir ni una sola palabra.
  • ¿Alguien mas quiere jugarse el curso? - dijo el profesor Sanchez. Recibio un silencio como respuesta. - Bien... Vamos a lo que nos corresponde. Guarden los libros y las carpetas y saquen un folio en blanco... ¡Examen sorpresa!
El profesor Sanchez se dio la vuelta y se quedo sorprendido. En la pizarra habia un dibujo. Una vaca siendo montado por un toro. Al lado ponia: "Vaquilla"

La clase estallo en carcajadas. El profesor borro parte del dibujo y puso la tiza en la pizarra.
  • Examen sorpresa... Calcular las siguiente integrales por el método de integración por partes. Pregunta 1: "Integral de X al cuadrado por E elevado al cuadrado, diferencial de X". Pregunta 2: "Integral de X al cuadrado por Coseno de 3X, diferencial de X". Tercera pregunta: "Integral de 2X mas, 1 sobre X al cuadrado menos 5X mas 6, diferencial de X". - dijo el profesor Sanchez, tirando la tiza hacia su mesa. - Disponen de 45 minutos. Recordar que la nota de este examen equivale al 95 por cierto de la nota final.
La clase entera estallo en quejidos pero el profesor hizo oído sordos.

Mientras tanto... En la ultima carpeta de la clase, Aitor extraía un papelito de su chaqueta. 
  • Son las mismas preguntas... - dijo para si mismo.
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  • Elias Figueroa... - dijo el profesor Sanchez. Un alumno levanto la mano. - 10...
El alumno recogio su examen.
  • Almudena Carrion... - dijo el profesor Sanchez. Una alumna levanto la mano. - 10...
La alumna recogio su examen.
  • Aitor Contreras... - dijo el profesor Sanchez. Aitor levanto la mano. - 9,5...
  • Pero ¿Porque? - protesto Aitor.
  • No pusiste la fecha del examen. - dijo el profesor Sanchez, furioso.
  • Alberto... - dijo el director, que se encontraba presente en la entrega de exámenes. - ¿Puedes venir a mi despacho?
Cuando profesor y director salieron del despacho, toda la clase se puso en pie y empezaron a felicitar a Aitor, como si fuera un artista despues de una gran actuacion.

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  • ¿Y que tal? - dijo Emma.
  • ¡Buah, fue la ostia! ¡No veas que careto se le quedo cuando todos, excepto Tania, sacamos 10! ¡Que despelote en la cafetería! - dijo Aitor, estallando en carcajadas.
  • ¿Os chivasteis, como os dijimos? - dijo Emilio.
  • Si, si... Le dijimos al director que se filtro el examen y todo era culpa del "Vaquilla". Obviamente, se lo dijimos cuando las notas ya estaban puestas - dijo Aitor y volvió a estallar en carcajadas.
  • ¿Y que va a pasar con ese profe? - dijo Emma.
  • Nada, ya que prácticamente tenemos el tercer trimestre aprobado y con buena nota. Supongo que ya estará preparando su venganza pero para el proximo año... - dijo Aitor. - Jo, no veias que alegria se ha llevado mi madre cuando le mostré mi primer 9,5. Me ha dejado libre todo el fin de semana. ¡Ah! Esto es lo que he podido recaudar...
Aitor le entrego una bolsa a Emma y a Emilio.
  • De verdad, muchas gracias... Nos habéis salvado la vida...
  • Emma y Emilio, Venganzas a domicilio... - dijo Emma, guiñándole un ojo.

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