jueves, 2 de agosto de 2012

Los dias de nuestras vidas - Primera Parte

Mario levanto el teléfono. Marco un numero y espero la contestación.

  • Si me llamas a estas horas, sera porque es algo importante, ¿verdad? - dijo Emma.
  • Hola, Emma. Lo siento. - dijo Mario. - Supongo que debo entender que el resto del mundo hace otras cosas distintas a las que mi cerebro hace. 
  • No pasa nada. Justo iba a ser la hora de mi refrigerio. Estoy trabajando en un despido grupal de un matadero en la serranía de Cuenca. ¿Algo que tengas que contarme?
  • Estoy preocupado, Emma... 
  • ¿De que, Mario?
  • No lo se... ¿De mi alma? ¿Ki? ¿Chacra? O como quieras llamarlo. O como me gusta llamarlo a mi: Mi vida. Estoy preocupado, Emma, mas de lo que haya podido estar en toda mi existencia.
  • ¿Has... has matado a otra persona, Mario? - dijo Emma, con la voz temblorosa.

Mario se quedo en silencio.

  • No, Emma. Pero ¿Serviría de algo decirte que no me importaría? ¿Reaccionarias distinto si te dijera que no me preocupa hacerlo si las circunstancias lo requieren? - dijo Mario, apoyando su brazo en una pared.
  • Reaccionaria igual, Mario. El asesinato premeditado es mas grave, según la ley, que el que se puede producir por defensa propia... pero el resultado, para mi juicio, es el mismo: Muerte. - dijo Emma. - ¿Porque matar, Mario? Tu siempre me dijiste que la muerte era el mejor castigo que alguien podría esperar. Cuando teníamos 11 años y te acompañe a llenar los bidones de agua en la fuente de Valdeolivas, me dijiste que la muerte era la paz que alguien con sufrimiento había conseguido. Que tu preferirías morir antes de vivir con sufrimiento físico  Se que el instinto puede ganar la partidas a veces, pero... ¿Que sacas intentando asesinar a la gente? La venganza no es buena, Mario. La muerte solo les borrara la sonrisa pero nada mas. Ellos se irán pero tu seguirás aquí. Matar no resuelve nada... al contrario, hace mas complejo cualquier cosa.
Mario cerro los ojos.
  • Hablas desde el punto de vista de una persona que nunca ha sentido el cóctel de emociones que se siente cuando la sangre corre por tus venas. ¿Algunas vez te has preguntado si pensaras igual cuando este enfrente de una situación como las que yo he estado? La injusticia, la impotencia, el sabor amargo de la derrota... ¿Sabes porque mata la gente, Emma? La gran mayoría mata sin saberlo, sin medir las consecuencias, porque esta en nuestra naturaleza matar... Hasta la mente mas prodigiosa puede desatar un baño de sangre... Muchos matan por acabar con la existencia de otro... piensan que apagandoles la luz, sera lo mas grato que puedan imaginar. Matar a alguien de una manera rápida no vale la pena, Emma... ¿Que pienso yo? Retraso al máximo el momento del clímax. Nunca entenderás el enorme placer que significa avanzar hacia tu presa, verla directo a los ojos, ver su desesperación, ver como su cerebro maquina la idea que delante de el esta un ser que no le importa matar a una mujer y un niño inocente con tal de provocarle pavor y miedo... Si, solo eso: matar a inocentes para provocar miedo y pavor. Agudizar mi oído para poder escuchar el latido de su corazón, las pupilas dilatarse y contraerse, ahogarse en su propio sufrimiento. ¿Sabes que es lo mas "placentero"? Que no hago nada. Solo creo el ambiente, el "escenario" de su propia muerte. El arte de matar no consiste en apuñalarlo ni en dispararle directo al corazón. Tampoco consiste en mutilarlo ni en derramar excesiva sangre. No... El arte de matar consiste en que sea la otra persona quien se ahogue en su propio sufrimiento... Minar sus esfuerzos, minar sus agallas, minar su razonamiento lógico. Matar a un humano puede llegar a ser complicado, pero... ¿Matar al "animal"? ¿Que pasa cuando un humano ya no puede controlar su mente ni sus sentimientos? ¿Cuando todo forma de razonamiento lógico ha sido desconectado de su cerebro? El humano se convierte en animal. Y allí es cuando el arte de matar llega a su clímax. ¿Porque los humanos intentamos reaccionar ante la muerte? ¿Porque damos nuestro "ultimo aliento"? Porque es lo que haría cualquier animal. Un tigre, un león, una araña... Atacan a su depredador, así tengan todo en contra. Lo mismo pasa con nosotros. Cuando estamos a puerta de la muerte, intentaremos dar nuestro ultimo aliento. Ya sea delante del hombre con una pistola como delante de la madre naturaleza. El primero intentara desarmarlo y el segundo intentara no cerrar los ojos. Matar al animal es tan simple, porque cuando intenta sobrevivir, significa que ya no tiene nada que perder. Es cuando debes demostrarle que pese a su esfuerzo, sigues siendo superior a el, sin demostrarlo. Entonces... te pedirá que acabes con su vida. Te darás cuenta de que si te pide que acabes con su vida, es porque el animal ya ha muerto... Solo queda el humano. Antes dije que matar a un humano es mas difícil que matar a un animal. Si el animal ya ha muerto, eso quiere decir que tu presa es humana... ¿Hay algo mas placentero que vencer, derrotar, finalizar, acabar con algo que es complicado? 
Emma estuvo callada por unos segundos.
  • Lo siento si te he sorprendido, Emma. Eres la única que puedo contar esto. A Andrea, Maria y los demás quizá les sorprenda esto. - dijo Mario. - Tu, por otro lado, has sabido entenderme. A veces, no quiero estar en el negocio de la muerte.
Emma siguió callada.
  • Para esto valgo, Emma. Detrás de la faceta de ese chico que intenta ser gracioso me encuentro yo. Detras de esa faceta de chico raro, friki, pervertido, ingenuo... - dijo Mario pero se detuvo. - Nunca quise ser así. A veces pienso... ¿De que me vale tener un CI de 180, si no lo uso para el bien?
  • ¿Que entiendes por bien, Mario? - dijo Emma, aparentemente enfadada. - Si sabes que no te vas a gustar. Nunca te gusto los estudios, las ciencias, la tecnología... Por eso rechazaste la beca que te dieron cuando se supo que tenias ese CI. No fue por Andrea, ni por tu vida. Eso te daba igual... Lo rechazaste porque nunca te gusto. Podrías haber llegado lejos, muy lejos... Pero no te gustaba. 
  • Supongo que en eso tienes razón. Supongo que mi vida actualmente esta llena de sombras y oscuridad.
  • ¿Acaso esperas que este llena de luz? Recuerda algo, y lo digo porque me tengo que ir ahora mismo. Llámame mas tarde, dentro de 5 minutos. Recuerda esto, Mario: Donde hay mucha luz, hay tambien muchas sombras oscuras.
  • Vale, Emma. Te llamo mas tarde. - dijo Mario y colgo.

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